En plena debacle, la apatía marcó el primer día de la votación en Italia

ROMA.- Tal como se esperaba en pleno clima de "que se vayan todos", hubo una menor afluencia a las urnas en el primer día de las elecciones comunales en más de 900 municipios de toda Italia, en el primer test electoral de la era del gobierno técnico de Mario Monti.

Según los datos difundidos por el Ministerio del Interior, hasta las 22 había votado el 49% de los cerca de 10 millones de italianos llamados a las urnas, una participación bastante menor que la que hubo en anteriores ocasiones similares, en las que a esa misma hora había votado el 54,8% de los habilitados. Los italianos también podrán votar hasta las 15 de hoy.

Se trata de la primera vez que se vota desde la caída del gobierno de Silvio Berlusconi, en noviembre pasado, y todos los ojos están puestos en qué pasará con su agrupación, el Partido del Pueblo de la Libertad, que ha roto su sociedad con la xenófoba Liga Norte, cuyo liderazgo se encuentra envuelto en un escándalo de corrupción que todo el mundo cree que se reflejará en un ruidoso voto castigo.

Berlusconi debió presentar su renuncia para dar paso al gobierno del tecnócrata Mario Monti ante la severa crisis económica que atravesaba el país y en el marco de la parálisis política que impedía poner en marcha el ajuste exigido por la Unión Europea.

Los ojos también están puestos en el desempeño del Movimiento Cinco Estrellas, liderado por el cómico genovés Beppe Grillo, abanderado del sentimiento de la "antipolítica" que reina en Italia.

Todo indica que el Movimiento Cinco Estrellas, formado por diversas listas cívicas y que reniega de los partidos políticos italianos, a los que define como "muertos", será el gran triunfador de estos comicios. Según las últimas encuestas, la confianza en los partidos políticos italianos -que se han mostrado incapaces a la hora de resolver la crisis y a la hora de ajustarse ellos también el cinturón, como han tenido que hacer los italianos- se ha derrumbado a un mísero 4%.

Presión fiscal

Estas elecciones comunales parciales -especialmente importantes en las ciudades de Génova, Verona y Palermo- se celebran en medio de la peor crisis económica que vive Italia desde la posguerra, marcada por una inédita ola de suicidios "económicos", relacionada con la creciente presión fiscal que padecen los italianos.

Anteayer, de hecho, hubo otras dos víctimas. En un episodio que causó gran conmoción, un artesano de 72 años de Nápoles, Pietro Paganelli, se pegó un tiro después de haber recibido un aviso de la DGI local en el que se le informaba que tenía que pagar 15.000 euros de impuestos.

Antes de quitarse la vida, Paganelli escribió un mensaje impactante: "La dignidad vale más que la vida de un hombre".

Gaetano Trovato Salinaro, un siciliano de 47 años, casado y padre de dos hijos de 9 y 4 años, también se quitó la vida.

Trovato Salinaro, desesperado porque ya no sabía cómo mantener a su familia, se ahorcó después de que la empresa en la que trabajaba como precario le anunció que le cortaría horas de trabajo y salario.

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