En Estados Unidos, el Gobierno mostró armonía con gobernadores de distinta filiación política
El ministro Rogelio Frigerio, Hugo Passalacqua, gobernador de Misiones, Juan Manuel Urtubey, de Salta, Alfredo Cornejo, de Mendoza, Ricardo Colombi, de Corrientes y Omar Gutiérrez, de Neuquén mostraron sintonía
WASHINGTON.- Hugo Passalacqua, gobernador de Misiones, hablaba ante estudiantes y profesores reunidos en la Universidad George Washington sobre la sintonía con el Gobierno y la convicción de “ir para adelante”, que ahora las diferencias políticas eran “secundarias”, y que cuando los gobernadores viajan a Buenos Aires ya no se vuelven con menos, como sucedía antes.
Lo escuchaban el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los gobernadores de Salta, Juan Manuel Urtubey ; Mendoza, Alfredo Cornejo ; Corrientes, Ricardo Colombi , y de Neuquén, Omar Gutiérrez, al cierre de una gira por Estados Unidos.
“Anoche estábamos cenando y decíamos, ‘che, pero todos decimos lo mismo’. Y es que todos sentimos lo mismo”, cerró Passalacqua.
El Gobierno mostró en Estados Unidos armonía con gobernadores de distinta filiación política, un frente unido, tal como le gusta a la Casa Rosada. Urtubey, cuando se retiraba del edificio, se permitió incluso bromear cuando dijo que las peleas eran “nada más por el vino”. Hubo defensa del gradualismo, y críticas al populismo.
Frigerio abrió la charla con un punteo de las demandas políticas con las que debe lidiar el Gobierno, en muchos casos, dijo, contradictorias. “Nos piden que no hagamos una reducción del déficit fiscal, pero nos piden que bajemos la inflación y que bajemos la deuda”, fue una de las frases que utilizó. Defendió el gradualismo, y dijo que estaban muy satisfechos con los avances que han logrado.
Sobre el final, al reiterar el objetivo de campaña de unir al país, dijo que los dirigentes tenían que dar el ejemplo, y le dio un guiño a las provincias para empujar la reforma política que el oficialismo no logró sacar del Congreso.
“La reforma política ya va a llegar. Y si no llega desde la nación, va a venir desde las provincias”, dijo el ministro.
Al final, ante una pregunta, Frigerio habló de la dificultad para romper con el populismo: “El populismo en la Argentina tiene que ver con nuestro ADN. No es que hay un partido político que sea populista, ha habido dictaduras, gobiernos radicales y peronistas que han sido populistas. Romper ese apego al populismo que tiene la argentina es complejo, exige mucho cuidado con las políticas publicas y con el timing de las reformas”, afirmó.
Urtubey, uno de los peronistas que mayor afinidad ha logrado con el macrismo, fue uno de los más asertivos a la hora de dejar en claro la intención de acompañar al Gobierno.
“Nos toca demostrar que un gobierno que tenga un tercio de legisladores sea eficiente. Hemos tomado la decisión de hacernos cargo, de acompañar este desafío”, afirmó. Y, sobre el final, insistió en la misma idea: “El desafío es entrar en un círculo virtuoso y salir de poner trabas en la rueda al que está gobernando”.
Ricardo Colombi dijo que el gobierno está tratando de ser creíble hacia adentro y fuera del país. Y Passalacqua elogió la relación que ha establecido la Casa Rosada con los mandatarios del interior del país.
“Siempre en los últimos 100 años cada vez que se llamaba a los gobernadores a Buenos Aires era para quitarles algo. Ahora es exactamente al revés Eso es lo que nos motiva. Si somos convocados a Buenos Aires, algo nos vamos a llevar a casa”, dijo el gobernador de Misiones.
Cornejo, sentado al lado de Frigerio, avaló su postura de que existe un exceso de demandas políticas en la Argentina, dijo que reducir el déficit fiscal es “imprescindible”, y utilizó una frase familiar para enmarcar el desafío que implica abandonar el populismo sin caer en un ajuste draconiano.
“Cada una de esas dicotomías que planteó Rogelio con mucha claridad son el gran dilema del gobierno y de toda la dirigencia política”, afirmó el mendocino, en otra señal de unidad. “Como decía mi abuela, se nos reclama un chancho gordo que pese poco”, bromeó.
Omar Gutiérrez, líder del Movimiento Popular Neuquino, fue el último que habló, y eligió arrancar con otra anécdota de unidad que salió de las presentaciones que hizo el grupo en su gira: “Somos tan solidarios entre nosotros que vamos cambiando quién habla último, que es el que habla menos”.
Gutiérrez dijo que los espacios que se están construyendo buscan que estos cuatro años del primer mandato de Mauricio Macri sean de “transformación, no de transición”. Luego, cerró con contundencia: “Esto es codo con codo, se acabaron los tiempos de codo contra codo”.
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