Elecciones en Francia: Macron rechaza la renuncia del primer ministro y crece la incertidumbre política
El presidente francés le pidió a Gabriel Attal que permanezca temporalmente en su cargo tras unas elecciones caóticas que dejan al país en un limbo sobre la formación de un nuevo gobierno y la integración de coaliciones políticas
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PARÍS.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, rechazó el lunes la renuncia del primer ministro y le pidió que permaneciera de forma temporal como jefe de gobierno después de que los caóticos resultados electorales dejaran en el limbo la formación de un nuevo ejecutivo.
Los votantes franceses repartieron ayer su legislatura entre izquierda, centro y ultraderecha sin que ninguna facción política se acercara a la mayoría necesaria para formar un gobierno. El riesgo de parálisis se cernía el lunes sobre la segunda economía más grande de la Unión Europea.
Macron, que nombró a Gabriel Attal hace apenas siete meses, le pidió de inmediato que continúe para “garantizar la estabilidad del país”. Los principales aliados políticos de Macron participaron en la reunión con Attal en el palacio presidencial, que duró unos 90 minutos.
Attal ya había señalado ayer que presentaría su dimisión, siguiendo la tradición política francesa, aunque añadió que estaba dispuesto a permanecer en el cargo más tiempo como interino, pero que correspondía al presidente decidirlo.
El principal índice bursátil de referencia en Francia abrió con pérdidas como reacción al resultado electoral, pero no tardó en recuperarse, posiblemente porque los mercados temían una victoria clara de la ultraderecha o la coalición izquierdista.
Los resultados de las dos rondas de votación no dejaron una senda clara para formar gobierno ni para la coalición izquierdista, que quedó primera, ni para la alianza centrista de Macron o la ultraderecha.
De esta forma, los partidos políticos inician este lunes las difíciles discusiones para nombrar a un nuevo gobierno, después que la izquierda arrebatara inesperadamente la victoria a la extrema derecha en las elecciones legislativas, sin mayoría absoluta.
“No va a ser sencillo, no, no va a ser fácil, y no, no va a ser cómodo”, dijo la líder del Partido Verde, Marine Tondelier, a la radio France Inter. “Va a tomar un poco de tiempo”. La gama de posibilidades incluye que el NFP forme un gobierno minoritario o la improvisación de una difícil coalición de partidos que casi no tienen puntos en común.
Luego de que Macron haga un sorpresivo adelanto electoral a raíz de la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos del 9 de junio, los votantes respondieron otorgando una nueva relación de fuerzas a los tres bloques surgidos de las elecciones de 2022: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Sin embargo, ninguno logró la mayoría absoluta de 289 diputados.
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo unos 180 escaños, seguida de la alianza de centroderecha Juntos de Macron (unos 160) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (más de 140).
Los partidos del Nuevo Frente Popular (NFP) se reunieron para discutir cómo avanzar tras las elecciones, pero no lograron un consenso sobre quién debería ser el primer ministro. “Vamos a gobernar”, “la esperanza” generada por la coalición de izquierdas “no puede ser defraudada”, agregó Tondelier.
Jean-Luc Mélenchon, el veterano líder de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), primer partido de la coalición, propuso que el nuevo primer ministro proviniera del NFP, aunque el bloque carece de un líder unificado y está dividido sobre la elección del primer ministro. Emmanuel Macron debe “irse o nombrar a un primer ministro” del Nuevo Frente Popular, afirmó de forma más expeditiva Mélenchon.
El jefe del Partido Socialista, Olivier Faure, dijo a su vez que era necesario “presentar un candidato” a primer ministro “a lo largo de la semana”, y que será elegido “o por consenso o por votación”.
Figuras centristas como Edouard Philippe, ex primer ministro de Macron, mostraron disposición a colaborar para asegurar un gobierno estable. Phillipe llamó a las fuerzas políticas a “favorecer la creación de un acuerdo”, pero sin RN ni LFI, ya que una “ausencia de mayoría y de gobierno expondría a Francia” a “temibles peligros”. La legisladora Yael Braun-Pivet también destacó la necesidad de una mayor cooperación política.
Pero para gobernar necesitarán una mayoría y, en el seno de esta coalición que abarca desde socialdemócratas a anticapitalistas, sus integrantes discrepan sobre la actitud a adoptar ante posibles alianzas parlamentarias.
El líder de LFI cristaliza parte de las tensiones. Ante el rechazo que genera la posibilidad de que se presente como candidato a primer ministro, la diputada Mathilde Panot subrayó este lunes que no está “en absoluto descalificado”.
“Vamos a tener que comportarnos como adultos”, expresó Raphael Glucksmann, símbolo del ala socialdemócrata del NFP, para quien “dialogar” es “un cambio de cultura política” en una Francia poco acostumbrada al parlamentarismo.
El partido de derecha Los Republicanos (LR), que logró mantener unos 60 diputados después que una parte pactara con la extrema derecha, ya aseguró que “no habrá ni coalición ni compromiso” por su parte.
“La marea sigue subiendo”
Tras una tensa campaña, en la que Macron acusó a LFI de “antisemita” y “antiparlamentario”, su alianza de centroderecha tiene difícil apoyar a un gobierno que incluya a este partido o incluso llegar a acuerdos con él.
El programa del NFP también incluye varias líneas rojas para la alianza oficialista y para la derecha, como la derogación de la impopular reforma de las pensiones de 2023 y la aprobación de un impuesto a las grandes fortunas.
El proceso podría llevar tiempo. Macron ya anunció que esperará a ver cómo se “estructura” la Asamblea Nacional, que se instalará el 18 de julio, para decidir a quién nombra como próximo primer ministro, según la presidencia.
Aislada y derrotada gracias al “frente republicano” que tejieron en la segunda vuelta la izquierda y la alianza oficialista, la extrema derecha podría convertirse en la principal fuerza de oposición durante la próxima legislatura.
Para el RN de la ultraderechista Marinne Le Pen, el resultado fue una gran decepción tras semanas en que los sondeos de opinión proyectaban sistemáticamente que ganaría cómodamente, aunque sin mayoría absoluta.
En su primera reacción, el líder de RN, Jordan Bardella, protegido de Le Pen, calificó la cooperación entre las fuerzas anti-RN de “alianza vergonzosa” que, según él, paralizaría Francia. Le Pen, que probablemente será candidata de su partido para las elecciones presidenciales de 2027, afirmó sin embargo que la votación del domingo, en la que el RN aumentó su porcentaje de votos en comparación con elecciones anteriores, había sembrado las semillas para una futura victoria.”Nuestra victoria sólo se ha retrasado”, afirmó.
“La marea sube. Esta vez no ha subido lo suficiente, pero sigue subiendo”, advirtió la líder ultraderechista.
Agencias AP, AFP y Reuters
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