El sínodo sobre la familia: "Los divorciados vueltos a casar parecen excomulgados"
Durante la entrevista, Francisco cuestionó que a los divorciados se los excluya de la vida de la Iglesia; dijo que en el encuentro no se habló de matrimonio homosexual
ROMA.- El sínodo extraordinario de obispos sobre los desafíos de la familia, de octubre pasado, fue tan sólo el inicio de un proceso que terminará en octubre del año próximo con otro sínodo, del cual el Papa es garante. Al ser preguntado sobre este tema durante la entrevista, Francisco afirmó que no le tiene miedo al camino de sinodalidad emprendido, admitió que hubo distintas posturas, dijo que "nadie habló de matrimonio homosexual" y recordó que no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, más allá de las discusiones sobre los divorciados vueltos a casar. Sobre esta última, el Papa opinó que los divorciados "parecen excomulgados de facto" porque la Iglesia los excluye de su vida.
-El reciente sínodo extraordinario de obispos sobre la familia dejó a la luz dos visiones de Iglesia, con un sector abierto al debate y otro que está en contra. ¿Usted qué piensa?
-No diría que la cosa es tan así... Es verdad, uno simplificando, para explicar, podría decir que había unos que estaban más de este lado, o más del otro. Ahí lo rico fue el proceso sinodal y éste no es un proceso parlamentario, sino que es un espacio cubierto, protegido, para que el Espíritu Santo trabaje. Y necesita dos cualidades claras: coraje para hablar y humildad para escuchar. Y eso se dio muy bien. Es verdad que hay posturas más para un lado, o más para otro. Pero en un plano de búsqueda de la verdad. Usted me puede preguntar: "Pero, ¿hay algunos que son completamente tercos en sus posturas?". Y, sí, alguno habrá. Pero eso no me preocupa. Es cuestión de rezar para que los convierta el Espíritu, si es que hubo algunos de ésos. Lo que sí se sintió fue una búsqueda fraternal de cómo enfrentar problemas pastorales de la familia. La familia está recontrabaqueteada, los jóvenes no se casan. ¿Qué pasa? Después, cuando vienen a casarse, cuando ya están conviviendo, creemos que con tres conferencias los preparamos para el matrimonio. Y eso no basta, porque la gran mayoría no son conscientes de lo que significa el comprometerse para toda la vida. Benedicto lo dijo en el último año dos veces: habría que tener en cuenta para la nulidad matrimonial qué fe tuvo esa persona cuando se casó. Si era una fe general, ¿sabía perfectamente lo que era el matrimonio, como para conferírselo a la otra persona? Y eso es una cosa que debemos estudiar a fondo y ver cómo ayudar...
Hace unos días, una pareja que convive me dio la noticia de que se van a casar. Les dije: "Qué bueno y ¿están preparándose bien?". Y la respuesta fue ésta: "Sí, estamos buscando qué Iglesia está más a tono con el vestido que yo voy a usar", dijo ella. "Sí, estamos con todo el lío de las invitaciones, recuerditos y todo eso", dijo él. "También tenemos el problema de la fiesta, porque no podemos elegir porque no queremos que sea muy lejana a la iglesia. Y después, los padrinos, como mis padres están separados, no pueden estar los dos"... ¡Todas cuestiones que hacen a la ceremonia! Sí, un matrimonio hay que festejarlo, es verdad, porque hay que tener coraje para casarse y hay que aplaudir eso. Pero ninguno de los dos hizo una mera referencia a lo que significaba para toda la vida de ellos. ¿Qué quiero decir con esto? Que, para un buen número de gente, casarse es un hecho social. Y lo religioso no aflora. Bueno, ¿cómo la Iglesia ayuda en esto? ¿Si no están preparados, les cierra las puertas? Es un problema serio.
Nadie habló de matrimonio homosexual en el sínodo, no se nos ocurrió (...) En el sínodo se habló de la familia y las personas homosexuales en relación con sus familias
-Los sectores conservadores, sobre todo de Estados Unidos, temen un desmoronamiento de la doctrina tradicional. Dicen que el sínodo creó confusión porque si bien habló de "elementos positivos" en convivencias y en las parejas homosexuales en el borrador, luego hubo marcha atrás...
-El sínodo fue un proceso. Y así como la opinión de un padre sinodal era de un padre sinodal, también un primer borrador era un primer borrador, donde se recogía todo. Nadie habló de matrimonio homosexual en el sínodo, no se nos ocurrió. Lo que sí hablamos es sobre una familia que tiene un hijo o una hija homosexual, cómo lo educa, cómo lo lleva, cómo se ayuda a esa familia a llevar adelante esta situación un poco inédita. O sea que en el sínodo se habló de la familia y de las personas homosexuales en relación con sus familias, porque es una realidad que todo el tiempo encontramos en los confesionales: un padre y una madre que tiene un hijo o hija así. A mí me tocó varias veces en Buenos Aires. Y bueno, hay que ver cómo ayudar a ese padre o a esa madre para que acompañen a ese hijo o hija. Eso es lo que se tocó en el sínodo. Por eso alguno habló de elementos positivos en el primer borrador. Pero era un borrador relativo.
-Hay quienes temen que se derrumbe la doctrina tradicional...
No es una solución si les van a dar la comunión. Eso sólo no es la solución, la solución es la integración
-Siempre hay temores, pero porque no leen las cosas, o leen una noticia en un diario, un artículo, y no leen lo que decidió el sínodo, lo que se publicó. ¿Qué es lo que vale del sínodo? La relación pos sinodal, el mensaje pos sinodal y el discurso del Papa. Eso es lo definitivo del sínodo, que pasa a ser relativo y provisorio y a transformarse en lineamenta para el próximo sínodo. Ahí yo creo que hubo un error en la explicación de algunos padres con el periodismo. Nosotros decidimos que cada cual diera las entrevistas que quisiera y en total libertad, no pusimos ningún tipo de censura. Se optó por la transparencia. ¿Por qué un briefing y no lo que dijo la persona? Por dos cosas: primero, porque mandaban antes las intervenciones escritas, y por ahí decían algo, no decían todo, o lo cambiaban. Entonces no era noticia verdadera. Y segundo, para proteger a la persona. Y para mí esto es lo más importante. Porque si fuera un parlamento tiene que rendir cuenta al mandante, es decir a la Iglesia local. Pero esto no es un parlamento, entonces este hombre tiene que tener la libertad total de decir lo que tiene adentro, sin que se sepa que él dijo eso. Sí, que se sepa lo que se dijo, por eso en el briefing se explicaba que se dijo esto, eso y aquello. Y siempre con varios obispos de diversos enfoques para ir adelante. Todo para proteger ese trabajo, para que el Espíritu Santo pudiera ir adelante, y no tengo miedo.
-¿Miedo de qué?
-Miedo de seguir este camino, que es el camino de la sinodalidad. No tengo miedo porque es el camino que Dios nos pide. Es más: el Papa es garante, está ahí para cuidar eso también. Así que hay que seguir adelante con eso. Una cosa interesante, que dije en el discurso final también, es que no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Y en el caso de los divorciados y vueltos a casar, nos planteamos: ¿qué hacemos con ellos, qué puerta se les puede abrir? Y fue una inquietud pastoral: ¿entonces le van a dar la comunión? No es una solución si les van a dar la comunión. Eso sólo no es la solución: la solución es la integración. No están excomulgados, es verdad. Pero no pueden ser padrinos de bautismo, no pueden leer la lectura en la misa, no pueden dar la comunión, no pueden enseñar catequesis, no pueden como siete cosas, tengo la lista ahí. ¡Pará! ¡Si yo cuento esto parecerían excomulgados de facto! Entonces, abrir las puertas un poco más. ¿Por qué no pueden ser padrinos? "No, fijate, qué testimonio le van a dar al ahijado." Testimonio de un hombre y una mujer que le digan: "Mirá querido, yo me equivoqué, yo patiné en este punto, pero creo que el Señor me quiere, quiero seguir a Dios, el pecado no me venció a mí, sino que yo sigo adelante". ¿Más testimonio cristiano que ése? O si viene uno de estos estafadores políticos que tenemos, corruptos, a hacer de padrino y está bien casado por la Iglesia, usted lo acepta? ¿Y qué testimonio le va a dar al ahijado? ¿Testimonio de corrupción? O sea que tenemos que volver a cambiar un poco las cosas, en las pautas valorativas.
-¿Qué opina de la solución planteada por el cardenal [aperturista] alemán Walter Kasper?
La familia está recontrabaqueteada, los jóvenes no se casan. ¿Qué pasa? Después, cuando vienen a casarse (...) creemos que con tres conferencias los preparamos
-Kasper en su intervención a los cardenales en febrero pasado ponía cinco capítulos, cuatro que son una joyita de los fines del matrimonio, abiertos, profundos, y el quinto es qué hacemos con este problema de los divorciados vueltos a casar, porque son nuestros fieles. Y él hace hipótesis: él no propone nada propio. ¿Qué sucedió? Algunos teólogos se asustaron frente a esas hipótesis y eso es esconder la cabeza. Kasper lo que hizo fue decir: "Busquemos hipótesis", es decir, él abrió el campo. Y algunos se asustaron y se fueron a ese punto: nunca la comunión. Sí la espiritual. Y decime: ¿No hace falta estar en gracia de Dios para recibir la comunión espiritual? Por eso la comunión espiritual fue la que menos votos tuvo en la relatio synodi, porque no estaban de acuerdo ni unos ni otros. Los que la sostienen, porque era poco, votaron en contra. Y los que no la sostienen y quieren la otra, porque no vale.
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