En medio del debate por la muerte de una joven holandesa, el Papa condenó la eutanasia
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco afirmó hoy que "la eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos" y que la respuesta a la persona que sufre tiene que ser no abandonarla. Lo afirmó en un mensaje en Twitter, tras el caso de la joven holandesa Noa Pothoven, de 17 años, que según se informó hoy decidió poner fin a su vida al dejar de ingerir agua y alimentos.
"La respuesta que hemos de dar es no abandonar nunca a quien sufre, no rendirnos, sino cuidar y amar a las personas para devolverles la esperanza", escribió el Papa.
La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta que hemos de dar es no abandonar nunca a quien sufre, no rendirnos, sino cuidar y amar a las personas para devolverles la esperanza.&— Papa Francisco (@Pontifex_es) 5 de junio de 2019
Pothoven, que falleció el domingo pasado en Holanda, "no murió por una eutanasia", sino que "dejó de comer y beber", informó hoy la clínica a la que la adolescente de 17 años había solicitado esa práctica, que le fue denegada por el centro médico. Los medios locales habían informado que se había tratado de eutanasia.
El caso conmovió al tratarse de una persona joven que tenía anorexia, depresión y estrés postraumático a causa de abusos sexuales y de una violación, procesos que relató en su autobiografía Ganando o aprendiendo, donde contó su trágica historia.
Ante el impacto que tuvo la noticia, la clínica De Levenseindekliniek subió un comunicado en su web "para poner fin a los informes incorrectos (en particular de los medios extranjeros) sobre su muerte", y obvió dar más detalles "por reglas de privacidad".
Según el relato de un periodista del sitio Político que lleva el caso desde 2018, la familia habría probado muchos tipos de tratamientos psiquiátricos y en los últimos meses para salvar a Pothoven, pero la joven habría intentado suicidarse en repetidas ocasiones. Finalmente, decidió no alimentarse y que pidió que nadie la asistiera. Quería que la dejasen morir.
En Holanda , la eutanasia es legal a partir de los 12 años y es autorizada siempre y cuando un médico concluya que el sufrimiento es insoportable e irremediable y luego de una serie de análisis clínicos y psicológicos. No está claro aún, en el caso de Pothoven, si ella pasó por esa revisión completa o simplemente decidió acelerar los tiempos con el acuerdo de sus padres.
Pothoven murió en una cama en su casa después de 10 días sin comer y bajo la "asistencia de sus padres".
Abusos
La infancia de Pothoven estuvo marcada por abusos. A los 11 años fue abusada en una fiesta y a los 14 años en un callejón de su ciudad. En su momento, no pudo denunciar los casos pero sí lo hizo más adelante, algo que revivió el sufrimiento, según explicó su padre, Lisette. Nunca pudo recuperarse del todo, y detalló su recorrido en su autobiografía Ganar o Aprender donde abarca el trastorno de estrés postraumático, la depresión y la anorexia.
Un día antes dejó un posteo en Instagram contando su historia y explicando que había dejado de comer y beber, motivo por el cual se cree que su cuerpo dejó de funcionar. La carta dice:
"Pensé por mucho tiempo si era necesario compartir esto o no, pero finalmente me decidí a hacerlo de todos modos. Tal vez resultará una sorpresa para muchos, pero yo pensé en este plan por mucho tiempo, y no tomé la decisión de forma impulsiva". Cuenta que dejó de comer y beber y que tomó, junto a un equipo, la decisión de dejar de vivir. Detalla: "Iré directo al grano: moriré en un máximo de 10 días. Después de haber luchado y batallado, siento que estoy agotada de todo esto".
Agencias DPA y ANSA
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