Elecciones en EE.UU.: satisfacción por lo bajo en el Vaticano y un guiño
ROMA.- El protocolo de la Santa Sede no prevé ningún tipo de saludo o mensaje de felicitación cuando aún no ha terminado un proceso electoral y siguen contándose los votos. Por eso, a diferencia de la gran mayoría de países del mundo, el Vaticano se mantuvo en silencio y no saludó al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, que se convirtió en el segundo mandatario católico que llega a la Casa Blanca después de JFK, John Fitzgerald Kennedy. El mensaje de felicitación del papa Francisco se espera para el 20 de enero, día en que Biden tomará posesión del cargo.
Mientras tanto, según pudo confirmar LA NACIÓNpor lo bajo muchos celebraron en el Vaticano su elección porque, más allá de la cuestión del aborto, hay más cosas en común con él, de estilo y contenido, que con Donald Trump. Y resultó significativo –y apareció como un guiño del Vaticano–, que el portal Vatican News, órgano semioficial del Dicasterio para las Comunicaciones de la Santa Sede, publicara hoy el saludo a Biden de la Conferencia Episcopal estadounidense, presidida por el arzobispo de Los Angeles, José Gómez, de origen hispano.
"Damos gracias a Dios por la bendición de la libertad. El pueblo estadounidense ha hablado en esta elección. Ahora es el momento de que nuestros líderes se reúnan con espíritu de unidad nacional y se dispongan a dialogar y a comprometerse por el bienestar común", indicó Gómez en una declaración. "Como católicos y norteamericanos, nuestras prioridades y misión son claras. Estamos aquí para seguir a Jesucristo, dar testimonio de su amor en nuestras vidas y construir su Reino en la tierra. Creo que, en este momento de la historia de Estados Unidos, los católicos tienen el deber especial de ser pacificadores, promover la fraternidad y la confianza mutua y orar por un espíritu renovado de verdadero patriotismo en nuestro país", siguió.
El comunicado del episcopado estadounidense, que, al igual que el país, se encuentra totalmente polarizado, reconoció que "la democracia requiere que todos nosotros nos comportemos como personas virtuosas y autodisciplinadas". "Eso requiere que respetemos la libre expresión de opiniones y que nos tratemos los unos a los otros con caridad y civismo, aunque podamos estar profundamente en desacuerdo en nuestros debates sobre cuestiones de leyes y políticas públicas", admitió. Un primer sondeo de AP y otros institutos estimó que, en otro reflejo de un país partido en dos, el voto católico estuvo totalmente dividido: 51% por Trump y 49% por Biden.
"Al hacer esto, reconocemos que Joseph R. Biden, Jr., ha recibido suficientes votos para ser elegido el 46º presidente de Estados Unidos. Felicitamos al Sr. Biden y reconocemos que se une al difunto presidente John F. Kennedy como el segundo presidente de Estados Unidos en profesar la fe católica. También felicitamos a la Senadora Kamala D. Harris, de California, quien se convierte en la primera mujer en la historia en ser elegida como vicepresidenta", agregó.
"Le pedimos a la Santísima Virgen María, patrona de esta gran nación, que interceda por nosotros. Que ella nos ayude a trabajar juntos para cumplir la hermosa visión de los misioneros y fundadores de Estados Unidos: una nación bajo Dios, donde se defiende la santidad de cada vida humana y se garantiza la libertad de conciencia y religión", concluyó.
Esta última frase pareció aludir a la delicada y siempre álgida cuestión del aborto, que hace que muchos católicos rechacen a Biden, favorable a esta práctica y a quien, por esto, el ala más conservadora piensa que hay que negarle la comunión.
En el Vaticano por supuesto tampoco es bienvenida la postura de Biden en este tema, pero consideran que son más la cosas en común que comparten con este veterano político demócrata, que con el presidente saliente, Trump. Su retórica de confrontación permanente, su política contra migrantes y minorías, su ruptura con el multilateralismo y con los acuerdos de París para el cambio climático, en efecto, en los últimos años lo convirtieron en una suerte de figura percibida como una antítesis del papa Francisco.
Aunque el discurso de la victoria de Biden tuvo lugar a las 2 y media de esta madrugada –hora de Roma–, en el Vaticano fue observado con lupa y elogiado. Tomaron nota de su tono conciliador, de su llamado a la unidad, a sanar las heridas, a decirle basta a la demonización del otro, a restaurar el alma de un Estados Unidos inclusivo, a recuperar la fe en un mañana mejor y a combatir el virus, el cambio climático y el racismo. Todos temas prioritarios de la agenda de la Santa Sede y de la última encíclica del papa Francisco, Fratelli Tutti.
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