El terrorismo vuelve a golpear en Egipto

EL CAIRO.- En una nueva muestra del poderío del terrorismo en Egipto, por lo menos cuatro personas murieron ayer en un ataque contra un ómnibus en el que viajaban unos 40 peregrinos cristianos surcoreanos en la localidad de Taba, en el sur de la península del Sinaí y junto a la frontera con Israel.

En el atentado, el primero de estas características contra extranjeros desde la revolución que derrocó a Hosni Mubarak, en 2011, tres surcoreanos y el egipcio que conducía el ómnibus murieron por una explosión, mientras que otros 12 pasajeros resultaron heridos de gravedad.

El Ministerio del Interior egipcio detalló en un comunicado que el vehículo fue atacado cuando el conductor esperaba en el paso fronterizo de Taba para cruzar a Israel, y señaló que las muertes fueron causadas por una explosión en la parte delantera del vehículo.

La fuente de la explosión no fue especificada, aunque las autoridades creen que se trató de un coche bomba o de un explosivo colocado a la vera de la ruta, detonado por control remoto. Un médico que se encontraba cerca del lugar del atentado, Ahmed Ali, fue testigo de la explosión. "Había cadáveres y pedazos de cuerpos. Vi el cuerpo de un hombre, al parecer coreano, al que le faltaba una pierna", relató.

El grupo jihadista Ansar Beit al-Maqdis (Seguidores de la Casa de Jerusalén) reivindicó el ataque. "Como prometimos, gracias a Dios y a nuestros mujaidines hicimos explotar el ómnibus en Taba y vamos a seguir orientando nuestros ataques a su economía, su turismo y el gas", escribió el grupo en su cuenta oficial de Twitter.

Este grupo extremista establecido en el Sinaí dice inspirarse en la red Al-Qaeda y actuar en represalia por la sangrienta represión del nuevo poder egipcio contra los partidarios del ex presidente islamista Mohammed Morsi. Además, es conocido por atacar a las fuerzas de seguridad egipcias con mayor frecuencia en los últimos meses.

Los atentados se multiplicaron desde que el ejército egipcio derrocó y arrestó a Morsi, en julio pasado. Desde entonces, Ansar Beit al-Maqdis reivindicó atentados con coches bomba y asesinatos selectivos contra funcionarios de seguridad, como las cuatro explosiones registradas en El Cairo el mes pasado o el derribo de un helicóptero militar en el Sinaí.

El ataque de ayer en una de las áreas más visitadas del país fue dirigido contra un sector vital de la economía egipcia: el turismo. Fue perpetrado en momentos en que había indicios de recuperación en el sector.

Como consecuencia del ataque, Egipto e Israel decidieron cerrar la frontera de Taba por primera vez desde la firma del tratado de paz entre ambos países, en 1978.

Mientras tanto, el gobierno egipcio ordenó reforzar los puestos de bloqueo de la policía y el ejército sobre las calles de la península del Sinaí, al tiempo que intensificó los controles de los vehículos. Rápidamente, los helicópteros comenzaron a sobrevolar la zona.

También fue decretado el estado de emergencia temporal en el túnel que pasa debajo del Canal de Suez, mientras trabajan expertos en explosivos para tratar de identificar el tipo de material utilizado en el atentado.

El ómnibus atacado con explosivos estaba a unos 50 metros de la frontera entre Egipto e Israel, y las ambulancias se estacionaron del lado israelí, ante la falta de autorización para cruzar el límite.

El vehículo, que pertenecía a una agencia de turismo egipcia, había partido desde El Cairo. Ayer había hecho una parada en el monasterio griego ortodoxo de Santa Catalina, en el Sinaí del Sur, desde donde los turistas habían vuelto a partir por la mañana muy temprano con Israel como último destino.

Aplazan el juicio a Morsi

El tercero de los cuatro juicios contra el ex presidente egipcio Mohammed Morsi, que había comenzado ayer, fue aplazado hasta el próximo domingo por la retirada del tribunal de los abogados de la defensa. Morsi, que enfrenta cargos por "espionaje", calificó de "farsa" a la audiencia.

Agencias AFP, AP, ANSA y EFE

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