En pleno brote inflacionario, Joe Biden nominará a Jerome Powell para que siga al frente de la Fed
La decisión del mandatario brinda una señal de continuidad en la conducción de la primera economía global; “Si bien aún queda mucho por hacer, hemos logrado un progreso notable para que los estadounidenses vuelvan a trabajar y para que nuestra economía vuelva a moverse”, dijo
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WASHINGTON.- En una clara señal de continuidad en el rumbo económico, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que nominará a Jerome Powell para un segundo mandato al frente de la Reserva Federal, el banco central norteamericano, una decisión celebrada por los mercados en medio del brote inflacionario que vive el país, el más severo de las últimas tres décadas.
El anuncio de Biden puso punto final a un vendaval de especulaciones y presiones que habían puesto en duda la continuidad de Powell, y enterraron las versiones sobre la posibilidad de que el mandatario decidiera colocar al frente de la Fed a Lael Brainard, una economista demócrata progresista, férrea defensora de la regulación financiera, quien integra la Junta de Gobernadores de la Fed. Biden decidió nominarla como vicepresidenta del banco central, un guiño a los demócratas progresistas que alentaron su ascenso.
Al anunciar la nominación, la Casa Blanca elogió la “acción decisiva” de Powell para amortiguar el impacto de la pandemia del coronavirus y encarrilar la recuperación de la economía norteamericana, que luego de una brutal inyección de recursos del gobierno federal y una política monetaria muy agresiva ya ha logrado retornar a los niveles de actividad previos a la crisis, aunque con un nivel de empleo menor, y una inflación mayor. Powell se enfrenta ahora al hercúleo desafío de controlar la inflación sin dañar esa recuperación.
“Dicho directamente, en este momento de enorme potencial y enorme incertidumbre para nuestra economía, necesitamos estabilidad e independencia en la Reserva Federal”, justificó Biden, al anunciar la nominación en un mensaje en la Casa Blanca flanqueado por Powell y Brainard.
El mandatario había destacado antes en un comunicado el “progreso notable durante los últimos 10 meses para que los estadounidenses vuelvan a trabajar y para que nuestra economía vuelva a moverse”. Para Biden, ese logro “es un testimonio de la agenda económico que he perseguido y de la acción decisiva que la Reserva Federal ha tomado bajo la presidencia de Powell y la doctora Brainard para ayudarnos a superar la peor recesión en la historia moderna de Estados Unidos y encaminarnos hacia la futura recuperación”.
Biden dijo sentirse “seguro” de que Powell y Brainard mantendrán la inflación baja y los precios estables, y lograrán el pleno empleo para que la economía “sea más fuerte que nunca”.
Dos “palomas”
Powell y Brainard son ampliamente vistos como “palomas”, el apodo que reciben los funcionarios que timonean la primera economía mundial que alientan una política monetaria especialmente sensible al empleo, aunque sin por ello descuidar la estabilidad de precios.
Pero Brainard era considerada una técnica con una visión aún más laxa que la de Powell, y su ascenso al frente del banco central norteamericano hubiera ahondado las preocupaciones sobre el futuro de la lucha contra la inflación. Al respaldar a Powell, un republicano, Biden brindó un claro guiño al bipartidismo y a la continuidad que fue celebrada por los inversores.
Pero la designación de Brainard fue de todos modos una señal a los progresistas, que se han quejado de que la Fed no ha sido lo suficientemente rigurosa con la regulación bancaria y financiera, o lo suficientemente firme en su control a los bancos, en particular al tener en cuenta la lucha contra el cambio climático. Biden se preocupó por mencionar estos temas en su temas.
Powell fue nombrado por Donald Trump al frente de la Fed en reemplazo de la actual secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien tuvo solo un mandato como presidenta del banco central. Trump rápidamente se mostró arrepentido de su decisión al criticar a Powell por mantener la política de suba gradual de la tasa que Yellen puso en marcha a fines de 2015. Powell ignoró las críticas y se mantuvo estoico ante los cuestionamientos, y le tocó enfrentar una de las peores crisis en la historia de Estados Unidos. Biden ponderó su independencia.
Para enfrentar la pandemia, la Fed siguió el mismo libreto de la crisis financiera global de 2008: llevó la tasa de interés de referencia al 0%, y comenzó a inyectar dinero en la economía comprando bonos del Tesoro y otros activos financieros.
Ignoto para muchos, Powell es abogado, no economista. Powell nació en Washington, D.C., y recibió una licenciatura en política de la Universidad de Princeton en 1975, y se licenció en derecho en la Universidad de Georgetown en 1979. Luego de un paso por Wall Street, se sumó al gobierno de George H.W. Bush, y llegó a la Reserva Federal de la mano de Barack Obama, quien lo nominó para un cargo en la Junta de Gobernadores.
Brainard fue subsecretaria del Departamento del Tesoro de 2010 a 2013 durante la presidencia de Obama, y consejera del secretario del Tesoro en 2009. Brainard también se desempeñó anteriormente como asesor económico nacional adjunto del presidente Bill Clinton, y de 1990 a 1996 fue profesora asistente y asociada de economía aplicada en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
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