¿Empieza a pasar la segunda ola en la región? Caen las curvas de casos en varios países
Chile, Uruguay, Brasil, Perú y la Argentina, que atraviesan una segunda ola, han registrado un ligero descenso de contagios de coronavirus en los últimos días
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A pesar de que The New York Times clasificó anteayer a América Latina como uno de los escenarios actuales del nuevo pico global de la pandemia y de que los hospitales de la región están “peligrosamente” llenos, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la curva de contagios diarios comenzó a descender en los últimos días en varios países.
Uruguay, por ejemplo, está reportando 764,18 nuevos contagios por millón de habitantes de media cada día. La cifra aún es la más alta del mundo, pero representa un 61% del pico registrado el 10 de abril, según un análisis de Reuters.
Luego de atravesar abril, el peor mes de la pandemia para los uruguayos, en el que ocurrió el 60% de los fallecimientos totales y se batió el récord de internaciones en unidades de terapia intensiva, según informó el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), las infecciones comenzaron a mermar y alcanzaron una meseta que permite predecir de dos a tres semanas de estabilidad, anunció ayer el director general de Salud Miguel Asqueta, citado por el diario El País de Uruguay.
Los expertos atribuyen este descenso a una combinación de factores, principalmente a las restricciones impuestas a finales de marzo, al avance de la campaña de vacunación y a un cambio en la actitud de las personas.
“La causa [del descenso] es multifactorial”, explica a LA NACION el doctor Jorge Facal, director de la Clínica Médica “1” del Hospital Maciel. “La campaña de vacunación es importante. En este momento vacunamos a un 35% de la población con al menos una dosis, a un 70-80% del personal de la salud y a un 20% del público general con dos dosis. Aunque el impacto de la vacunación es parcial, todavía no podemos lanzar campanas al vuelo, si se está viendo en el personal de salud una disminución del ausentismo laboral y de los contagios”.
“Las recientes restricciones que impuso el gobierno también son importantes porque redujeron la movilidad y, por lo tanto, la circulación del virus. Y por último, también la sociedad, ante este rebrote y el riesgo de saturación de internación, se volvió más consciente y empezó a cuidarse más. Yo creo que los tres factores fueron importantes para lograr este descenso o meseta en la evolución de los casos en Uruguay”, concluyó el experto.
El país pasó de ser el año pasado un ejemplo mundial del combate contra el coronavirus a registrar la tasa de contagios diarios per cápita más alta del mundo. “A veces es estar preso del propio éxito: al país le había ido muy bien y las personas relajaron las medidas, eso explica buena parte de lo que nos está pasando”, señaló a BBC Mundo el doctor Julio Medina, catedrático de enfermedades infecciosas en la Universidad de la República (Udelar).
A esto se sumó la propagación en el territorio de la variante P.1 o de Manaos, responsable del 89% de los casos de coronavirus en el país.
Para corregir el rumbo, el gobierno se despegó de su estrategia de “libertad responsable” para introducir mayores restricciones a la movilidad a finales de marzo, como el cierre de oficinas públicas, la suspensión de espectáculos, la apertura de bares solo hasta media noche, la anulación de eventos sociales, la prohibición de gimnasios y clubes de deportes y el dictado de clases a distancia.
La situación en Chile
Chile también comienza a recuperarse de su reciente brote. Tras las vacaciones del verano en febrero, el país recibió el golpe de una segunda ola de la pandemia que puso contra las cuerdas al sistema sanitario, obligó a cerrar las fronteras y llevó a confinar a más del 90% de la población durante más de un mes, incluida toda la capital. En abril, los casos llegaron a superar máximos históricos, por encima de los 9000.
Sin embargo, la media de nuevos contagios reportados cada día ha decrecido en más de 1600 durante las últimas tres semanas, un 17% de su pico previo a mediados de abril, según el análisis de Reuters.
El país registró este martes 3198 casos nuevos de Covid-19, la marca más baja desde comienzos de marzo, cuando se agravó la segunda ola que llevó al sistema hospitalario al límite, y una cifra que muestra indicios de que la pandemia se repliega ante el avance de la vacunación.
La campaña de vacunación en Chile es una de las más eficientes del mundo. El 42,7% de la población ya está completamente inmunizada y 78,37 de cada 100 personas recibieron una dosis, según el monitoreo de Our World in Data.
Brasil, cuyo desastre sanitario fue tapa de todos los diarios internacionales las últimas semanas, también reportó un leve descenso de casos. Según Reuters, el país está reportando 59.332 nuevos contagios de media cada día, 77% del pico registrado el 26 de marzo. Además, la media de muertes reportadas cada día ha decrecido en más de 700 durante las últimas tres semanas, 23% de su pico anterior.
En su conferencia de prensa semanal a finales de abril, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebró el descenso de infecciones, pero alertó ante la flexibilización de las restricciones emprendidas por algunos estados dada la alta transmisión que persiste en el país.
“Después de unos meses difíciles, Brasil informa una caída en los casos, incluso en la región amazónica, pero siguen siendo alarmantemente altos en todo Brasil, y algunos municipios se apresuraron en aliviar las restricciones, por lo que es probable que estas tendencias se reviertan”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne.
La presión en las unidades de terapia intensiva también se redujo ligeramente, pero continúa en niveles “muy elevados” en gran parte del territorio, según un informe divulgado por la Fundación Oswaldo Cruz.
Entretanto, el Senado de Brasil instaló la semana pasada una comisión para analizar la actuación del gobierno durante la pandemia de coronavirus, una investigación explosiva que puede impactar en la tentativa de reelección del presidente Jair Bolsonaro en 2022.
El líder ultraderechista desafió continuamente las recomendaciones para controlar la propagación del virus: criticó las medidas de cuarentena, rechazó el uso de mascarillas, cuestionó las vacunas y preconizó el uso de remedios como la hidroxicloroquina, sin eficacia comprobada contra la enfermedad.
Por su lado, el presidente de Perú, Francisco Sagasti, informó ayer que el país está experimentando una ligera baja en los contagios y muertes por Covid-19, aunque indicó que aún no se está fuera del pico de la segunda ola.
“Los datos estadísticos de las últimas semanas han sido mixtos en el sentido que estamos en el pico de la segunda ola, pero ya empieza a descender ligeramente la mortalidad, los contagios y las personas que están requiriendo cuidados extremos en los hospitales”, dijo el presidente durante un acto público en el departamento de Áncash (oeste).
Por último, en la Argentina el promedio de casos diarios de coronavirus descendió esta semana respecto de la anterior un 21% en los partidos bonaerenses que conforman el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y un 17% en la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
“A nivel nacional la curva comenzó a mostrar una baja leve. Si consideramos los casos diarios promediados a siete días, se observa que en la actualidad tenemos un 15% menos casos que en la semana previa”, señaló a Télam la docente e investigadora Soledad Retamar.
Sin embargo, la situación sanitaria sigue siendo muy preocupante por el nivel de ocupación en los centros de salud y por la escasez de vacunas en el país. La distribución actual en las provincias se realiza con el lote más reciente de Sputnik V, que arribó el fin de semana.
De acuerdo al más reciente reporte sanitario, en las últimas 24 horas hubo 26.238 casos confirmados y 412 muertos.
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