En Italia, las elecciones son un virtual referéndum sobre Salvini

ROMA.- Casi 51 millones de italianos están llamados hoy a votar para elegir a 73 miembros del Parlamento Europeo, en elecciones que tendrán inmensas repercusiones internas, ya que significan un virtual referéndum sobre Matteo Salvini, el hombre fuerte del actual gobierno populista. Según los sondeos, el líder de la xenófoba y ultraderechista La Liga triunfará en los comicios, algo que pondrá al borde del colapso al ya frágil y cuestionado gobierno de coalición, que integra junto al Movimiento Cinco Estrellas (M5E).

Salvini, ministro del Interior y viceprimer ministro, en los últimos meses hizo una campaña electoral a todo o nada. Y convirtió estas elecciones para renovar el Parlamento Europeo en una ocasión para confirmar su innegable liderazgo y aplastar a su socio-rival, Luigi Di Maio, líder del antisistema M5E, ministro de Trabajo y viceprimer ministro.

Aunque unidos desde el 1° de junio del año pasado en una extraña alianza de gobierno, Salvini y Di Maio en los últimos meses de extenuante campaña electoral se enfrentaron con todo. Hubo golpes bajos, insultos, cruces continuos en las redes sociales y ambos se presentaron como enemigos absolutos. Reiteraron sus diferencias ideológicas sobre todos los temas: desde seguridad hasta política migratoria, económica, familiar y de infraestructuras. Así paralizaron a su gobierno, el primero populista de Europa.

Salvini, de 46 años y muy hábil para captar a ese electorado italiano enojado con la clase dirigente por la pésima situación económica, siguió apostando a su retórica y política de mano dura contra los inmigrantes. Di Maio, de 32 años, que desde que se alió con Salvini perdió popularidad, intentó recuperar terreno al distanciarse de él y aprovechando diversos escándalos de corrupción que salpicaron a políticos de La Liga. De hecho, planteó los comicios de hoy como un referéndum entre el M5E y "Tangentópolis", en alusión al escándalo por coimas que hundió a los partidos tradicionales en los 90.

Luego de semanas al rojo vivo en las que la última preocupación fue el futuro de Europa, los dos protagonistas del duelo bajaron el tono y aseguraron que el resultado de las elecciones no iba a significar un colapso de su gobierno contra natura. Pero la incertidumbre es máxima y pocos creen que las elecciones no alterarán los actuales equilibrios.

Se espera que La Liga -que en las elecciones europeas de 2014 obtuvo un magro 6%, pero en las de marzo del año pasado llegó al 17%- conquiste al menos el 30% de los votos, lo que lo convertiría en el partido más fuerte del país. Este anunciado sorpasso del partido de Salvini con respecto al de Di Maio, que el año pasado obtuvo el 32%, podría provocar un tsunami. Es decir, una crisis de gobierno y un llamado a elecciones anticipadas en las que Salvini podría coronar su sueño de convertirse en primer ministro, algo que en verdad muchos italianos creen que ya es virtualmente.

En un escenario marcado por fuertes preocupaciones por la frágil situación económica, todo dependerá de la magnitud del triunfo de Salvini, que podría no ser tan apabullante como indicaron los últimos sondeos, publicados hace dos semanas. Pero que, si superara el 35%, llevaría casi inevitablemente a un colapso del actual gobierno. O a un gran recambio de fuerzas, que podría significar incluso la salida del actual primer ministro, Giuseppe Conte, cercano al M5E. El dirigente podría ser reemplazado por una figura de La Liga.

En este marco, también será determinante saber quién conquistará el segundo lugar en los comicios: ¿el M5E, que espera obtener un 24%, o el Partido Democrático (PD), de centroizquierda? De la mano de su nuevo secretario, Nicola Zingaretti, el PD intenta levantarse de su histórica derrota del 4 de marzo de 2018, cuando obtuvo apenas el 18,7%. Lejos del momento de gloria vivido en las últimas elecciones europeas, cuando con el hoy denostado expremier Matteo Renzi obtuvo un 40%, el PD espera alcanzar entre el 20 y el 23%.

Habrá que ver también qué pasa con viejos nombres como el del expremier Silvio Berlusconi, otra vez candidato para su partido de centroderecha, Forza Italia, o el de la excomisaria europea Emma Bonino, al frente de Más Europa, agrupación liberal de centro. Como en otras oportunidades, serán los indecisos la clave del resultado.

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