En EE.UU., el 70% cree que Kennedy fue víctima de un complot
En 1966 sólo el 46% respaldaba esa teoría
NUEVA YORK.- ¿Lo mandó asesinar Fidel Castro? ¿Fue una vendetta de la mafia? ¿La CIA planeó todo? ¿Lyndon B. Johnson lo traicionó al venderse a los intereses de la industria petrolera texana? Al cumplirse hoy 40 años de la muerte de John Fitzgerald Kennedy, los interrogantes son más numerosos que nunca, y las últimas encuestas muestran que la gran mayoría de los norteamericanos cree que existió una conspiración para matar al 35° presidente de Estados Unidos. Lee Harvey Oswald, aseguran, no lo pudo haber hecho solo.
Según una encuesta nacional de la cadena televisiva ABC, el 70 % de los estadounidenses sostiene que hubo un complot para asesinar al mandatario. Se trata de una tendencia que viene desde 1966 -cuando sólo el 46% de la población respaldaba una teoría conspirativa- y que ha crecido pese a que, en concreto, no hay nuevas evidencias que permitan afirmar que Oswald estaba al servicio de algo o alguien más grande.
"Millones de personas sostienen que hubo una conspiración porque, creo, les es muy difícil aceptar la idea de que alguien tan insignificante como Oswald haya podido matar a alguien tan significativo como Kennedy", comentó Robert Dallek, historiador de la Universidad de Boston, quien acaba de publicar la biografía "Una vida inacabada: John F. Kennedy 1917-1963".
Como todos los años en que se cumple un aniversario redondo, los estadounidenses recordarán hoy aquel fatídico mediodía del 22 de noviembre de 1963, cuando, en Dallas, tres disparos acabaron con la vida de Kennedy, y con ella, el sueño de esta nación, el Camelot norteamericano.
La película de 8 milímetros que filmó ese día Abraham Zapruder, espectador de la caravana presidencial en Dealey Plaza, será pasada por TV una y otra vez. Hasta el hartazgo, se verá cómo las tres balas impactan sobre Kennedy y el gobernador de Texas, John Connally, mientras saludan desde el automóvil descapotable a la multitud, con sus esposas al lado.
Utilizando la película de Zapruder, la ABC intentó esta semana despejar en un documental las teorías de que hubo más de un francotirador ese mediodía. Para ello contrataron a Dale Myers, un animador de computadoras que estudió el asesinato durante 25 años, y que generó una simulación animada exacta de los hechos en Dealey Plaza.
La animación muestra que, por la posición de Connally y Kennedy en el auto, cualquier bala que impactara sobre el hombro derecho del presidente y saliera por su garganta habría continuado hasta pegarle a Connally en la espalda.
"No se trata de una bala mágica, sino de que por el ángulo en que entra, perfora al presidente y sigue su camino", señaló Myers, quien analizó todos los ángulos posibles desde los que podrían haber disparado otras personas y llegó a la conclusión de que todos los disparos provenían del sexto piso del Depósito de Textos Escolares de Texas, donde se encontraba Oswald.
Otro de los elementos que generaba dudas sobre cuántos atacantes había era una cinta grabada por un policía en la que supuestamente se escuchan cuatro disparos. Pero los científicos llegaron a la conclusión de que el cuarto sonido no es un disparo, sino el ruido de un auto.
Castro, la CIA, Johnson
Robert Oswald ha afirmado recientemente que su excéntrico hermano de 24 años, estudioso del marxismo y admirador de Fidel Castro, siempre había buscado llamar la atención, y el matar a Kennedy cuadraba perfectamente con su idea.
Sus viajes a la Unión Soviética, en plena Guerra Fría, despertaron inmediatamente la teoría de que había asesinado al presidente por orden del Kremlin. Otros apuntaron contra Castro, que había sido blanco de varios intentos de asesinato por parte de Estados Unidos. Del lado contrario, algunas personas vieron en el poco apoyo aéreo que dio Kennedy a la invasión de la Bahía de Cochinos (1961) una excusa para que la poderosa comunidad cubana en el exilio, apoyada por la línea dura de la CIA, buscara deshacerse del inquilino de la Casa Blanca. Otros creen que el complejo militar industrial estuvo detrás de todo, para evitar que Kennedy se retirara cada vez más de Vietnam.
No faltaron quienes destacaron los vínculos con la mafia, a la que el secretario de Justicia, Robert F. Kennedy -hermano del presidente y que sería asesinado en 1968-, había declarado la guerra abierta. Y ahora, en el nuevo libro "Sangre, poder y dinero: cómo LBJ mató a JFK", Barr McClellan asegura que el entonces vicepresidente Lyndon B. Johnson fue quien ordenó el asesinato.
Lo cierto es que, más allá de todas estas teorías, la muerte de Kennedy sigue fascinando, como hace 40 años, a los norteamericanos y a todo el mundo. Tal vez, como señalan algunos expertos, las razones hay que buscarlas en que fue el primer asesinato transmitido casi en directo por la recién nacida televisión.
Unido por su inmediatez, el mundo se convirtió en testigo de la tragedia norteamericana. ¿Quién, acaso, no recuerda dónde se encontraba en el momento en que se enteró de la muerte de Kennedy y corrió a verlo todo por TV?
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