El senador McConnell volvió a quedar paralizado mientras hablaba ante la prensa
El legislador republicano de 81 años, líder de la minoría en la Cámara alta, ya había tenido un episodio similar en julio mientras hablaba periodistas en el Capitolio
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LA NACION
WASHINGTON.- El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, de 81 años, volvió a quedar paralizado, enmudecido y con la mirada perdida este miércoles mientras hablaba con la prensa en su estado natal de Kentucky.
El video del momento muestra al senador republicano hablando en Covington cuando un periodista le preguntó si se postularía para la reelección en 2026. McConnell se detuvo y se lo vio mirando hacia adelante durante varios segundos antes de que una asistente interviniera para preguntarle si había escuchado la pregunta.
La mujer le repitió la pregunta. Cuando McConnell no respondió, anunció a la sala que “vamos a necesitar un minuto”. McConnell finalmente respondió dos preguntas adicionales, aunque no se refirió a una campaña para 2026, y parecía vacilante con dificultades para hablar. Luego, la mujer terminó la conferencia de prensa y McConnell salió de la habitación caminando lentamente.
McConnell ya generó preocupación a finales de julio cuando lo sacaron del podio en el Capitolio después de que dejó de hablar a mitad de una frase. Después de 20 segundos, dos de sus compañeros le ayudaron a bajar del podio.
El senador reapareció ante el micrófono minutos después para seguir respondiendo preguntas. Cuando se le preguntó sobre el episodio, dijo a los periodistas que estaba “bien”.
Por ahora, sus asistentes no han formulado comentarios sobre el episodio de este miércoles.
El incidente de este miércoles en Covington, Kentucky, se suma a las preguntas de los últimos meses sobre la salud de McConnell y si el republicano de Kentucky, que fue elegido por primera vez al Senado en 1984 y ha sido líder del Partido Republicano desde 2007, permanecerá en su puesto de liderazgo.
Su oficina dijo después que McConnell se sentía “momentáneamente mareado” y que vería a un médico antes de su próximo evento. De manera similar, después del episodio de julio, sus asistentes dijeron que McConnell estaba mareado. Ni McConnell ni sus asesores han dado más detalles sobre lo sucedido.
En marzo, McConnell sufrió una conmoción cerebral y una costilla rota después de caerse y golpearse la cabeza después de una cena en un hotel. No regresó al Senado durante casi seis semanas. Estuvo usando una silla de ruedas en el aeropuerto mientras viajaba de ida y vuelta a Kentucky. Desde entonces, parece caminar más lentamente y su discurso suena más entrecortado.
McConnell tuvo polio en su primera infancia y desde hace tiempo reconoce algunas dificultades para subir escaleras. Además de su caída en marzo, también tropezó y cayó hace cuatro años en su casa en Kentucky, lo que le causó una fractura de hombro que requirió cirugía.
Otros casos de políticos ancianos
Los episodios de McConnell, las situaciones de equívocos y caídas del presidente Joe Biden, de 80 años, y las confusiones recientes de la senadora Dianne Feinstein, de 90 años, durante una votación reflotaron la pregunta ¿hasta qué edad se puede ocupar un cargo público?
“No sé cuál sea el número mágico, pero me parece que, como regla general, pues, cuando tienes más de ochenta es hora de pensar en relajarte un poco”, dijo Trent Lott, de 81 años, quien fue líder de la mayoría republicana del Senado y se retiró a los 67 años para fundar su propia empresa de lobby. “El problema es que te eligen para un mandato de seis años, estás en excelente forma, pero cuatro años después puede que no estés tan bien”.
“Cuando digo que tenemos que pasar la batuta a las generaciones más jóvenes, no estoy hablando de personas muy jóvenes”, dijo Dean Phillips, representante por Minnesota, de 54 años, el único demócrata en el Congreso que declaró que Feinstein debería dimitir y que Biden no debería presentarse a la reelección. “Solo me refiero a una generación razonablemente menos mayor”, explicó.
Los contendientes más jóvenes para las elecciones del año próximo plantearon la cuestión de un modo más enérgico. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 44 años, uno de los principales aspirantes republicanos a la presidencia, criticó la gerontocracia política del país.
“Los funcionarios solían servir en su mejor momento y luego le pasaban la batuta a la siguiente generación, y me parece que esta generación no ha estado tan dispuesta a hacerlo”, dijo DeSantis a la comentarista conservadora Megyn Kelly y señaló que Biden se convirtió en senador en 1973, cinco años antes de que DeSantis naciera.
Cabe destacar que Donald Trump, quien tendría 82 años al final de un eventual segundo mandato, defendió a Biden, al afirmar que el presidente no debe ser menospreciado por su edad. “No es un anciano”, publicó Trump este mes en Truth Social, su plataforma de redes sociales. “De hecho, ¡la vida empieza a los 80!”.
En un sondeo realizado por YouGov el año pasado, la mayoría de los estadounidenses están a favor de que haya límites de edad para los funcionarios públicos que llegan a un cargo mediante elecciones, pero no hubo ningún consenso sobre el límite exacto. Poner un límite de 60 años impediría que el 71% del Senado pudiera ejercer su cargo, mientras que un tope de 70 años haría que el 30% de los legisladores fueran inelegibles, halló un análisis del grupo.
Agencia AP
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