En el vuelo de regreso, el Papa reconoció que intervino para el acuerdo de paz en Colombia
Dio su ya habitual conferencia de prensa en el avión tras la gira por Cuba y EE.UU.; insistió en que desea viajar a China: "Yo amo al pueblo chino"
ROMA.- Una vez más, pese a la maratón de 10 días en Cuba y Estados Unidos, como ya es costumbre, media hora después de despegar de Filadelfia hacia Roma, el papa Francisco se trasladó a la parte trasera del avión para hablar con los periodistas. Dialogó durante 50 minutos, durante los cuales reconoció que intervino personalmente en el reciente acuerdo entre Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Me quedé contentísimo y me sentí parte en el sentido de que yo siempre quise esto. Hablé dos veces con el presidente Santos sobre este problema, y la Santa Sede está muy abierta a ayudar como pueda", reveló ayer Francisco.
-Filadelfia, como sabe, tuvo momentos difíciles con el tema de abusos sexuales. ¿Por qué al reunirse en Washington con obispos tuvo palabras de consolación para ellos?
En Washington les hablé a todos los obispos de Estados Unidos. Sentí la necesidad de expresar la compasión porque pasó una cosa feísima. Y muchos sufrieron porque no sabían esto, siendo hombres de Iglesia, de oración, verdaderos pastores. Pero cuando un sacerdote comete un abuso es gravísimo, porque la vocación del sacerdote es hacer crecer a ese niño, a esa niña, hacia el amor de Dios, hacia la madurez afectiva, o el bien. En vez de hacer eso lo ha impulsado al mal, y por esto es casi un sacrilegio. Y él ha traicionado la vocación, la llamada del Señor.También son culpables aquellos que encubrieron estas cosas, también hay algunos obispos que han tapado esto y es una cosa feísima. Y las palabras de consuelo no son decir: «Quedate tranquilo, no es nada». No, no, no. Ha sido así, pero ha sido tan feo que me imagino que han llorado mucho. En ese sentido fueron esas palabras.
-Ha hablado mucho del perdón. Hay muchos sacerdotes que han cometido abusos sexuales a menores y no han pedido perdón a sus víctimas. ¿Usted los perdona?
Si una persona ha hecho mal, es consciente de lo que ha hecho y no pide perdón, yo le pido a Dios que lo tenga en cuenta. Yo lo perdono, pero él no recibe el perdón.
¿Entiende a las víctimas y sus familias que no han logrado perdonar?
Sí, los comprendo, rezo por ellos y no los juzgo. Rezo y le pido a Dios porque Dios es un campeón en buscar caminos de solución. Pido que lo arregle.
Ahora que hay un acuerdo histórico, por el proceso de paz en Colombia, ¿usted se siente un poco parte de este acuerdo? Usted había dicho que iba a ir a Colombia cuando hubiese acuerdo, ahora muchos colombianos lo están esperando.
Cuando tuve la noticia de que en marzo se va a firmar el acuerdo le dije al Señor: "Señor, haz que lleguemos a marzo, que se llegue con esta bella intención, porque faltan pequeñas cosas, pero la voluntad existe, de ambas partes, de ambas partes". Existe. También en el pequeño grupo, por lo tanto están de acuerdo. Tenemos que llegar a marzo al acuerdo definitivo. Queda el punto de la justicia internacional. Yo me quedé contentísimo y me sentí parte en el sentido de que yo siempre quise esto. Hablé tres veces con el presidente Santos sobre este problema, y la Santa Sede está muy abierta a ayudar como pueda.
Quería preguntarle sobre la crisis migratoria en Europa. Muchos países están construyendo nuevas barreras de alambre de púas. ¿Qué piensa?
Usted ha usado una palabra: crisis. Se convierte en un estado de crisis después de un proceso largo. Esto es el resultado de un proceso de años, porque las guerras de las que aquella gente huye son guerras de años. El hambre es hambre de años. Y usted me pregunta sobre las barreras. Usted sabe cómo terminan los muros. Todos los muros caen, hoy, mañana, o dentro de 100 años, pero todos caen. Los muros nunca son la solución. Los puentes sí.
-¿Usted apoya a las personas, incluso funcionarios del gobierno [de Estados Unidos] que por objeción de conciencia no llevarían adelante, por ejemplo, una legislación en favor del matrimonio homosexual?
La objeción de conciencia es un derecho que entra en cada derecho humano. Y si una persona no permite hacer objeción de conciencia, niega un derecho. Si el funcionario de gobierno es una persona humana, tiene ese derecho.
¿Qué piensa sobre las relaciones de la Santa Sede con China y sobre la situación en este país, que es bastante difícil también para la Iglesia Católica?
China es una gran nación que aporta al mundo una gran cultura y tantas cosas buenas. Yo dije una vez, en el avión cuando estábamos sobrevolando [China], volviendo de Corea, que me gustaría mucho ir a China. Yo amo al pueblo chino, lo quiero mucho. Yo deseo que existan las posibilidades de tener buenas relaciones. Tenemos contactos, hablamos, es necesario seguir adelante. Para mí, tener un país amigo como China, que tiene tanta cultura y tanta posibilidad de hacer bien, sería una alegría.
Lo hemos escuchado destacar el papel de las mujeres, las monjas, ¿veremos alguna vez mujeres sacerdotes?
Las monjas en Estados Unidos han hecho maravillas. En el campo de la educación, en el campo de la salud. En cuanto a las mujeres sacerdotes... eso no puedo hacerlo. El papa San Juan Pablo II, después de largos tiempos de reflexión, lo dejó dicho claramente. ¡No porque las mujeres no tengan la capacidad! Mirá que en la Iglesia son más importantes las mujeres que los hombres. Porque la Iglesia es mujer: "la" Iglesia, no "el" iglesia.
En Estados Unidos usted se ha convertido en una estrella. ¿Es bueno para la Iglesia que el Papa sea una estrella?
¿Sabés cuál era el título que usaban los papas y que se debe usar? Siervo de los siervos de Dios. Es un poco diferente de una estrella. Las estrellas son lindas para verlas. Pero el Papa debe ser el siervo de los siervos de Dios.