En el este de Ucrania, el fuego de artillería y las casas dañadas hablan de un intento de provocación de Rusia
Durante los últimos días, la ciudad de Stanitsa Luganska ha sido blanco de separatistas; algunos especulan que estos bombardeos son un intento de Rusia de provocar, y luego justificar, una invasión a Ucrania
- 6 minutos de lectura'
STANITSA LUGANSKA, Ucrania.- Tras el bombardeo del jueves, los trabajos de reparación del techo continuaron incluso durante el sábado, cuando el estruendo de la artillería se escuchaba cada vez más cerca y los proyectiles impactaban alrededor de la vivienda. Una mujer mayor que circulaba en bicicleta ni se inmutó cuando el temblor del bombardeo sacudió los cristales ya rotos de las ventanas.
“No hay que tener miedo”, dice Diana Levenets, que vive en la calle donde hace dos días los proyectiles alcanzaron dos casas.
Después, para determinar si se trataba de fuego proveniente de un mortero o de un obús —que lanza municiones a mayor distancia y con mayor violencia—, Levents contó los segundos entre un estallido y el siguiente. En Stanitsa Luganska, este pueblo de Ucrania Oriental golpeado por la guerra, todos tienen incorporado ese reflejo, pero hacía mucho tiempo que no tenían que apelar a ese recurso de supervivencia, porque hacía seis años que el pueblo no sufría bombardeos como los de esta semana.
“Me resisto a creer que habrá nuevas acciones militares”, dice Levenets. “Pero a Rusia no le creo una sola palabra de lo que dice, ni sus declaraciones ni en sus intenciones presuntamente pacíficas”.
El viernes, el presidente norteamericano Joe Biden advirtió que Rusia podría lanzar un ataque militar contra Ucrania “en los próximos días”. De todos modos, a los ucranianos que viven al este del Donbass, donde el conflicto entre los separatistas —que según ellos son milicias subsidiarias rusas— y las fuerzas del gobierno ucraniano es una realidad diaria desde 2014, la amenaza de una invasión inminente no los perturba demasiado.
We’ve seen reports of a major uptick of violations of the ceasefire by Russian-backed fighters attempting to provoke Ukraine — and we continue to see more disinformation pushed out to the public.
— President Biden (@POTUS) February 19, 2022
All of this is consistent with the playbook that the Russians have used before. pic.twitter.com/0HHiCRxcTf
Pero el virulento aumento de los ataques del bando de los separatistas durante los últimos tres días estremeció incluso a los más acostumbrados a la guerra, y ahora temen que las fuerzas apoyadas por Rusia sigan atacando las viviendas para provocar a las tropas ucranianas, que hasta ahora tienen orden de no abrir fuego. El gobierno norteamericano advirtió que para justificar una invasión, Rusia podría simular un ataque de las fuerzas ucranianas contra los separatistas.
En las redes sociales y en la aplicación de mensajería Telegram, los líderes separatistas acusaron a Ucrania de atacar territorios controlados por sus fuerzas y dijeron que tenían que responder en consecuencia. El viernes, los líderes de las dos repúblicas autoproclamadas anunciaron una evacuación masiva, tras asegurar que Ucrania está planeando una ofensiva en la región, algo que el gobierno de Kiev niega rotundamente. La magnitud de esas evacuaciones es una incógnita.
“Sabemos perfectamente de dónde provienen estos bombardeos y quién los está lanzando”, dijo Levenets, y señala hacia los cerros donde están apostadas las fuerzas separatistas. “Los vemos venir con nuestros propios ojos.”
En un comunicado, las Fuerzas Armadas de Ucrania señalaron que los bombardeos de la zona del Donbass controlada por el gobierno se multiplicaron “por diez” desde el jueves. El sábado, con un posteo en Facebook, los militares ucranianos informaron que dos soldados murieron y cinco resultaron heridos, y que se registraron 70 violaciones al alto el fuego por parte de los separatistas apoyados por Rusia.
Fuera de la ciudad de Novoluhanske, junto a la línea de demarcación con el territorio de la autoproclamada República Popular de Donetsk, el coronel Oleksandr Zinevich recorrió junto a la prensa una zona industrial abandonada que en los últimos días recibió fuego de artillería de las fuerzas separatistas. Más temprano ese mismo sábado, un soldado ucraniano de 27 años que corría a toda velocidad por la calle recibió el impacto de un proyectil.
“Va a perder la mano”, dijo Zinevich, mientras mostraba fotos de la herida en su teléfono.
Zinevich informó que durante la mañana también un pescador recibió un impacto de metralla, pero que no había sido herido de gravedad. Hace años que el lugar había dejado de ser un “zona caliente”, pero Zinevich dijo que el aumento de los ataques de los últimos tres días, con artillería, morteros y granadas, deja claro que se trata de una campaña coordinada por Rusia.
Moscú está intentando provocar a las fuerzas ucranianas para que respondan, lo que le daría una excusa para lanzar un ataque, señaló Zinevich. El coronel ucraniano también dijo que sus tropas recibieron la orden de no responder, salvo si sus vidas corrían peligro.
“La Federación Rusa está tratando de empujarnos a la guerra con una mentira”, dijo Zinevich.
Unos minutos después, mientras un grupo de periodistas y los soldados que los escoltaban se retiraban en vehículos militares, un obús se estrelló contra el suelo a menos de 200 metros de distancia. Los vehículos aceleraron la marcha mientras desde el este llegaba el estruendo de nuevos disparos. La gente corría en todas direcciones para ponerse a salvo.
En la entrada de un refugio militar contra explosiones, los soldados hacían ingresar a toda velocidad a dos vecinos y a otro grupo de periodistas. Finalmente todos fueron evacuados ilesos de la zona de conflicto.
El punto álgido de la escalada se registró el jueves a las 8:45 de la mañana en el pueblo de Stanitsa Luganska, cuando se desmoronó la pared de un jardín de infantes alcanzada por un proyectil de artillería. Ningún niño resultó herido y todos fueron evacuados desesperadamente al salón de actos, donde los calmaron diciéndoles que el estruendo que habían oído era solo un trueno. Esa noche, la localidad fue blanco de nuevos ataques. La artillería destrozó el techo de dos viviendas y esas familias pasaron la mañana del sábado juntando la ropa de primavera y de verano para instalarse a vivir en el sótano. No planean evacuar la casa, pero temen que otros ataques de artillería destruyan todas sus pertenencias.
The shelling of a kindergarten in Stanytsia Luhanska by pro-Russian forces is a big provocation. It's important that diplomats & the @OSCE remain in 🇺🇦, their monitoring activities are an additional deterrent. We need an effective mechanism for recording all ceasefire violations.
— Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) February 17, 2022
“Es lo que viene pasando todo el tiempo sin parar, día y noche”, dijo Katya, la matriarca de la casa, que prefiere no dar su apellido. “Y nuestro temor es que sea solo el comienzo.”
Video shows rescuers, teachers and kindergarten staff leading children out of the building as Ukraine accuses Russia-backed separatist forces of shelling a village controlled by Ukrainian government troops and hitting a school there. https://t.co/Drf2U2tfIG pic.twitter.com/v5h3C919i7
— ABC News (@ABC) February 17, 2022
Mientras tanto, la cuadrilla de obreros seguía reparando techo destrozado de una casa vecina. Y el jardín de infantes que fue bombardeado hace unos días planea recibir nuevamente a sus alumnos este mismo lunes.
Por Isabelle Khurshudyan y Steve Hendrix
Traducción de Jaime Arrambide
Otras noticias de Ucrania
- 1
The Economist nombró al país del año: cuál fue el elegido y qué dijo sobre la Argentina
- 2
Video | Así fue el atropello masivo en un mercado navideño en Alemania
- 3
El Ejército israelí informó que un proyectil lanzado desde Yemen impactó cerca de Tel Aviv: al menos 20 heridos
- 4
Las declaraciones de Pepe Mujica y su mujer sobre la dictadura que provocaron polémica y llegaron hasta la Justicia en Uruguay