Las aguas crecientes dejaron al descubierto los cuerpos en la orilla; las autoridades aseguran que hasta 600 fueron enterrados en la costa
ALLAHABAD, India.- Mientras el número de contagios diarios cayó por debajo de los 40.000 por primera vez en tres meses en la India, cuerpos envueltos en telas de se acumulan en la orilla de las aguas sagradas del Ganges, un triste recordatorio de la ferocidad del coronavirus en el país, que en pocas semanas se llevó decenas de miles de vidas.
Las curvas de casos y muertes por coronavirus descendientes que se registraron en los últimos días, con 37.500 nuevos casos y 907 muertes en las últimas 24 horas, contrastan con los cadáveres que flotan en el río que es sagrado para los indios.
En el peor momento de la segunda ola, los cementerios y crematorios se vieron desbordados por la extraordinaria afluencia diaria de muertos de Covid-19.
Por falta de espacio o de recursos, muchas familias se vieron obligadas a depositar los cuerpos de sus seres queridos a las aguas del Ganges.
Otros optaron por enterrarlos en tumbas apenas excavadas en las orillas arenosas del gran río, epíteto de la dios madre Ganga Ma, que da y toma la vida.
Pero la llegada del monzón, acompañada de sus lluvias torrenciales, provocó inundaciones y desalojó a los muertos enterrados en sus orillas.
Cerca de 150 cadáveres que aparecieron en las últimas tres semanas fueron incendiados, indicaron las autoridades de Allahabad, en el estado de Uttar Pradesh.
Ahora, las piras funerarias típicas de los meses en los que el virus devastó a la India se multiplican en las orillas del río, donde se espera que aparezcan más cuerpos para incinerar.
Según las autoridades de la ciudad, hasta 600 cadáveres fueron enterrados sumariamente en las orillas del Ganges en el punto álgido de la segunda ola, aunque algunos habitantes creen que la cifra está subestimada.
Millones de hindúes acuden tradicionalmente al Ganges para bañarse y lavar sus pecados o para realizar ritos funerarios, que dan lugar a la incineración de los muertos en sus orillas y luego se esparcen sus cenizas en las aguas.
Sonu Chandel, un banquero que trabaja en un crematorio a orillas del río, recuerda las escenas de hace unos meses de entierros sumarios que lo conmocionaron y está preocupado por la subida de las aguas.
“Fue muy triste ver a esta pobre gente enterrar a sus seres queridos de una manera tan indigna, y la subida de las aguas no hace más que empeorar la situación”, dijo. ”Siempre tengo miedo de que uno (un cuerpo) golpee mi remo o de que (mi bote) pase por encima de un cadáver al subir el agua”, añadió, traumatizado.
“Esta situación corre el riesgo de provocar enfermedades peligrosas. El gobierno debe investigarlo”, dijo Dipin Kumar, que vive cerca del Ganges, en Allahabad.
Los habitantes de otras importantes lugares religiosos del norte de India, situados aguas abajo, temen que la presencia prolongada de cadáveres infecte aún más el río, uno de los más contaminados del mundo.
La policía y los equipos de rescate patrullan la orilla en busca de cuerpos. Dos embarcaciones llevan a cabo la tarea y en ocasiones recurren a pescadores locales.
“El flujo es muy rápido”, dijo un oficial de policía. “En este momento es un desafío sacar los cuerpos”, manifestó.
Agencias AFP y AP
Fotos de AFP