Elecciones en Rusia: sin sorpresas, el partido de Vladimir Putin se imponía en las regionales
Sin la participación de una real oposición, diezmda por la represión del Kremlin, Rusia Unida logra más del 42,% de los sufragios; la concurrencia habría superado el 40%, cifra no obstante inferior al 47% de los comicios de 2016
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PARÍS.– Como era previsible, y en ausencia de una verdadera oposición, el partido del presidente ruso, Vladimir Putin, se encamina esta noche hacia una nueva victoria electoral. A pesar de una popularidad real inferior al 30%, al término de unas elecciones legislativas, locales y regionales que se llevaron a cabo durante tres días, Rusia Unida debería seguir controlando ampliamente el Parlamento ruso durante los próximos cinco años.
La formación del presidente ruso logra más del 42,92% de los sufragios según los resultados anunciados por la Comisión Electoral una vez escrutado el 20% de los colegios electorales. Le siguen los comunistas del KPRF (23,04%) y los nacionalistas de LDRP (8,77%). Según un sondeo en boca de urna de la cadena estatal Rossiya-24, Rusia Unida ganaría con el 45,2% de los votos, claramente por delante de los comunistas (21%).
A pesar de la apatía general, el creciente descontento social y las numerosas denuncias de fraude, la tasa de participación oficial habría superado el 40%, cifra no obstante inferior al 47% de los comicios de 2016. Aun cuando los resultados completos de la votación –en un país con nueve husos horarios– debían conocerse en las primeras horas de mañana, según las primeras estimaciones, la formación fiel a Vladimir Putin podría obtener cerca de 300 bancas (343 en la Legislatura actual) de las 450 que constituyen la Duma o Cámara baja del Parlamento. Esa mayoría de dos tercios permitiría a Rusia Unida aprobar leyes sin ninguna oposición.
En todo caso, los primeros datos provenientes de las regiones del extremo oriente ruso daban al actual poder ampliamente ganador. Por ejemplo, un año después de una inédita ola de protestas, la región de Khabarovsk eligió por más del 60% de los sufragios al gobernador escogido por el Kremlin.
Pero debido a una campaña atónica, sin debates de fondo y donde los otros partidos que participaron fueron cuidadosamente “filtrados” por el Kremlin, los 108 millones de electores rusos no se precipitaron a las urnas, conscientes de que –una vez más– los dados estaban cargados.
Por el contrario, los electores que habían escogido el voto por internet, ampliamente alentado por el Kremlin, registraron un 90% de participación. En Moscú fueron cerca de dos millones de personas sobre siete millones de inscriptos. Entre los cuales estaba Vladimir Putin, en cuarentena por ser contacto estrecho.
Estas elecciones se realizaron en medio de una intensa ola represiva contra la oposición, incluido el encarcelamiento de Alexei Navalny, cuya organización fue proscripta por “extremista”. Antes de los comicios, los aliados del principal adversario de Putin fueron detenidos o huyeron del país, y cualquiera que estuviera asociado a su grupo no fue autorizado a participar en las elecciones.
Sin sorpresa, unos 4000 casos de sospechas de fraude fueron denunciados ayer por Golos, una ONG especializada en el control electoral, declarada “agente del extranjero” en agosto pasado por el gobierno.
Numerosos videos circularon durante el fin de semana por internet mostrando ejemplos de gente llenando urnas con boletas y de votos múltiples. La mayoría fueron calificados de fakes por la Comisión Electoral central y en particular por su presidenta, Ella Pamfilova, que reconoció solo ocho casos de irregularidades en seis regiones del país. “Los presidentes de esas comisiones electorales locales fueron suspendidos y serán juzgados”, afirmó Pamfilova.
Práctica habitual en Rusia, los budgetniki (funcionarios) recibieron presiones para que votaran “bien”. Pero la decisión más inédita y espectacular se produjo el viernes, cuando los gigantes de la red (Google y Apple) decidieron acatar la consigna del Kremlin e impedir la difusión de las consignas de voto lanzadas por Navalny y sus seguidores.
Apple y Google aceptaron, en efecto, suprimir de sus tiendas la aplicación de smart voting (voto inteligente), estrategia preconizada por los partidarios de Navalny para obstaculizar el camino a los candidatos de Putin. Según fuentes consultadas por la agencia France-Presse, los gigantes de la red obedecieron a las autoridades rusas para evitar el arresto de sus empleados en Rusia. La mensajería Telegram, muy popular en el país, también suprimió esa campaña en su plataforma.
El jueves, horas antes del inicio de la votación, el Parlamento Europeo (PE) adoptó una resolución solicitando a la Unión Europea (UE) que se prepare para no reconocer los resultados de los comicios en caso de violación de las reglas internacionales.
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