El shock deja lugar a la bronca por daños que se podrían haber evitado
Los italianos debatían ayer los motivos de la falta de prevención en una zona con antecedentes y altísimo riesgo sísmico; el 70% de las construcciones no respeta las reglas
ROMA.- En un clima de shock, dolor y luto, también crecían ayer la bronca y la polémica en Italia por una enésima tragedia en una zona del país conocida por su altísimo riesgo sísmico.
La cadena montañosa de los Apeninos, la espina dorsal de Italia, fue cíclicamente castigada por la violencia de la naturaleza. Y la gran pregunta que flotaba ayer en el ambiente era: ¿por qué en Italia, el país europeo donde más tiembla la tierra, el 70% de las construcciones no respetan las reglas antisísmicas?
La gran mayoría de las casas que se derrumbaron como castillos de naipes en las localidades de Accumoli, Amatrice y Pescara del Tronto, las más afectadas y que virtualmente desaparecieron del mapa, eran construcciones de piedra muy antiguas, de época medieval.
Justamente por eso sus cascos históricos eran meta del turismo: su antigüedad y su belleza resultaron su debilidad a la hora de la bestia negra de los Apeninos: el terremoto.
Pero entre los palacios históricos -que, según expertos, deberían haber sido apuntalados, puestos en seguridad, para prevenir lo peor-, también había edificios nuevos. Entre ellos, por ejemplo, la escuela pública Romolo Capranica, de Amatrice, restaurada en 2012, en tiempo récord, según normas antisísmicas.
La escuela también se derrumbó con el sismo de 6 grados en la escala de Richter, que en otros países suele no tener consecuencias: ¿por qué?
"En Japón, un sacudón de este tipo llega una vez por mes, pero no pasa nada. Ellos, en tema seguridad, se volvieron los primeros del mundo", dijo Massimo Forni, jefe del Laboratorio de Ingeniería Sísmica y Prevención de la Agencia Nacional para las Nuevas Tecnologías. "En Italia, en cambio, pasa cada cinco años. Todas las veces lloramos, prometemos, pero después, nos olvidamos y nos dejamos estar", agregó.
La bronca era palpable ayer. Lo resumió con creces una columna de la escritora Dacia Maraini en el Corriere della Sera. "Una vez más, una tragedia en nuestra tierra inquieta. Pero tengo que decir que la rabia supera el dolor. La rabia al pensar que este desastre podría haber sido evitado", escribió.
"Se sabe que el nuestro es un país sísmico, se sabe que el peligro de los temblores nos toca a todos, del Norte al Sur. ¿Es posible que no se haya hecho nada para prevenir la catástrofe?", se preguntó.
Como muchísimos otros, Maraini evocó el historial de terremotos que pesa sobre las espaldas de Italia. Y denunció la anomia, si no anarquía, que reina en el país, donde hay constructores que no respetan las reglas, pero también autoridades que no hacen nada para que éstas sean respetadas.
Corrupción
"Una tierra que conoce desde hace siglos el horror de la devastación y no logra darse reglas para la construcción de sus ciudades parece increíble", acusó Maraini, que apuntó a la corrupción, a los negociados de los que construyen a bajo precio para ganar más dinero, a quienes ganan dinero permitiendo a otros burlarse de las reglas, a la falta de controles y a la avidez.
"Habría que intervenir, lo antes posible, en los edificios públicos y estratégicos sin esperar que los derrumbes nos lo recuerden", dijo Tommaso Trombetti, ingeniero.
El día después del terremoto, uno de los más destructivos de los tiempos recientes, seguía el miedo. La tierra, en efecto, seguía temblando. Las réplicas no cedían: se contabilizaban más de 700.
Al anochecer, más de 2500 evacuados que lo perdieron todo se aprestaban a dormir en carpas o en sus autos. Y con una sola pregunta azotando su mente: ¿por qué?
Dichos y hechos
Tras el desastre, emergen los gestos de solidaridad
Piden poner en menús pasta amatriciana para ayudar a las víctimas
El presidente del movimiento gastronómico italiano "slow food", Carlo Petrini, pidió ayuda para las poblaciones afectadas por el terremoto, entre ellas Amatrice, origen de la "pasta all'amatriciana". La iniciativa pretende que restaurantes de todo el mundo integren en sus menús ese conocido plato de la gastronomía italiana y dediquen parte de los ingresos por su consumo a ayudar a esa localidad.
El calcio se suma a las acciones solidarias
El fútbol italiano anunció diversas iniciativas para recaudar fondos a favor de las víctimas del terremoto. La serie B invitará a los tifosi que acudan a los estadios a sumarse a la campaña de recolección de fondos de la Guardia Civil. Además, se realizará un minuto de silencio en homenaje a las víctimas y los jugadores lucirán un brazalete negro en señal de luto. Cada club que juegue como local en la fecha inicial del torneo de la segunda división donará el 10% de lo recaudado.
Perros rescatadores y rescatados en medio del terremoto
Los animales también sufren las consecuencias del terremoto, aunque se dividen en salvadores y damnificados. Las zonas del desastre están siendo rastreadas por perros con los que las autoridades buscan posibles supervivientes bajo los escombros.En Accomuli, uno de los pueblos más afectados, varios perros recorren sus destruidas calles olfateando en busca de un signo de vida. Pero también hay perros que lograron escapar del desastre y ahora se encuentran con sus dueños en los campamentos habilitados, tras perder sus hogares.