El testimonio de un cura argentino en la Franja de Gaza: “Esto es una guerra sucia”

Un cura argentino que se encuentra en la Franja de Gaza, en medio de los bombardeos entre Palestina e Israel, dijo hoy a LN+ que lo que se está dando es “una guerra sucia” porque mueren muchos civiles. Por otra otra parte aseguró que cree que ambos grupos pueden llegar a una solución si hay voluntad política. “Lo que más urge hoy es una tregua”, dijo.

Gabriel Romanelli presta servicios en una iglesia católica que se encuentra en el Frente de Gaza y es el único cura argentino en la zona. En diálogo con LN+ dio su visión acerca de lo que ocurre con la población palestina ante esa escalada de violencia.

“La situación está muy mala ya que no solamente se trata de enfrentamientos, se trata de una guerra. Noche y día hay bombardeos, el último parte de Palestina habla de 212 muertos entre los que hay 61 niños y 35 mujeres, al menos la mitad de las víctimas son civiles y eso indica la gravedad de los hechos”, dijo preocupado Romanelli.

“Mucha gente perdió sus casas y han rechazado la tregua así que es difícil, cuando lo que más urge hoy es una tregua”, explicó.

El complejo parroquial en el que presta servicios Romanelli consta de una iglesia, dos escuelas y un pequeño campo de deportes y se encuentra en una zona que no es bombardeada. “Estamos haciendo venir a familias que han perdido sus casas o están en zonas complicadas. Esta es la cuarta guerra en la que las autoridades se han comprometido a no golpear esta parte de la ciudad sabiendo que no hacemos bandería militar justificando ni una acción ni otra”, dijo.

De esta manera, explicó que tratan de no salir de la zona, ya que si bien no han sido atacados, sí se registran bombardeos a 100 metros del lugar.

Por otra parte, en cuanto a las banderías políticas de la población, Romanelli explicó: “La mayor parte de la gente sea una parte del muro o del otro de Palestina, está harta de todo esto y ciertamente esto tiene solución, seguirá mal si siguen con las mismas políticas, pero si se cambian, se puede llegar a una verdad tregua”.

El cura destacó que los bombardeos han atentado contra civiles, más que contra fuerzas militares. “Si hablamos de muertes de niños, es un drama social, todo esto suma odio. Yo condeno cualquier hecho de violencia contra la sociedad israelí, así como contra los ciudadanos palestinos. Israel mandó millares de bombas, esto es una guerra sucia, yo sé que este término va a dar de qué hablar y dio de qué hablar, pero es una contraofensiva desproporcionada”, dijo.

“De acá tiran cosas que matan a civiles en Israel, es terrible, pero la contrapartida, por más que quieran tratar de salvar civiles, afecta a familias y a niños, la mayor parte de los afectados son civiles, son familias enteras que han quedado enterradas bajo su casa. Hay 10 víctimas mortales en Israel que lamento muchísimo, es terrible, acá hay 200 muertes”, recalcó.

Una solución

Por otra parte, destacó que su intención no es ponerse bajo ninguna bandera y volvió a repetir que “una tregua es lo que hace falta” y que está convencido que si ambas partes quieren llegar a una solución es posible. “Sea de la parte que sea, si se quiere llegar a una solución es posible”.

Además, confió en que Israel pueda ayudar a que eso ocurra si se cambian “las políticas” y si se piensa “en la no ocupación de las tierras palestinas, en la no colonización” ya que ese país “ha hecho ciudades israelies en territorios que no les pertenece, eso es una politica de Estado”. No obstante, prefirió ser positivo: “Yo creo que así como se decidieron malas decisiones se pueden decidir buenas, como no tocar un botón”.

Romanelli se encuentra en Medio Oriente hace 25 años y ha realizado misiones en Egipto, Jordania e Israel. Entre otras cosas, contó que fuera de la pandemia y esta situacio´n de violencia a su iglesia asisten muchas familias. Además, detalló que la comunidad cristiana en Gaza cuenta con “133 católicos en medio de dos millones de habitantes” y aseguró que todos se llevan “muy bien con todos” y hacen actividades conjuntas, así como desde Cáritas se asiste a población musulmana.

“La mayor parte de los alumnos de nuestra escuela son musulmanes que trabajan codo a codo con cristianos y cada uno respeta sus creencias”, describió.

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