En crisis energética, China enfrenta una ola de apagones sin precedente
La segunda economía del mundo enfrenta una crónica falta de electricidad que afecta severamente a millones de hogares y a miles de grandes empresas
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PEKÍN.- En el sur las fábricas se apuran para cumplir con los pedidos de Navidad y en el norte los habitantes más precavidos compran velas: China sufre una ola de apagones que dejan sin luz a millones de personas y amenazan el crecimiento de la segunda economía mundial.
La crítica escasez se da en momentos en que la demanda de electricidad creció a niveles previos a la pandemia, con menos oferta por las restricciones a la importación de carbón de Australia debido a un diferendo político, cuando el 60% de la economía china es impulsada por carbón.
Pero son muchos los factores que confluyen en esta inédita falta de electricidad. Altos precios del carbón, control estatal sobre el precio de la electricidad y rígidas metas de emisiones conspiraron para poner en apuros el abastecimiento, obligando a numerosas regiones a adoptar medidas durante meses para contener el consumo.
“Los principales responsables son la escasez energética global y los controles chinos a los precios de la electricidad”, señaló en una nota Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics.
Las autoridades están luchando para entregar más carbón a las centrales eléctricas para restablecer el suministro, ya que tres provincias en el noreste de Liaoning, Heilongjiang y Jilin, las más afectadas y con casi 100 millones de habitantes, enfrentan largas horas de cortes de energía.
En toda la ciudad de Weibo proliferan los reclamos por la falta de aire acondicionado en el caluroso sur, mientras la prensa china informó de aumentos en los pedidos de velas. Por su parte, autoridades en Pekín y Shanghai intentan presentar los apagones como “mantenimiento rutinario”.
La Red Eléctrica Estatal sostuvo una reunión de emergencia el martes pasado donde sus directivos se comprometieron a garantizar el abastecimiento de energía para uso residencial, y lo calificaron de “la tarea política más urgente”.
Fábricas al límite
Por el lado de la poderosa industria china, los dueños de fábricas en las zonas más afectadas dicen que las próximas semanas serán críticas para atender los pedidos de exportaciones navideñas, ya afectadas por los crecientes costos del transporte marítimo.
En la provincia de Guangdong, un centro industrial que produce desde aparatos electrónicos hasta la ropa que China exporta a todo el mundo, cadenas enteras de abastecimiento sufrieron apagones o restricciones durante semanas. Algunas máquinas con alto nivel de consumo eléctrico fueron desconectadas y se redujeron los horarios de trabajo para aliviar la presión sobre las redes de suministro locales.
“Necesitamos que los proveedores cumplan sus plazos, les pedimos hacer turnos nocturnos o que usen sus propios generadores para asegurar la producción”, dijo Sherman Chan, directivo del fabricante de televisores Express Luck.
Empresas como el productor chino de alimentos Toly Bread o proveedores de Tesla advirtieron sobre atrasos en la producción al agravarse la crisis.
Entre tanto, en Dongguan, un centro industrial de Guangdong, los trabajadores fueron presionados a trabajar al límite de sus capacidades. “Ayer trabajamos toda la noche y hoy de nuevo trabajaremos toda la noche”, dijo Cui, un empleado de una fábrica de zapatos que tuvo que detener parte de su producción diurna por los apagones.
“Por supuesto que estamos descontentos, pero vamos de acuerdo con los horarios en que cortan la energía”, agregó el hombre, que no reveló su nombre completo.
Agencias AFP y Reuters
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