El técnico que denunció el fraude en Bolivia dijo que la OEA puede hallar las pruebas
Luego de una semana de idas y vueltas, el gobierno de Bolivia y la Organización de los Estados Americanos (OEA) pactaron finalmente hoy una auditoría de carácter "vinculante" sobre las elecciones que dieron un polémico triunfo en primera vuelta al presidente Evo Morales.
El canciller, Diego Pary, anunció en La Paz la firma de un acuerdo con la OEA para "realizar la auditoría integral a las elecciones generales del 20 de octubre", en busca de una salida a las protestas que desde hace 10 días sacuden al país.
"El resultado del informe de auditoría será vinculante para las dos partes", agregó Pary.
Sin embargo, el opositor de centroizquierda Carlos Mesa, que reclama directamente la realización de un ballottage en diciembre, rechazó el acuerdo, al que calificó de "unilateral" ya que no incluye la participación de técnicos de la alianza opositora.
De todas formas, en una entrevista telefónica con LA NACION, el ingeniero informático Édgar Villegas, que realizó públicamente la semana pasada la denuncia más detallada sobre el supuesto fraude, consideró que "si la OEA realiza un estudio imparcial, objetivo y completo, van a encontrar las irregularidades. No existe un crimen perfecto".
Durante una entrevista realizada el viernes pasado por Televisión Universitaria TVU, de La Paz, el ingeniero Villegas denunció irregularidades en el 3% de las actas de una elección en la que, según los cómputos definitivos, la diferencia que permitió el triunfo en primera vuelta fue de apenas unos 35.000 sufragios sobre siete millones de votantes.
"Nosotros sólo trabajamos observando los datos oficiales. No accedimos a ningún dato secreto. Pero por ejemplo vimos actas que brindan un resultado en el cómputo provisorio –que la noche de la elección daba que habría una segunda vuelta electoral– y que en el escrutinio definitivo tienen diferencias a favor del gobierno. También vimos actas donde el número de votos supera al de votantes".
La crisis política en Bolivia estalló luego de que la noche del domingo 20 se interrumpió la difusión de los resultados provisorios –llamados TREP– cuando estaba escrutado el 83% de los votos y Evo obtenía el 43,28% y Mesa el 38,15%. Según la ley electoral, para que haya segunda vuelta la diferencia debe ser menor a 10 puntos.
Luego de 24 horas de silencio, cuando se reanudó la difusión de resultados, el presidente se imponía en primera ronda, como terminaron confirmando los resultados definitivos que le dieron la victoria por una diferencia de apenas 10,57 puntos, 47,08% contra 36,51%.
"Es dable pensar que si el gobierno aceptó finalmente la auditoría de la OEA es porque ya tiene todo preparado. Pero la cantidad de irregularidades es muy grande como para ocultarla", afirmó Villegas.
El experto consideró también que "una parte determinante del fraude se hizo con los votos emitidos en la Argentina", donde Evo se impuso por un llamativo 82,6% sobre el 8,6% para Mesa.
"Si sólo se miran los votos emitidos en Bolivia, el oficialismo obtuvo el 46,64% y Mesa, 36,83%. Por lo que habría que realizar una segunda vuelta. El gobierno ganó en primera vuelta por los votos del exterior, donde la Argentina es la comunidad más numerosa con 160.000 votantes. Y las actas del exterior son mucho más fáciles de manipular", señaló Villegas.
Por último, el ingeniero hizo algunas recomendaciones para los auditores de la OEA. "Mi consejo es que no sólo revisen el escrutinio, sino todo el proceso electoral, porque esto no fue algo improvisado el domingo de las elecciones. Detrás de cada irregularidad que encuentren en la logística del proceso electoral, desde la contratación de personal hasta las papeletas, hallarán las huellas de cómo se organizó el fraude", dijo.
Tras hacer públicas sus denuncias, varios gobiernos se comunicaron con Villegas para pedir detalles de su investigación. Entre los países de la Unión Europea –el principal socio económico del gobierno boliviano–, fue convocado por la embajada británica en La Paz.