La abrupta destitución de Sam Altman de su cargo en OpenAI, la start-up que él mismo fundó, y su paso a Microsoft, el mayor respaldo de OpenAI, convulsionaron por completo la industria de la Inteligencia Artificial
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NUEVA YORK.- Este lunes el mundo de la inteligencia artificial (IA) se despertó siendo otro, después de un fin de semana de increíble agitación en OpenAI, la empresa de IA de más alto perfil del mundo.
La abrupta destitución de Sam Altman como CEO de OpenAI se produjo el viernes y convulsionó a la industria: los inversores, los ejecutivos y demás interesados quedaron girando locos por una serie de pases que modificaron el tablero de los grandes jugadores de uno de los negocios más candentes del sector tecnológico.
Al final, cuando OpenAI rechazó todos los reclamos para reponer a Altman en su cargo, Microsoft, el mayor inversor de la compañía, anunció el domingo que lo contrataría para dirigir un nuevo laboratorio de investigaciones avanzadas.
El anuncio nocturno de Microsoft ayudó a que se recuperara el precio de sus acciones, que después del despido del viernes se había desplomado. Pero lo más importante es que el pase de Altman pareció marcar una ruptura en la estrecha relación entre el gigante tecnológico y OpenAI, que Microsoft abrazó como propia con inversiones de más de 13.000 millones de dólares.
En la comunidad en general, la agitación del fin de semana puso de relieve un debate no resuelto sobre los efectos de la inteligencia artificial, que muchos ven como la nueva tecnología más importante desde la aparición de los navegadores web, pero que también plantea peligros cuando es usada incorrectamente.
Estos son los detalles de la eyección de Altman, su nuevo puesto en Microsoft y lo que se viene en materia de IA
¿Cómo arrancó todo esto?
El viernes Altman fue despedido como CEO de OpenAI. La medida fue tan sorpresiva -y relevante- que algunos observadores tecnológicos la compararon abiertamente con aquel día de 1985 en que Steve Jobs fue expulsado de Apple.
Los detalles de la salida de Altman se van filtrando de a poco, pero parece haber sido decisiva una discusión que tuvo con un colega de OpenAI. Se decía que Ilya Sutskever, miembro de la junta directiva que fundó OpenAI con Altman y varias personas más, estaba cada vez más alarmado por los riesgos que entraña esa tecnología y por el aparente desinterés de Altman por los potenciales daños que podía causar. Al parecer, Sutskever también veía disminuido su papel dentro de la empresa.
“Ma parece totalmente plausible que vayan a existir computadoras -centros de datos- que sean mucho más inteligentes que las personas”, dijo recientemente Sutskever en un podcast. “¿Qué harían esas IA? No los...”
La junta directiva de OpenAI mantiene en reserva los motivos de la salida de Altman. En el anuncio del viernes, la junta se limitó a decir que Altman “no fue siempre sincero en sus comunicaciones con la junta directiva”.
¿Cuál fue la reacción inicial?
Entre los empleados de OpenAI, la reacción inicial fue de conmoción y confusión, y entre los inversores de la empresa fue de nerviosismo. Lo que circulaba el viernes por la noches es que Microsoft estaba particularmente alarmada por la eyección de Altman y que encabezaba la campaña para su reincorporación.
Microsoft y otros inversores de OpenAI, como Thrive Capital y Sequoia Capital, se enteraron del despido de Altman un minuto antes del anuncio, o incluso después de que se hiciera público.
OpenAI no dio el brazo a torcer
Mientras otros actores también presionaban para su reincorporación al cargo, se cometaba que Altman estaba en conversaciones con inversores para abrir una nueva empresa de inteligencia artificial. Altman es muy conocido en el mundo de la tecnología, no solo por su trabajo en OpenAI sino también por sus años al frente de Y Combinator, la incubadora de empresas emergentes de Silicon Valley.
Alfred Lin, uno de los inversores de Sequoia Capital, posteó en la red social X que esperaba ansiosamente “la próxima empresa que cambiará el mundo”, construida por Altman y Greg Brockman, presidente de OpenAI, quien renunció en solidaridad con Altman.
Your contributions at @OpenAI forever changed the way we work and live. They are truly legendary for humanity.
— Alfred Lin (@Alfred_Lin) November 18, 2023
Look forward to the next world-changing companies that @sama and @gdb build. https://t.co/ngbYr0S4J9
Algunos empleados de OpenAI hasta prometieron abandonar OpenAI o unirse a la potencial nueva empresa si la junta no cedía.
El domingo por la noche, tras 48 horas de frenéticas negociaciones sobre el futuro de la empresa, la junta directiva de OpenAI sostuvo su decisión de destituir a Altman y en menos de dos días reemplazó dos veces a su nuevo director ejecutivo: Emmett Shear, exejecutivo de Twitch, sucederá a Mira Murati, ejecutiva de OpenAI desde hace mucho tiempo, que había sido designada apenas el viernes.
En un memorando al que accedió The New York Times, la compañía manifiesta que el “comportamiento y la falta de transparencia de Altman en sus interacciones con la junta directiva socavaron la capacidad de la junta para cumplir eficazmente su mandato de supervisar la empresa”.
Muchos de los empleados, incluida Murati, parecieron expresar su apoyo a Altman con una publicación que decía: “OpenAI no es nada sin su gente”.
Shear posteó en X que contrataría a un investigador independiente para analizar “todo el proceso que nos llevó a hasta este punto y elaborar un informe completo”. También dijo que confirmó con la junta que la destitución de Altman no se debía a un desacuerdo sobre la seguridad de la IA en particular.
“No estoy tan loco. No aceptaría este trabajo si no contara con el apoyo de la junta directiva para comercializar nuestros increíbles modelos”, señaló Shear.
Microsoft fue noticia por sí sola
A última hora del domingo, Satya Nadella, CEO de Microsoft, se metió de lleno en el asunto con el anuncio de que había contratado a Altman, junto con Brockman y “otros colegas”, para dirigir un equipo de investigación de “inteligencia artificial avanzada”.
“Estamos increíblemente entusiasmados”, manifestó Nadella en X. “Vamos a actuar rápidamente para dotarlos de los recursos necesarios para su éxito.”
We remain committed to our partnership with OpenAI and have confidence in our product roadmap, our ability to continue to innovate with everything we announced at Microsoft Ignite, and in continuing to support our customers and partners. We look forward to getting to know Emmett…
— Satya Nadella (@satyanadella) November 20, 2023
Nadella agregó que “el compromiso de Microsoft con OpenAI sigue vigente” y que esperan “reunirse con Emmett Shear y al nuevo equipo de liderazgo de OpenAI para empezar a trabajar con ellos”.
¿Qué implica esto para el futuro de la IA?
El negocio de la IA está dividido entre los llamados “fatalistas”, que dicen que esta tecnología avanza demasiado rápido y entraña riesgos catastróficos por la velocidad con que las máquinas aprenden a hacer cosas nuevas, y otros que aseguran que la IA puede aportar mejoras que salven millones de vidas.
En marzo, más de 1000 líderes y personalidades del sector tecnológico firmaron una carta pidiendo una pausa en el desarrollo de los sistemas más avanzados de IA y donde aseguraban que esas herramientas “entrañan profundos riesgos para la sociedad y la humanidad en su conjunto”.
Altman no firmó esa carta, pero instó a una gestión responsable de la IA mientras al mismo tiempo se fomenta su desarrollo, y en los últimos meses siguió presentando nuevos ideas a los inversores. El mes pasado, durante una gira para conseguir inversiones en Medio Oriente, Altman se refirió a varios proyectos relacionados con la IA, incluido un plan para desarrollar chips específicos y personalizados para la IA, que competirían con los producidos por la empresa de chips Nvidia.
Por John Koblin y Kevin Granville
(Traducción de Jaime Arrambide)
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