Arrastrados por diferentes afluentes, inmensos depósitos de plástico multicolor cubren como un manto las tranquilas aguas del lago Suchitlán en El Salvador, lo mismo sucede en las paradisíacas playas del Caribe hondureño, que reciben miles de toneladas de desechos de Guatemala
LA NACION
Fotos: Orlando Sierra /AFP
Edición fotográfica: Fernanda Corbani
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