En Austria abren una sala en recuerdo del Holocausto
VIENA.- Los nombres de los 65.000 judíos austríacos que fueron asesinados por el régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler fueron reunidos en una sala en recuerdo del Holocausto en la principal sinagoga de Viena, inaugurada esta tarde en presencia del presidente de la nación, Thomas Klestil.
Su apertura conmemora la "Kristalnacht", la llamada "Noche de los Cristales Rotos" del 9 al 10 de noviembre de 1938, en la que los nazis iniciaron la persecución pública de los ciudadanos judíos, muchos de cuyos templos, comercios, despachos y viviendas fueron arrasados o destruidos por las llamas.
La sala conmemorativa, obra del arquitecto Thomas Feiger y financiada con el fondo nacional austríaco para las víctimas del nacionalsocialismo, tiene en su interior unos paneles de pizarra con los nombres grabados de las víctimas que rodean una columna de baja altura en granito junto a un cono puesto al revés realizado en cristal, que simboliza un nuevo comienzo de la vida judía en Viena.
La "Kristalnacht" fue la primera gran operación coordinada nacionalsocialista contra los judíos, en la que casi todas las sinagogas de Austria fueron incendiadas, miles de viviendas y tiendas judías saqueadas, noventa hebreos linchados y 7.700 detenidos, de los que 3.700 fueron deportados al campo de exterminio de Dachau, en Alemania.
En Viena, las nazis SA (fuerzas de asalto), SS (guardia de elite) y las Juventudes Hitlerianas mataron a 27 judíos y destruyeron 43 de las 44 sinagogas de la ciudad, así como varias docenas de otros lugares de oración.
Tan solo se libró de la quema la sinagoga principal de la capital austríaca, debido a su situación estratégica entre edificios oficiales, cuyos archivos quisieron proteger los nazis de las llamas.
Desde esa noche y hasta el fin de la II Guerra Mundial, tan sólo en territorio de Austria, convertida entonces en el "Ostmark", o Marca Oriental y provincia del III Reich, unos 65.000 judíos fueron asesinados en campos de concentración, mientras que 125.000 pudieron huir al exilio.
En todo el III Reich ardieron en la tristemente célebre noche unas mil sinagogas y 7000 tiendas y comercios de propietarios judíos fueron destruidos, según datos oficiales de las autoridades del régimen.
En esa fecha, 20.000 judíos fueron detenidos, de los que muchos fueron rápidamente deportados a campos de concentración y numerosos se suicidaron para evitar correr ese destino.
Además del presidente de Austria, Thomas Klestil, al acto de inauguración acudieron igualmente el alcalde de Viena, Michael Haeupl, el obispo evangélico Herwig Sturm y el obispo auxiliar católico Helmut Kraetzl, así como el presidente de la Comunidad de Culto Israelí, Ariel Muzikant.
Fuente: EFE
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