El teatro Bataclán, el escenario de una ejecución masiva
Por lo menos 112 personas murieron en la sala donde tocaba una banda de rock norteamericana; dramáticos relatos
PARÍS.- La popular sala de espectáculos parisina Bataclán se convirtió ayer en el principal escenario del sangriento ataque terrorista simultáneo sobre varios sitios de la capital francesa, con por lo menos 112 muertos, según fuentes oficiales citadas por la cadena CNN.
"Una carnicería... Cadáveres por todas partes", relató en vivo desde su cuenta de Facebook Benjamin Cazenoves, que estaba dentro del teatro.
El ataque comenzó alrededor de las 21.35 (hora local), cuando en la sala con capacidad para 1500 personas, muy frecuentadas por los jóvenes parisinos, había un concierto de la banda estadounidense Eagles of Death Metal.
Según señalaron sobrevivientes, "dos o tres hombres" ingresaron a la sala al grito de "Allah akbar" ("Dios es grande"), armados con fusiles automáticos -al menos un rifle Kalashnikov- e inmediatamente comenzaron a disparar a la multitud.
"Los disparos duraron por lo menos diez o quince minutos. Se tomaron todo el tiempo necesario. Habrán recargado sus armas tres o cuatro veces. Disparaban hacia abajo, con la culata en el hombro", relató el periodista de Europe1 Julian Pierce, uno de los sobrevivientes, que describió a los terroristas como "muy jóvenes".
"En un momento nos refugiamos detrás del escenario, y ahí quedamos bloqueados", recordó.
"Cuando cesaron los disparos, aprovechamos la pausa para ir hacia la salida de emergencia. En la calle había un montón de gente cubierta de sangre, que tenía heridas de bala", afirmó.
Otros dos testigos que lograron escapar de la sala de conciertos relataron a la CNN que los atacantes ejecutaban a los rehenes "uno por uno".
Según otros testigos, los atacantes invocaron además la intervención francesa en Siria para justificar su acción.
"Los oí decir claramente a los rehenes «la culpa es de [François] Hollande], la culpa es de su presidente, él no tiene por qué intervenir en Siria». Hablaron también de Irak", contó Pierre Janaszak, animador de radio y televisión que estaba en el teatro Bataclán.
Esta sala, muy de moda en París, se encuentra muy cerca del Canal Saint-Martin y de la Plaza de la Bastilla, y la presencia de la banda norteamericana había generado gran atracción entre los jóvenes franceses. Desde su remodelación en los años 70, la sala se convirtió en un lugar muy frecuentado en la noche parisina, y por allí pasaron grandes estrellas de la música francesa e internacional, como Lou Reed, Prince, Oasis o Stromae.
En el caso de Eagles of Death Metal, sus letras y conciertos son a veces considerados lascivos y libertinos, fieles al lema "sexo, drogas y rock'n roll".
La banda está de gira por Europa para promocionar su nuevo álbum "Zipper Down", el primero que editan en los últimos siete años. Por la noche, los representantes del grupo dijeron que ignoraban la suerte que habían corrido los músicos y que estaban "tratando de determinar la situación de seguridad y el paradero'' de los integrantes del conjunto y su equipo de colaboradores.
"Nuestros pensamientos están con todas las personas afectadas por esta trágica situación'', dijo la gerencia de Eagles of Death Metal en un mensaje difundido anoche en la página de Facebook del grupo.
Cuando aún no había sido resuelta la toma del teatro, Hollande habló a la población en un mensaje televisado. "Está en curso una operación asalto o de las fuerzas de seguridad", dijo en alusión al teatro.
Según los testigos, mientras transcurría el mensaje del presidente, se oyeron desde los alrededores del teatro varias ráfagas de disparos y detonaciones provenientes de la sala de conciertos.
Y una media hora más tarde, el canal BFMTV informó que la toma de rehenes había terminado con un asalto policial y la muerte de cuatro terroristas, y agregó que en el interior de la sala se había cometido una "auténtica carnicería".
"El asalto policial fue muy difícil: los terroristas se encerraron en el piso de arriba, se hicieron estallar. Tenían cinturones de explosivos", declaró a la prensa el prefecto de policía Michel Cadot. "Tres de ellos se hicieron estallar con sus cinturones de explosivos y otro, que también llevaba un cinturón, fue alcanzado por balas de la policía antes de estallar al caer", añadió una fuente cercana a la investigación.
Durante varias horas, en un radio de unos 500 metros alrededor del teatro las fuerzas de seguridad tenían formado un cordón de seguridad. Unos 40 rehenes que habían conseguido salir de la sala un rato antes habían sido llevados a un café cercano donde prestaban declaración ante la policía, informó la agencia de noticias.
Al finalizar la recuperación de la sala, Hollande se dirigió directamente al lugar junto con el primer ministro, Manuel Valls. "Seremos implacables" contra el terrorismo, dijo allí el presidente. "Queremos estar aquí, entre los que vieron cosas atroces, para decirles que llevaremos a cabo la guerra, que será implacable", agregó.
Mientras, en las cercanías del teatro se seguían desplazando las ambulancias para sacar heridos.
La muerte, en primera persona
Benjamin Cazenoves
- 21.00 (Hora local): Todavía estoy en el Bataclán. 1er Piso. Heridos graves! Hagan el asalto lo más rápido posible. Hay sobrevivientes en el interior. Matan a todo el mundo. Uno por uno. 1er Piso. ¡¡¡¡Rápido!!!!
- 21.23 (Hora local): ¡Vivo! Sólo algunos cortes... Una carnicería... Cadáveres por todos lados
Testimonios del Bataclán
- "Estaba en el concierto del Bataclán. Eran alrededor de las 21.35 o 21.40 (...) cuando entraron dos o tres individuos (dos, seguro) y comenzaron a tirar a ciegas con armas automáticas. Uno de ellos con una kalashnikov "
- "El escenario se derrumbó porque había mucha gente. Yo me escondí en la consola de sonido. Entonces se dispararon entre 20 y 30 balazos. Los disparos eran al azar. Vi rifles de asalto. Caminé sobre los cuerpos. Había sangre. Y en la calle había muertos"
- "Dispararon directamente a la multitud, gritando Alá Akbar, con escopetas, creo. Los oí recargar. El concierto se detuvo, todo el mundo se tiró al suelo, y ellos continuaron disparando a la gente, fue un puto infierno (...). Yo levanté a mi madre, que estaba tendida en el suelo cuando alguien nos dijo que saliéramos. Huimos a través de una salida de emergencia, pero todavía se oían disparos. Pasamos por encima de los cuerpos"
Agencias AFP, EFE y Reuters
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