Emmanuel Macron vs. Marine Le Pen: lo que hay que saber sobre el ballottage en Francia
El presidente en funciones lidera las encuestas, pero la diferencia no es irremontable para la líder de extrema derecha, en su tercer intento por llegar al poder en una de las potencias europeas
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PARÍS.- Los franceses irán a las urnas este domingo para votar en el ballottage entre el presidente en funciones, Emmanuel Macron, y la líder de extrema derecha Marine Le Pen. Macron sigue siendo el favorito y sus chances se habrían ampliado, pero Le Pen, que es candidata por tercera vez, parece más cerca de la presidencia que nunca.
La votación cierra a las 20 (hora local; las 15 en la Argentina), y las primeras proyecciones empezarán a conocerse poco después a través de la televisión pública de Francia.
¿Qué chances tiene cada candidato?
Las últimas encuestas sugieren que probablemente gane Macron, pero por un margen menos holgado que en 2017. Y todavía hay espacio para las sorpresas.
Según el promedio de encuestas realizado por The Washington Post, Macron aventaja a Le Pen por ocho puntos porcentuales. Esa es una distancia considerable aunque no insuperable para Le Pen, que antes del leve descenso de estos últimos días venía subiendo sostenidamente en las encuestas.
Pero es un margen mucho más estrecho que el de hace cinco años, cuando Macron se impuso a Le Pen por más de 30 puntos porcentuales. Entre los factores que contribuyeron al ascenso de la líder de extrema derecha están sus esfuerzos por moderar su imagen —aunque no su plataforma—, la frustración de la gente por la situación económica, y el malestar general, del que los franceses suelen culpar al oficialismo de turno.
Una cuestión clave es cómo votarán los partidarios del candidato de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, si es que deciden concurrir a las urnas. De los resultados en 2017 se desprende que aproximadamente la mitad de los votantes de Mélenchon en la primera vuelta se volcaron por Macron en el ballottage, y solo un 5% votó por Le Pen. Pero alrededor del 45% de los votantes de Mélenchon se quedaron en casa o votaron en blanco. Las encuestas sugieren que esta vez la frustración con Macron puede potenciar las abstenciones y llevar a más votantes de Mélenchon de votar por Le Pen.
En la segunda vuelta de 2017 las encuestas se equivocaron mucho, subestimando en más de ocho puntos la diferencia entre Macron y Le Pen. Si bien es difícil predecir la magnitud y la dirección de esos errores, tal vez este año Le Pen también salga beneficiada, y como actualmente el margen es estrecho, la diferencia podría alcanzar para llevarla hasta el Palacio del Elíseo.
¿Por qué la elección es importante para el mundo?
Si gana, Macron se convertirá en el primer presidente francés en dos décadas que accede a un segundo mandato. La victoria de Le Pen marcaría la primera presidencia de extrema derecha en la historia de Francia, y transformaría no solo el mapa político del país, sino de toda Europa, fortaleciendo tal vez a Moscú, debilitando a la OTAN y fragmentando la Unión Europea.
Mientras que Macron ha estado siempre abierto al diálogo con Vladimir Putin, Le Pen se ha mostrado durante mucho tiempo directamente como una aliada del presidente ruso. Y aunque ha condenado la invasión de Putin, la candidata sugirió que frenaría el envío de armas francesas a Ucrania, que se opondría a los embargos sobre el petróleo y el gas rusos, y que bregaría por un “acercamiento estratégico” entre la OTAN y Rusia. También ha propuesto que Francia deje de participar de la estructura de mando integrado de la alianza atlántica.
Una victoria de Le Pen también implicaría sustituir a uno de los defensores más fervientes de la Unión Europea por alguien que se pasó más de una década, desde 2004 hasta 2017, despotricando contra la UE desde su banca euroescéptica en el Parlamento Europeo. (Le Pen y su partido son actualmente objeto de varias investigaciones sobre el presunto uso indebido de fondos de la UE, acusaciones que la candidata desmiente).
En esta campaña Le Pen ya no habló de abandonar la Unión Europea ni la eurozona, pero sus propuestas —implementar nuevos controles fronterizos, dar preferencia a los ciudadanos franceses para ciertos beneficios—, contradicen las normas y valores de la UE. Los analistas creen que Le Pen se alinearía con los líderes de Hungría y Polonia en su enfrentamiento con Bruselas. La gran diferencia es que la influencia de Hungría y Polonia dentro de la U.E. es limitada, mientras que Francia tiene la segunda economía más grande del bloque, es la única potencia nuclear del mismo, y junto con Alemania, suele determinar la dirección de la UE.
¿Qué hay que saber sobre Macron?
Emmanuel Macron tiene 44 años y es un exbanquero de inversiones y exministro de Economía que antes de lanzar su propio movimiento político, en 2016, jamás había competido por un cargo. Al año siguiente fue elegido y se convirtió en el presidente más joven de Francia, con la promesa de una nueva política, sin ataduras partidarias o ideológicas.
Macron es un gran defensor de la Unión Europea, y en las negociaciones del Brexit, tuvo que tomar decisiones difíciles. Se le atribuye haber articulado una visión de Europa que apunta a resolver el tipo de frustraciones que impulsa el auge de los movimientos nacionalistas. Pero muchos de sus proyectos emblemáticos no lograron despegar. La idea de un Ejército europeo independiente de Estados Unidos sigue en discusión, y el impulso que le dio a los impuestos digitales a los gigantes tecnológicos norteamericanos nunca logró total apoyo de la UE, y quedó subsumido en el plan impulsado por Estados Unidos para aplicar un impuesto corporativo mínimo global.
Macron ha hablado de poner a Francia “en el centro del tablero diplomático” y ha ayudado a elevar el perfil global del país. Pero ninguno de sus principales esfuerzos diplomáticos ha prosperado, ya sea para sostener el acuerdo nuclear con Irán, evitar que el presidente Donald Trump retirara a su país de los acuerdos climáticos de París 2015, o evitar la invasión de Ucrania por parte de Putin. Por otro lado, el gobierno de Macron ha sido propenso a pelearse con sus aliados, como su amenaza de cortarle el suministro eléctrico a Jersey —una dependencia de la corona británica en el Canal de la Mancha—, por los derechos de pesca tras el Brexit, o como el breve retiro del embajador francés de Roma, por primera vez desde 1940. También se enfrentó con el presidente Biden por el frustrado acuerdo por submarinos, aunque muchos diplomáticos europeos culpan de ese episodio a la Casa Blanca.
A nivel nacional, Macron asumió el cargo con el objetivo de reducir el desempleo y estimular el crecimiento económico, y en ambos aspectos Francia está relativamente bien. Durante la pandemia, el gobierno de Macron ayudó a proteger los empleos con un programa de licencias, y la tasa de desempleo se encuentra actualmente en su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008. El crecimiento económico durante los últimos meses de 2021 fue más fuerte en Francia en muchos otros países de la UE, incluida Alemania, gracias a un paquete de estímulo de 130 mil millones de dólares.
Sin embargo, en Francia muchos lo critican diciendo que es “un presidente para los ricos”, que redujo los impuestos de la clase alta y no prestó suficiente atención a la desigualdad económica y social. Ese resentimiento estalló en las calles durante meses de protestas de los “chalecos amarillos”, que Macron finalmente logró calmar con concesiones y más vocación de diálogo. Pero la bronca ha vuelto a surgir debido al aumento de la inflación por la guerra de Rusia en Ucrania, el aumento de los precios de la energía y el bajo poder adquisitivo de las jubilaciones.
¿Qué hay que saber sobre Marine Le Pen?
Marine Le Pen tiene 53 años y recibió el liderazgo del principal partido de extrema derecha de Francia de manos de su padre, Jean-Marie Le Pen, cuya historia de xenofobia y negacionismo del Holocausto limitaba el atractivo de su organización política. Con el tiempo, y sobre todo durante esta campaña, Marine ha buscado moderar gradualmente tanto su propia imagen como la de su partido.
Tras su derrota ante Macron en 2017, cambió el nombre del Frente Nacional por el de Agrupación Nacional. Y en esta campaña adoptó un discurso más suave, enfatizó los problemas económicos por sobre las preocupaciones por el islam radicalizado, y sugirió que quiere cambiar el sistema político francés desde el interior de las instituciones, y no haciéndolas estallar.
Pero sigue defendiendo políticas de extrema derecha que modificarían drásticamente a Francia. Le Pen ha dicho que en su eventual gobierno se multaría a las mujeres por usar velo en público, quiere un enfoque “primero francés” en los servicios públicos, y promete que uno de sus primeros actos de gobierno será impulsar “un referéndum para detener la inmigración”.
Aunque algunas de sus posiciones tienen reminiscencias con las del expresidente norteamericano Donald Trump, es probable que una presidencia de Le Pen tendría relaciones espinosas con Estados Unidos. Le Pen objeta el funcionamiento de la OTAN, e invoca una vieja filosofía gaullista según la cual Francia debe controlar su propia defensa y evitar el “sometimiento a un protectorado estadounidense”. Antes de la invasión rusa de Ucrania, la candidata al Elíseo había propuesto una alianza franco-rusa, por más que desatara sanciones de Estados Unidos.
Rick Noack y Lenny Bronner
The Washington Post
Traducción de Jaime Arrambide
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