En medio de la implacable ofensiva turca, Trump acelera la retirada de tropas
La decisión implica un repliegue casi total de la frontera con Siria; las fuerzas kurdas negocian un acuerdo con el gobierno de Al-Assad para contrarrestar los ataques de Erdogan
WASHINGTON.- Estados Unidos retirará lo más rápido posible a unos 1000 soldados del norte de Siria, una dramática escalada en el repliegue de tropas ordenado por el presidente Donald Trump en medio del caos y la rampante violencia desatados por los enfrentamientos entre Turquía y las milicias kurdas, un conflicto que empeoró con la cruda ofensiva militar turca desplegada por Recep Tayyip Erdogan.
El repliegue, anunciado por el jefe del Pentágono, Mark Esper, implica un retiro casi total por parte de Estados Unidos de la frontera entre Turquía y Siria, y un virtual abandono a manos de los turcos de las milicias kurdas, aliadas de Washington durante el último quinquenio en la lucha contra Estado Islámico (EI).
El gobierno de Trump había retirado solo un pequeño contingente de entre 50 y 100 soldados, pero ayer, ante "una situación muy insostenible" que "empeora a cada hora", según Esper, decidió acelerar la evacuación de las tropas y evitar que queden atrapadas en el fuego cruzado entre turcos y kurdos. La orden llegó en medio de crecientes denuncias de atrocidades y una inminente ampliación de la ofensiva militar turca.
"Es una situación muy terrible", dijo Esper, en una entrevista con la cadena CBS. "Tenemos fuerzas estadounidenses probablemente atrapadas entre dos ejércitos que avanzan en direcciones opuestas; es una situación insostenible", justificó. Esper reveló que, anteanoche, luego de hablar con Trump y explicarle la situación, el presidente instruyó un "retiro deliberado" del norte del país.
Trump decidió acelerar el repliegue del norte de Siria a pesar del vendaval de críticas por parte de demócratas y republicanos por abandonar a los kurdos, aliados de Washington, a merced de las fuerzas turcas, y el riesgo de que ese repliegue dé pie al resurgimiento de Estado Islámico (EI). Ayer, más de 700 familiares y simpatizantes de miembros de EI escaparon de un campo de detención kurdo luego de bombardeos turcos, según las milicias kurdas.
Jim Mattis, primer secretario de Defensa de Trump y una voz en seguridad nacional respetada por demócratas y republicanos en Washington, fue uno de los que advirtieron ayer que el repliegue decretado por la Casa Blanca puede conllevar a un rebrote terrorista.
"Estado Islámico va a resurgir. Está absolutamente dado que van a volver", indicó.
Ya sin el respaldo militar de Estados Unidos, los kurdos, indicó Esper, abrieron una negociación con el régimen sirio de Bashar al-Assad y el gobierno de Vladimir Putin, aliado de Assad, en un intento de contrarrestar los ataques de Erdogan. La administración kurda en el norte de Siria anunció unas horas después un acuerdo con Damasco para el despliegue de tropas de Al-Assad en la frontera con Turquía con el fin de "prevenir y enfrentar la agresión turca e impedir que prosiga", según un comunicado.
"Fueron muy buenos luchadores en el campo de batalla", dijo Esper, sobre los kurdos y su papel en la ofensiva contra EI. "Obviamente, también lo hicimos posible. Al mismo tiempo, no nos anotamos para luchar contra los turcos en su nombre. Fuimos muy claros con ellos sobre eso", agregó.
El avance de las tropas y milicias turcas sobre territorio kurdo en los últimos días estuvo acompañado de un cúmulo de denuncias de atrocidades en los ataques que les permitieron conquistar ciudades y aldeas, pero también provocaron la muerte a decenas de civiles. En cinco días, al menos 104 combatientes kurdos y unos 60 civiles han muerto por la violencia, incluidos 26 ayer, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Las redes sociales sirvieron de vehículo para difundir videos con brutales asesinatos. Esper se refirió a las denuncias como probables "crímenes de guerra".
En este contexto, la ONU dijo ayer que unas 130.000 personas fueron desplazadas de sus hogares debido a la ofensiva turca y los enfrentamientos en las localidades sirias de Tal Abyad y Ras al Ain, según denunció la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Con la rápida evacuación de las tropas, Trump ratificó su determinación para sacar a Estados Unidos de los conflictos de Medio Oriente, una de sus principales promesas de campaña, con la cual el mandatario decidió avanzar pese a la fuerte resistencia en el Congreso, el Departamento de Estado, el Pentágono y la comunidad de inteligencia a ese giro de política exterior.
"Muy inteligente no participar en los intensos combates a lo largo de la frontera turca, para variar. Aquellos que nos metieron por error en las guerras de Medio Oriente todavía están presionando para pelear. No tienen idea de la mala decisión que han tomado. ¿Por qué no piden una declaración de guerra?", dijo Trump en Twitter.
Trump dijo además que estaba en contacto con legisladores republicanos y demócratas para avanzar en "imponer poderosas sanciones" a Turquía por la ofensiva militar.
El presidente además elogió el "gran consenso" en el Capitolio para esa movida, y en una frase acorde con su pasado de anfitrión de la televisión, agregó: "Turquía nos pidió que no lo hiciéramos, ¡estén atentos!".
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