En Bolivia, el fin de la prohibición de la coca fue una fiesta
Evo Morales sentenció que la medida constituye "un triunfo internacional frente al imperio"; "Ya no está vista la hoja de coca como cocaína", lanzó ante una multitud de personas que se sumaron a los festejos
En un clima de celebración popular, el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró ayer el regreso de su país a la convención antidroga de la ONU, que levantó el veto al uso cultural y medicinal de esa planta, y sentenció que la medida constituye "un triunfo internacional frente al imperio", pese a que la comunidad internacional recordó que sigue siendo una sustancia controlada.
La medida, aprobada el pasado viernes por las Naciones Unidas, movilizó a miles de productores de coca, campesinos, interculturales, estudiantes y profesionales que se concentraron en las ciudades de La Paz y Cochabamba para celebrar el logro del presidente y líder de los cocaleros, que abanderó una campaña internacional por la despenalización del cultivo
"Quiero que sepan, por legislación internacional, ya no está vista la hoja de coca como cocaína, la hoja de coca nunca más [la] verán como estupefaciente, por tanto el productor de coca no será visto como narcotraficante o narcodependientes los consumidores", señaló Morales ante la multitud.
En tanto, el mandatario festejó que Bolivia volverá a la Convención antidroga de 1961 con una excepción aplicada solo a su país sobre el masticado de coca, e insistió en que internacionalmente se ha reconocido que la "hoja de coca no es un veneno", pese a que 15 países, entre ellos Estados Unidos, se opongan a la petición de Bolivia de volver a la Convención.
Morales es el líder de los cocaleros desde hace más de 16 años y desde su asunción a la presidencia de Bolivia, en 2006, la legalización de la hoja de coca se convirtió en un eje de la política internacional boliviana y ahora apunta a su industrialización para exportarla al mundo.
En esa línea, el mandatario ayer volvió a gritar "viva la coca y mueran los yanquis" para conmemorar lo que consideran un triunfo sobre Estados Unidos.
Desde Cochabamba el presidente se desplazó hasta La Paz para asistir a otra concentración de miles de productores de la zona de Los Yungas a los que pidió "seguir librando otras batallas para que el mundo siga conociendo la hoja de coca".
Y desde allí, expuso: "La próxima batalla, por supuesto: negociaciones, no solamente para vender la hoja de coca al norte argentino, sino, que mejor, a todo el mundo industrializado", arengó Morales. A su vez, el mandatario planteó el cambio de las normas, convenios y tratados internacionales cuando supongan una agresión a los derechos de los pueblos.
En esas dos ciudades y, en menor medida, en la oriental de Santa Cruz los campesinos escenificaron el "acullicu", defendieron que la planta en su estado natural no es cocaína y mostraron decenas de productos derivados, entre los que pudieron verse infusiones, remedios medicinales, ungüentos, preparados energéticos y harinas.
Sin embargo, el representante de las Naciones Unidas para el Control de las Drogas y la Prevención del Delito (ONUDD) en Bolivia, el peruano César Guedes, declaró ayer a radio Erbol que la hoja continúa penalizada y su exportación en estado natural o como base de productos sigue sancionada por la legislación internacional.
"No significa para nada la legalización de la hoja de coca, sigue en la lista de sustancias controladas. No puedes tampoco salir con tu hoja de coca a otros países porque te expones a las normas del país donde vas", sostuvo Guedes.
El funcionario también subrayó que "no está liberada la comercialización y consumo de coca o su exportación a otros países" porque se ha tratado de un "asunto interno y doméstico del país".
La comunidad internacional, en particular la Unión Europea, pidió a Bolivia varias veces que revele los resultados de un estudio financiado por dicho organismo sobre el consumo legal de la planta, para establecer cuál es la cantidad de hectáreas de plantaciones que se requieren para cubrir este uso.
LA PLANTA DE COCA EN NÚMEROS
Agencias EFE, AFP y Reuters