En la ONU, Maduro le apuntó a Trump por la presión internacional sobre Venezuela
LA NACION
NUEVA YORK.- El presidente venezolano, Nicolás Maduro , decidió ponerse al frente de la respuesta de su gobierno a una intensa presión internacional sobre Venezuela durante la Asamblea General de la ONU. Tras el sorpresivo anuncio de su viaje a Nueva York para participar del encuentro, el líder chavista dijo que su país "es agredido", y apuntó contra Donald Trump , que se reservó el derecho a usar la fuerza para promover cambios democráticos en el país sudamericano.
"Ayer Trump arremetió una vez más contra el noble pueblo de Venezuela enarbolando lo que hace 200 años fundó el imperio de Estados Unidos y determinó lo que iba a determinar luego su papel intervencionista, de policía del mundo. Hoy Venezuela es víctima de una agresión permanente en lo económico, político y diplomático de quienes gobiernan Estados Unidos", señaló Maduro en su discurso, que también destacó que "Venezuela es la nación del mundo que posee las reservas más grandes de petróleo del mundo".
"¿Por qué la arremetida tan feroz de Estados Unidos? Es un conflicto histórico, entre la doctrina imperial de James Monroe versus la doctrina de rebeldía, de dignidad, de justicia de igualdad de Simón Bolivar. Estados Unidos pretende gobernar el mundo, chantajear el mundo como si fuera su propiedad", advirtió el mandatario.
"Ayer el presidente norteamericano anunciaba nuevas sanciones económicas y financieras contra nuestra país, precisamente en el santuario de la legalidad internacional", añadió, en referencia a la ONU.
Luego, a pesar de las intensas críticas, Maduro se mostró dispuesto a dialogar con el presidente norteamericano. "Al llegar a Nueva York hoy, me enteré que algunos periodistas le habían preguntado a Trump si estaba dispuesto a reunirse con Maduro. Parece que dijo en alguna de sus respuestas que si eso ayudaba a Venezuela estaba dispuesto. Le ratifico desde esta tribuna que a pesar de las inmensas diferencias sociales e ideológicas -yo soy un obrero, no un magnate-, el presidente de Venezuela estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y a dialogar sobre los asuntos bilaterales y de la región", dijo.
Aunque estaba previsto que en la Asamblea General hablara el canciller venezolano, Jorge Arreaza, Maduro anunció sorpresivamente por la tarde a través de un video en su cuenta de Twitter que estaba viajando a Nueva York para asistir al encuentro. "Vengo a la Asamblea General de las Naciones Unidas a defender la verdad de Venezuela, a traer la voz de nuestra patria", dijo.
En su discurso, Maduro también se refirió en forma crítica al éxodo de venezolanos hacia otros países de la región, un eje recurrente en los discursos de varios líderes latinoamericanos en la Asamblea. "Venezuela es sometida desde el punto de vista mediático. Se construyó un expediente de nuestro país para crear una crisis humanitaria. Se fabricó una crisis migratoria que se cae por su propio peso, que pretender desviar la crisis migratoria que hay en el mundo, en América Central, en México", indicó el mandatario.
Maduro estaba acompañado de la primera dama, Cilia Flores, una de cuatro figuras de su entorno íntimo que fueron sancionadas anteayer por Estados Unidos por corrupción.
Maduro, que la semana pasada dijo que evaluaba las condiciones de seguridad para decidir si asistía o no, acudió por última vez a la Asamblea General en 2015.
La presión en la ONU sobre el gobierno de Maduro se hizo más fuerte por la crisis migratoria, que provocó que 2,3 millones de personas abandonaran el país desde 2014.
Ante este panorama, en su discurso el presidente colombiano, Iván Duque, criticó a su par venezolano y dijo que "el fin de la dictadura" de Maduro era "un reto global".
Por su parte, el presidente chileno, Sebastián Piñera, cuestionó a Maduro. "¿Cómo puede ser tan ambicioso con respecto a retener el poder, que está dispuesto a sacrificar y hacer sufrir en forma tan intensa a su propio pueblo con tal de aferrarse al poder? Eso realmente no tiene ninguna justificación", dijo, pero tomó distancia de las palabras de Trump sobre la posibilidad de un golpe militar en Venezuela.
Más temprano, el presidente norteamericano había dicho que "todas las opciones" seguían sobre la mesa respecto a Venezuela, lo que se traduce en que mantiene abierta la opción militar de la que habló hace un año.
Desde Caracas, el gobierno chavista acusó a Trump de promover una "insurrección militar" en el país. "Venezuela manifiesta su más enérgico rechazo ante las declaraciones belicistas e injerencistas emitidas por el presidente de Estados Unidos [...], orientadas a promover una insurrección militar en el país", señaló la cancillería en un comunicado.
Por otro parte, Trump se mostró dispuesto a reunirse con Maduro. "Si está aquí, si quiere reunirse, no lo sé. No lo tenía en mente, no es algo en lo que piense. Pero si puedo ayudar a la gente, eso es para lo que estoy aquí", dijo Trump a la prensa al llegar a la sede de la ONU.
"Solo quiero que Venezuela tome la senda correcta. Que la gente esté a salvo", manifestó Trump. "Vamos a ocuparnos de Venezuela. Lo que está pasando es una desgracia".
"[Maduro] tiene que actuar con más humanidad. La gente sufre mucho en Venezuela y no hay razón para ello", sostuvo.
Al mismo tiempo, Trump reiteró que Washington respaldaría a Colombia en un eventual enfrentamiento militar entre los dos países. "Nosotros estamos con nuestros aliados en un 100%", dijo Trump en relación a Bogotá, y las tensiones que vive en su frontera con Venezuela.
Durante su intervención en la ONU, Duque habló sobre la crisis migratoria y la calificó como "la más indignante de la historia reciente de la región por cuenta de una dictadura que aniquiló las libertades".
Añadió que la "libre determinación de los pueblos no puede ser manipulada para convertirse en la libre determinación de los opresores", razón por la cual el "mundo debe actuar y unirse para que este éxodo trágico llegue a su fin y un pueblo pueda ver florecer la esperanza".
Agencias AFP, Reuters y AP
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