El vudú, otra forma de combatir
Los haitianos atribuyen al popular ritual todo tipo de poderes
PUERTO PRINCIPE (DPA).- Los hombres y las mujeres frente al palacio presidencial en la capital haitiana están furiosos. Algunos parecen estar bajo la influencia de drogas. Otros juran que lucharán hasta la muerte por su presidente, en caso de que los rebeldes lleguen a la ciudad.
Además de con armas, se defenderán con ritos vudú, dicen. "Es muy fácil asesinar a alguien con vudú", afirma uno de ellos. Sólo hay que ir a ver a un sacerdote, donar dinero, y él mostrará cómo hacerlo.
El vudú está ampliamente extendido en Haití. La mayoría de los habitantes es católica, pero gran parte de la población cree en el vudú o incluso lo practica. La religión tiene poco que ver con muñecos, agujas, patas de gallo y magia negra en la vida cotidiana.
"Mis duchas de vudú me traen suerte", asegura un hombre de 45 años. "Tomo hojas de un árbol, tres perfumes distintos y mezclo todo." Luego enumera toda una lista de ingredientes. Son pocos los que quieren hablar del tema. Lo mejor es no mencionarlo.
Misterios y leyendas
Los rebeldes anunciaron una lucha con armas y "poud", la palabra créole para denominar determinado polvo vudú. Una legendaria variación del polvo puede transformar a las personas en zombies, creen ellos. Se dice que la policía sufrió unos brotes misteriosos luego de desarmar en el norte cortes de rutas levantados por los rebeldes. Estos estaban supuestamente cubiertos con ese polvo.
Aristide, ex sacerdote católico, utilizó el vudú para rodearse de misterio. Aparentemente se lo vio descalzo y solo en una catedral, con ropa blanca. Qué hizo allí se desconoce. Según dicen, el político fomenta rumores y cita combinaciones de números que, de acuerdo con el vudú, prueban que finalizará su mandato de cinco años.
Cuánto hay de cierto y cuánto de mentira no está claro. El vudú tiene sus raíces en los africanos que fueron llevados como esclavos a las plantaciones de Haití. Los franceses, y luego los estadounidenses, prohibieron la práctica, que sobrevivió en la marginalidad. También está extendida en otros países, entre ellos Brasil y Cuba, pero muchas veces es mal comprendida y despreciada como superstición.
Una popular historia haitiana cuenta que en 1994 las tropas estadounidenses encontraron una gallina negra en un cruce de calles. No estaban seguros de si era una bomba y cuidaron mucho sus movimientos. Finalmente, se descubrió que se trataba simplemente de un rito vudú. "La gallina negra es, después de todo, sólo una gallina", se burló luego un presentador de radio.
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