En el norte de Israel, temor y resignación ante el aumento de los ataques de Hezbollah
En la última semana, el grupo terrorista libanés, apoyado por Irán, disparó cientos de cohetes y misiles contra el norte de Israel y los Altos del Golán
- 4 minutos de lectura'
NAHARIYA, Israel.– Con más comunidades israelíes en la mira de Hezbollah a medida que Israel se adentra en el Líbano, algunos habitantes del norte israelí esperan que su país pueda acabar por fin con la amenaza del grupo terrorista libanés, mientras que otros contemplan con resignación el aumento de la violencia.
“Hay una sensación de que, por fin, estamos actuando para restablecer la paz aquí, lo que no ha sido el caso de lo ocurrido en el último año”, dijo Barak Raz en la ciudad costera de Nahariya, en el norte de Israel.
Albina Chemodakov, empleada de un negocio, de 22 años, dijo: “Da mucho miedo vivir de esta manera, pero vivimos en Israel. Es nuestra vida”.
En la última semana, Hezbollah, apoyado por Irán, ya disparó cientos de cohetes y misiles contra el norte de Israel y los Altos del Golán, ocupados por Israel, mientras que aviones israelíes atacaron más de 1600 objetivos en el sur de Líbano y el valle de la Bekaa, más al norte.
El bombardeo de anteayer se produjo después de semanas de creciente tensión en el norte, que durante casi un año ha sido testigo de un nivel constante y relativamente contenido de fuego transfronterizo que se ha visto eclipsado por la sangrienta guerra en la Franja de Gaza, al sur.
Raz, diseñador gráfico de 32 años de Tel Aviv, acaba de terminar su segundo despliegue como reservista en el norte desde octubre pasado, cuando Hezbollah lanzó su primera andanada de cohetes en apoyo al ataque dirigido por Hamas contra el sur de Israel. “Espero que las cosas mejoren pronto. No quiero volver para un tercer despliegue”, dijo.
Los meses de lanzamiento de cohetes han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, una situación que se repite en Líbano, y ya dejó grandes franjas de las zonas fronterizas casi desiertas.
A medida que los combates en las ruinas de Gaza fueron disminuyendo, el foco militar se fue desplazando al norte, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu se ha visto sometido a una creciente presión política para que los residentes evacuados regresen a sus hogares.
En Nahariya, que en tiempos normales es una animada ciudad costera de unos 60.000 habitantes a pocos kilómetros de la frontera con el Líbano, las órdenes de defensa civil cerraron las playas y el boulevard principal está tranquilo.
Israel no ha visto en su suelo el nivel de destrucción que sufre el Líbano, donde más de 500 personas murieron y por lo menos 1800 resultaron heridas en el bombardeo más intenso de Israel en dos décadas.
“Días difíciles”
Pero tanto Netanyahu como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtieron que se avecinan días difíciles e hicieron un llamado a la calma.
“En los últimos días, Hezbollah ya disparó cientos de cohetes contra Israel. En la última semana, más de 700 misiles y cohetes fueron disparados hacia Israel, causando daños en muchísimas casas y comunidades”, dijo Nadav Shoshani, vocero militar.
Hasta ahora no se ha informado de víctimas graves, pero los hospitales elaboraron planes de emergencia para tratar casos complejos y la tensión golpea a muchos residentes.
“Estoy estresada. Tengo un amigo que es soldado en el Ejército y está muy estresado y me preocupo por él, porque toda la gente que conozco, mi familia, todos están estresados”, dijo Alona Dazhalvili, trabajadora sanitaria de 47 años.
“La gente está muy asustada por la situación. No es fácil. No es fácil”, añadió.
Los residentes de todo el norte pudieron ver el domingo estelas de humo y trazadores cuando las baterías de defensa aérea dispararon contra los misiles entrantes, y las alarmas siguieron sonando ayer.
Las sirenas antiaéreas se activaron con regularidad durante la jornada de ayer, e incluso muchas compañías aéreas cancelaron sus vuelos.
Pese al clima bélico reinante, las operaciones portuarias continuaron con normalidad en Haifa, el mayor puerto industrial del país, mientras las autoridades trataban de mantener el ritmo de la economía a pesar de las perturbaciones bélicas.
También se cerraron las escuelas y las autoridades de defensa civil dieron instrucciones a la población para que siga las advertencias y busque refugio cuando suenen los avisos de ataque aéreo.
“¿Qué se puede decir? Estamos acostumbrados”, dijo Uri Hayo, un jubilado de 76 años. “Cada diez años, 15 años, cinco años, otra vez una guerra. Esto es Israel”.
Manuel Ausloos
Agencia Reuters
Otras noticias de Guerra en Medio Oriente
Guerra en Medio Oriente. Estados Unidos atacó objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen
"Cien mil cuerpos". El horror de las fosas comunes en Siria, otro oscuro hallazgo sobre la brutal represión de la era Al-Assad
Vulnerabilidad, incertidumbre y cautela. “Si mostramos las armas para protegernos, nos hacen la guerra”: el temor de los cristianos en Maalula tras la caída de Al-Assad
- 1
Crisis en Canadá: Trudeau reorganiza su gabinete en medio de crecientes presiones para que renuncie
- 2
The Economist nombró al país del año: cuál fue el elegido y qué dijo sobre la Argentina
- 3
Uno de los opositores venezolanos asilados salió de la embajada argentina para entregarse a las autoridades chavistas
- 4
Video | Así fue el atropello masivo en un mercado navideño en Alemania