Elliott Abrams: "No puede haber elecciones con Maduro en el poder"
WASHINGTON.- Pasaron tres meses desde la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Pese a que el régimen de Nicolás Maduro no da signos de dar su brazo a torcer, Estados Unidos sigue empeñado en que su salida es la única vía posible para la restauración de la democracia en este país.
Elliott Abrams, representante especial del Departamento de Estado de Estados Unidos para la crisis, volverá hoy a la carga en un discurso que pronunciará en el Atlantic Council, uno de los think tanks más importantes de la capital estadounidense.
En entrevista exclusiva con el Grupo de Diarios América (GDA), Abrams sostuvo que su charla hará énfasis en el "día después" de lo que ve como el inevitable colapso del régimen y lo imperativo que resulta tener en cuenta un futuro para el chavismo y los militares venezolanos.
-¿Cuáles son los principales retos que usted cree enfrentará Venezuela en ese "día después" del que tanto se habla?
-Una de las cosas más importantes sobre las que hablaré en el Atlantic Council es que mientras pensamos en el futuro de Venezuela hay que pensar en el rol de los militares y del chavismo, porque el chavismo es parte de la política.
-¿Pero qué le hace pensar que debemos hablar sobre eso cuando el gobierno de Nicolás Maduro no parece estar cerca de ser derrotado?
-No estoy de acuerdo con esa idea. En primer lugar, hay una gran unidad en torno a Guaidó. La gente me decía que si esto seguía 30, 60 o 90 días se vería un colapso de esa unidad, pero Guaidó sigue siendo el líder. También decían que con el paso del tiempo la gente se enfocaría en conseguir un trabajo y algo de comer y dejarían de salir a protestar. Eso también ha estado equivocado. Además, las encuestas siguen mostrando que la popularidad de Maduro está por el piso, solo un 15% de apoyo, y que la gente quiere que se vaya y entre la gente que quiere que se vaya están los militares. Como hemos dicho antes, no podemos dar un cronograma o una fecha, pero estamos confiados en que los deseos de los venezolanos se cumplirán y este régimen se desvanecerá.
-Pero ante situaciones similares la historia ha demostrado que entre más tiempo pasa más se atornillan este tipo de regímenes. ¿No es así?
-No estoy de acuerdo con eso. Lo que hemos visto en casos como el de Ben Ali, en Túnez, y en Egipto, con Hosni Mubarak, es que nadie puede predecir estas cosas. Se ven sólidos hasta que de pronto se van. En el caso de Maduro ni siquiera se ve sólido. Puede que en cierta medida lo que usted dice sea cierto, pero ese no es el caso de Venezuela. Pese al riesgo la gente se sigue sublevando, y eso es impactante.
-Hay voces en América Latina que piensan que quizás Estados Unidos gastó todo su arsenal contra Maduro muy rápidamente y que ahora se han quedado sin munición para seguir presionando. ¿Qué opina?
-Eso también lo escucho con frecuencia. Pero no es cierto. Tenemos una lista de sanciones adicionales y es posible que anunciemos nuevas este mismo viernes. Tenemos sanciones de título personal, y económicas.
-Existe la idea de que Maduro podría convocar elecciones anticipadas con veeduría internacional. ¿Es algo que ustedes apoyarían?
-Nosotros queremos elecciones libres, pero no veo cómo puedan darse con Maduro en el poder. Ya vimos cómo se robó las de mayo de 2018. Pero aun si existiera veeduría internacional, Maduro sigue en control total con todo el poder de intimidación y castigo. Existen 25.000 agentes cubanos infiltrando los sistemas de inteligencia, Maduro sigue controlando los medios de comunicación. Es imposible tener elecciones con ese nivel de control.
-Ustedes insisten en que todas las opciones están sobre la mesa. ¿Pero lo están realmente? He escuchado que el mismo Departamento de Defensa es reticente frente a la posibilidad de una intervención militar.
-Por supuesto que lo están. Todos deberíamos estarlo porque cualquier opción militar debe ser la última opción, pero no podemos predecir qué puede pasar más adelante. Nadie puede. Siempre me acuerdo de George H. W. Bush en 1988, cuando era vicepresidente. Si le hubiesen dicho que terminaría con una intervención militar no lo hubiese creído. Nuestra explicación es que todas esas opciones existen porque tienen que existir. Qué decisiones tome el presidente dependerá de lo que vaya pasando en las semanas y meses que vienen. No podemos decir más.
-¿Pero cómo se imagina usted una intervención militar en Venezuela por razones humanitarias?
-Esa es una pregunta que no puedo contestar.
El Tiempo/GDA
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