En el Congreso, una división sin cambios
Los demócratas tienen el control del Senado y la oposición, de la Cámara de Representantes
WASHINGTON.- La inapelable victoria del presidente Barack Obama sobre Mitt Romney en las elecciones presidenciales de anteayer mantendrá sin cambios el balance de poder que hasta ahora imperaba en Washington, donde los demócratas ampliaron su dominio en el Senado y los republicanos retuvieron el control de la Cámara de Representantes.
Los resultados legislativos auguran un nuevo período de estancamiento en el Congreso, campo de batalla en el que las iniciativas de Obama fueron bloqueadas por los republicanos tras las elecciones de medio término de 2010. A pesar de perder 11 bancas, los republicanos mantienen una mayoría de 232 representantes contra 191 demócratas en la Cámara baja. En tanto, en el Senado, el partido que ayer retuvo la Casa Blanca ocupará 52 asientos -ganó uno- frente a los 45 -perdió dos- en poder republicano.
Toda nueva legislación debe ser aprobada por el Senado y la Cámara de Representantes antes de que sea firmada por el presidente, un hecho cuyo costo Obama conoce y al que ha culpado de haber quebrantado la segunda mitad de su mandato.
Además de cuestionar la reforma sanitaria, los representantes republicanos bloquearon en 2011 la liberación de fondos para la administración, una iniciativa que tuvo al borde del colapso al gobierno. Sin embargo, el verdadero tema que dominará las discusiones en el Congreso, desde ahora y hasta fin de año, es la fijación del techo fiscal, una amenaza para la economía y una meta comprometida por un acuerdo entre demócratas y republicanos.
Si el Congreso no consigue un acuerdo sobre la manera de reducir el gasto en el mediano plazo, el país se vería forzado a hacer recortes inmediatos del gasto en el gobierno a partir del 1° de enero, al tiempo que se deberían aumentar los impuestos. Los expertos prevén que un aumento en los impuestos afectaría directamente los gastos de los hogares, un riesgo para que Estados Unidos vuelva a caer en recesión y la consecuente rebaja en la calificación crediticia por parte de agencias internacionales como Standard & Poor's, Moody's y Fitch.
Los legisladores de ambos partidos están bajo presión para sacar adelante un plan fiscal alternativo antes de que termine el año.
De aplicarse el proyecto existente, podría recortarse hasta en un 4% el PBI, según el FMI.
Agencias DPA y AFP