Elecciones en EE.UU.: ¿a la Argentina le conviene un triunfo de Joe Biden o de Donald Trump?
Hace cuatro años, el gobierno de Mauricio Macri apoyó a la candidata demócrata, Hillary Clinton, que corría como favorita en la previa a las elecciones de Estados Unidos, hasta que esa noche el colegio electoral dio la sorpresa. Macri después se adaptó rápidamente al gobierno de Donald Trump, un viejo "amigo" de sus épocas de empresarios, pese a su apuesta inicial.
Este año, el gobierno de Alberto Fernández no siguió el mismo camino. Ante la inminencia de los comicios, desde la Casa Rosada no hicieron pronunciamientos públicos a favor de ninguno de los dos candidatos, aunque siguen atentos la campaña mientras avanzan las negociaciones con el FMI, en las que hasta ahora cuentan con el aval del mandatario republicano.
Después de un traspié el mismo día del traspaso de poder –el enviado de Trump, Mauricio Claver-Carone, no participó de la asunción de Fernández por la presencia de un representante del gobierno de Nicolás Maduro -, la relación bilateral se mantiene vigente, aunque no libre de roces. El último también tuvo de protagonista a Claver-Carone: ganó la elección en el BID y se convirtió en el primer estadounidense en presidir el organismo regional, pese al rechazo de un grupo encabezado por la Argentina, que había postulado a su propio candidato, Gustavo Beliz.
De todas maneras, en términos generales, la relación bilateral no sufrió grandes alteraciones durante la gestión Trump y así seguirá más allá de quién gane el próximo 3 de noviembre, según coincidieron especialistas consultados por LA NACION, aunque remarcaron que un triunfo de Biden, el escenario más probable según las encuestas, sería más favorable para mejorar el vínculo con la región.
"Tengo la sensación de que el Gobierno no lo dice abiertamente, pero apuesta a un triunfo de Biden más que a la continuidad de Trump. En el corto plazo, Biden traería una agenda un poco más amplia para retomar el contacto con la Argentina y la región en general, una región muy abandonada por Trump", señaló Federico Merke, director de la Maestría en Política y Economía Internacionales de la Universidad de San Andrés.
América Latina no tuvo un rol relevante en la agenda ni en el gobierno de Trump ni en la campaña, marcada principalmente por la pandemia del coronavirus, aunque sí capta la atención por la creciente influencia de China en la región y por los países en crisis, que provocan olas migratorias y nuevos votantes en Estados Unidos, como Cuba y Venezuela.
Para Merke, el presidente republicano "fue de los presidentes que menos hizo por la región", algo que incluso se ve reflejado en su itinerario de viajes. Solo una vez se trasladó hacia América Latina, por el G-20 de Buenos Aires en 2018. Si bien afirmó que las elecciones en Estados Unidos tendrían "un impacto más bien marginal" en el vínculo con el país y la región, hay dos motivos por los que la Argentina podría sacar rédito de un eventual triunfo del exvicepresidente de Barack Obama: una mayor apuesta al multilateralismo y una menor presión a la región en el marco de las tensiones con China.
Francisco de Santibañes, secretario general del think tank CARI y global fellow del Argentina Project del Wilson Center coincidió en que una victoria de Biden sería "una oportunidad porque le va a prestar más atención a la región". "La elección de un candidato estadounidense en el BID muestra que Estados Unidos va a intentar contrarrestar la presencia de China con mayor presencia estadounidense. Los republicanos intentarán hacer eso a través del sector privado, que puede ser la política del nuevo presidente del BID. Mientras que los demócratas van a volver a una versión más tradicional a través de las burocracias estatales o de organismos internacionales, más políticos", dijo a LA NACION.
"No veo que a la Argentina en particular le cambie demasiado [el resultado de la elección]. De hecho, Trump se portó bastante bien con la Argentina, no tuvo políticas agresivas. Tampoco espero que las tenga Biden", opinó.
El acuerdo con el FMI
El apoyo de Washington al país en la renegociación con el FMI por el préstamo de 57.000 millones de dólares que contrajo el gobierno de Mauricio Macri es el principal nexo hoy entre la Casa Rosada y la Casa Blanca. En ese vínculo, además de Martín Guzmán desde el Ministerio de Economía, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, tiene un rol clave. "Dígale al Presidente Fernández que puede contar con este presidente", le dijo Trump al diplomático (quien ya estuvo al frente de esa legación entre 2011 y 2013) en una breve reunión en febrero.
Today, Ambassador Jorge Argüello @JorArguello presented his credentials to @POTUS Donald Trump at the @whitehouse. He is now officially the Ambassador of the Argentine Republic to the United States of America [R][R][R][R] (Official White House Photo by Joyce N. Boghosian) pic.twitter.com/lfsN3xArbJ&— Argentina in USA (@ARGinUSA) February 6, 2020
Mientras en el Gobierno esperan conocer quién será el inquilino de la Casa Blanca desde 2021 para avanzar en los términos del nuevo acuerdo, los analistas de relaciones internacionales afirman que un eventual cambio de gestión en Estados Unidos no complicaría las negociaciones con el organismo conducido por Kristalina Georgieva.
"La administración Trump no hizo nada contra el acuerdo de los acreedores privados con la Argentina. No entorpecieron esa negociación, se mantuvieron con una posición bastante propia de dejar que el mercado y los acuerdos se vayan forjando. Yo no vería con Trump o con Biden que ahora Washington quiera hacer algo de incidir sobre la negociación con el FMI adrede contra Argentina, no veo cuál sería el sentido estratégico de eso", dijo el vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian.
La postura ante Venezuela
Venezuela es uno de los pocos temas de la región que entraron en la campaña en Estados Unidos, como parte del discurso de los candidatos para captar el voto de aquellos inmigrantes –sobre todo de Cuba y de Venezuela- que rechazan los regímenes de sus países.
Venezuela es, además, uno de los pocos temas en los que coinciden Trump y Biden. Ambos promueven la salida del poder de Nicolás Maduro. "Venezuela va a seguir siendo un tema muy importante para Estados Unidos más allá de quién sea el presidente. Hay un consenso de que tendría que haber un cambio de gobierno en Venezuela. Por eso no creo que un cambio de gobierno de Estados Unidos lleve a que disminuyan las demandas a Venezuela y también nos afecta a nosotros, porque va a poner bajo la lupa nuestra actitud hacia ese país", opinó Santibañes.
En la misma línea, Merke señaló que "vamos a seguir teniendo diferencias" entre la Argentina y Estados Unidos, "gane Trump o Biden". "Pero no veo que interrumpa la relación", agregó.
Es que la mirada de los dos candidatos es distinta a la del gobierno de Alberto Fernández, que muestra una actitud oscilante frente al gobierno de Nicolás Maduro. Este mes, después de condenar en la ONU las violaciones de los Derechos Humanos por parte del régimen de Maduro, el Gobierno evitó firmar un documento del Grupo de Lima que apoyaba al presidente encargado Juan Guaidó –a quien la Argentina no reconoce- y vinculaba al chavismo con el narcotráfico. Luego, esta semana, el Gobierno se abstuvo de votar en la OEA una resolución contra la convocatoria de elecciones en Venezuela para el próximo 6 de diciembre.
Esta posición un tanto ambigua abrió grietas dentro del propio oficialismo y despertó críticas del chavismo, que afirmó que "Fernández engañó al pueblo argentino, a Cristina, a Néstor, a todo el mundo" y que lo hizo porque "ha aceptado el chantaje del FMI".
La guerra comercial con China
A nivel comercial, tampoco se esperan cambios drásticos en el vínculo bilateral, ya que el próximo gobierno estadounidense centrará sus políticas en la reconstrucción interna pospandemia, en el país con mayor cantidad de muertes por coronavirus. Lo que sí puede tener consecuencias para la Argentina son las estrategias que desarrolle uno u otro candidato para contrarrestar el peso cada vez mayor de China en la región.
"La elección de Estados Unidos tiene un impacto significativo en un mundo que va a ser más restrictivo o más permisivo", dijo Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones Internacionales e investigadora asistente del Conicet. En ese sentido señaló una actitud más agresiva por parte de Trump con su eslogan American First (Estados Unidos primero), que, afirma, erosiona las instituciones multilaterales. "Un contexto global donde se expande un orden basado en el poder en vez de un orden basado en las normas deja a la Argentina mucho más vulnerable'', señaló.
Por otro lado, la guerra comercial entre China y Estados Unidos también tiene un capítulo latinoamericano, una región donde Washington no quiere perder su influencia. "La estrategia de Argentina debería ser la de la misma de todos los pesos medios (como Australia o Francia): en la medida de lo posible, llevarse bien con todos los países. En un país subdesarrollado necesitamos inversiones y comerciar con todas las potencias", dijo Santibañes, y mencionó que, a diferencia de lo que sucedía durante la Guerra Fría, hoy hay más margen para mantener posiciones neutrales, salvo en algunos temas, como el de la tecnología 5G.
Hoy China es el segundo socio comercial de la Argentina y Estados Unidos, el tercero. Ambos son mercados claves.
"No sabemos cómo va a ser la política exterior de Biden hacia China, aunque sabemos que no va a hacer amable. Pero con Trump las tensiones iban en ascenso y la región iba a tener más presiones de los dos lados para ver cómo manejarse con los dos sin irritar al otro. Biden abriría un momento de distensión en la relación con China y también le daría más aire a la región", concluyó Merke.
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