Elecciones en Nicaragua: quiénes son los cinco candidatos “zancudos” que “compiten” contra Daniel Ortega
Con los siete postulantes de la oposición presos, otras cinco personas cercanas al régimen se anotaron para una carrera presidencial en la que el ganador se conoce de antemano
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SAN JOSÉ.- Cinco candidatos casi desconocidos, supuestos liberales y pastores evangélicos, sin opciones para ganar, han protagonizado una campaña invisible para “competir” en unas votaciones que conocen de antemano su ganador. Tan dóciles que es difícil diferenciarles entre sí.
Daniel Ortega necesitaba a estos actores de reparto para sustituir a los siete precandidatos de la oposición encarcelados porque cualquiera de ellos, según las encuestas, lo superaría en las urnas. Todo lo contrario que los cinco “rivales” de una parodia política que la oposición ha bautizado como “el día de la gran estafa”.
El más veterano de los cinco es Guillermo Osorno, al frente del Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), quien ya obtuvo un 4% de los apoyos en las presidenciales de 1996. Desde entonces se ha dedicado a vivir a la sombra del régimen sandinista. Este reverendo cristiano también ha ejercido como diputado al Parlamento Centroamericano. Por supuesto, no se le conocen críticas ante la represión desatada por los revolucionarios.
Como ya sucede con la familia Ortega Murillo, sus rivales también ejercen su propio nepotismo. Así Osorno ha incluido a su hijo, Abraham Israel, al frente de las listas al Parlamento. Todo queda en casa para estos viejos aliados del oficialismo, que acudieron a la decisión divina para inscribirse en las urnas: “Nosotros oramos y le pedimos dirección a Dios”.
Osorno guarda parecidos extraordinarios con el venezolano Javier Bertucci, pastor evangélico que quedó tercero en las presidenciales de 2018. El reverendo se hizo famoso porque recorrió el país repartiendo sopas a quienes acudían a sus mítines. Actualmente forma parte de la alianza colaboracionista que participará en las elecciones regionales del 21 de noviembre.
También evangélico es Mauricio Orúe, abanderado del Partido Liberal Independiente (PLI), sobre el que pesan denuncias por fraudes económicos. La Corte Suprema de Justicia arrebató el PLI a su verdadero líder, Eduardo Montealegre, la misma estrategia que el chavismo ha seguido en Venezuela con partidos como Patria Para Todos, Copei o Podemos.
Zancudos y alacranes
Los paralelismos con Venezuela se suceden de tal forma que se confirma que ambos regímenes usan estrategias comunes para atacar a la oposición. En Nicaragua denominan a estos partidos cómplices zancudos, que son esos mosquitos de patas largas tan pesados. En Venezuela los bautizaron como alacranes.
“Se presentan como una innovación y una propuesta inédita, como que son salvadores de la crisis, pero no es la realidad. Son lobos con piel de oveja. Estando en el legislativo no han significado nada, sólo bultos para llenar un quórum. A la hora de las votaciones se ausentan o votan abstención y raras veces en contra. No presentan proyectos de ley y si lo hacen es sobre temas insustanciales”, explica a LA NACION Edgard Parrales, quien fuera representante permanente de Nicaragua en la OEA durante los primeros años del sandinismo.
Colaboracionistas, cómplices, corruptos e instrumentos de la política del frente sandinista son los epítetos que la oposición y las organizaciones civiles emplean para definir a los cinco de Ortega. La pantalla, como dicen en Nicaragua. “Están para hacerle la ola al gobierno”, concluye Parrales.
Como Walter Espinoza, diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el gran socio liberal del sandinismo desde que Ortega y el presidente Arnoldo Alemán firmaron el acuerdo que posibilitó el regreso al poder del líder sandinista. Incluso participaron en la eliminación de Ciudadanos por la Libertad, que estaba dispuesto a enfrentarse a Ortega pese a la detención de los siete precandidatos opositores.
Otro supuesto liberal, el abogado Marcelo Montiel, encabeza la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN). Pareciera un opositor de verdad gracias a sus vocablos leguleyos, advierten los observadores, pero nunca jamás denunció los abusos del gobierno.
El quinto candidato es un joven recién aparecido que quiere ser como el presidente salvadoreño, Nahib Bukele, al menos eso asegura en sus escasas intervenciones. Gerson Gutiérrez Gasparín, de 29 años, se presenta por Alianza por la República (APRE), partido que en las anteriores elecciones obtuvo sólo un 1% de apoyos. Son tan pocos que lleva a tres hermanas como candidatas a diputada.
Pese a ello, asegura que va a protagonizar la gran sorpresa. “Es injusto que me digan zancudo cuando yo no he recibido un centavo del Estado. Es una campaña sucia en contra de un joven”, se defendió el abogado Gutiérrez, que pese a su empuje parece que su mensaje no ha calado entre los nicaragüenses: sólo cuenta con 16 seguidores en la red social Twitter.
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