“En Medio Oriente hay un atisbo de esperanza”

Se muestra cauteloso, pero al mismo tiempo admite que tanto para Israel, en su diálogo con los palestinos, como para todo Medio Oriente, con vientos de cambio tenues pero antes impensables, se han abierto posibilidades reales de avanzar. En un caso, hacia la paz; en otro, hacia la democracia.

De visita en Buenos Aires para participar de un seminario de intercambio comercial, al que concurrió acompañado por una nutrida delegación de empresarios de su país, el vicepremier israelí, Ehud Olmert (Likud), titular además de la cartera de Industria, Comercio y Trabajo, mantuvo un diálogo con LA NACION en el que se refirió al nuevo liderazgo palestino, el terrorismo y la investigación por el atentado a la AMIA.

-¿Israel está satisfecho con los pasos que ha dado el presidente palestino Mahmoud Abbas para controlar a los extremistas?

-No son suficientes. Pero es sólo el comienzo. Sabemos que él puede eventualmente controlar a los terroristas, pero eso no sucede de la noche a la mañana. La posición de Israel es "démosle una oportunidad".

-En varios países de Medio Oriente se dieron pasos sin precedente hacia la democracia. ¿Cree usted que estamos ante un punto de inflexión en la región?

-Es muy temprano para abrir un juicio, pero es innegable que se abre un atisbo de esperanza. Se avanza en la dirección correcta. En Medio Oriente siempre se hallarán razones suficientes para ser pesimista. Pero si se tiene confianza se pueden tomar las oportunidades que surgen e impulsarlas. Lo que ha sucedido en la región no es suficiente, pero si a usted le decían hace un año que en muy poco tiempo iba a haber elecciones en Irak, en los territorios palestinos, que Egipto iba a dar pasos para reformar su proceso electoral, que miles de libaneses saldrían a las calles de Beirut para manifestarse contra Siria, o que Israel se iba a retirar voluntariamente de zonas de los territorios palestinos bajo su administración desde 1967... ¿no diría que todo esto es positivo? Miremos todo lo que se ha conseguido hasta ahora y cómo se puede, a partir de allí, apuntar hacia el futuro.

-Sin embargo, podría pensarse que todo esto es fruto de la presión internacional y no de una vocación genuina por la democracia...

-No creo que haya países que de golpe se transformen en democráticos. Pero es mejor que haya una presión en favor de la democracia que en favor de la violencia.

-Sharon ha dicho que el grupo Hezbollah es la amenaza mayor para Abbas y la región.

-Hezbollah, Jihad Islámica, Hamas... todos son lo mismo. ¿Qué diferencia hay entre ellos y Al-Qaeda? Es una cuestión de métodos, no de filosofía. Todos se oponen a los valores fundamentales de la civilización occidental y están dispuestos a tomar medidas radicales. Y nuestro deber es detenerlos, porque no puede haber compromiso con estas organizaciones. Son ellos o nosotros.

-La semana pasada el presidente Kirchner entregó a la Justicia los documentos de la SIDE sobre el atentado a la AMIA. ¿Es más optimista ahora que antes para que se aclare todo lo sucedido?

-Los atentados a la AMIA y a la embajada son heridas abiertas en el corazón de Israel. Y esa hemorragia no se detendrá hasta que los responsables no sean llevados ante la Justicia. Por supuesto, cuanto antes mejor.

-Usted acaba de realizar una visita de índole comercial. ¿Qué posibilidades hay de incrementar los lazos con la Argentina y el Mercosur?

-Tuve encuentros muy positivos con Kirchner y con Lula. Creo que ambos lados podemos obtener beneficios. El idioma del futuro es el de los negocios.

Poco antes se informó que el gobierno argentino propuso a la delegación de empresarios israelíes inversiones en minería, transporte, comunicaciones y agroindustria.