La policía declaró estado de emergencia la noche del sábado cuando una nueva fisura volcánica en la península de Reykjanes comenzó a arrojar lava, en la cuarta erupción desde diciembre
Las autoridades de Islandia han declarado el estado de emergencia tras la cuarta erupción desde diciembre del volcán en la península de Reykjanes.
La erupción provocó que una colada de lava se escapara de una fisura de 3 kilómetros de longitud, que ahora discurre a unos cientos de metros de la ciudad de Grindavik, evacuada de nuevo tras la emergencia de noviembre pasado. Si bien el flujo de lava disminuyó, aún rige el estado de alerta.
La lava pareció fluir hacia el sur, donde se instalaron diques para resguardar al poblado pesquero de Grindavik.
Las autoridades advirtieron que había una acumulación de magma en el suelo “que podría conducir a una nueva irrupción de magma y posiblemente una erupción”, que podría darse “con muy poco aviso”.
Fotos: AFP y AP
Edición fotográfica: Fernanda Corbani