El regalo inesperado para la familia que cruzó América
El Papa convocó ayer a los Walker, que viajaron desde la Argentina en combi para verlo
La familia Walker viajó 18.000 kilómetros en combi durante más de seis meses para llegar a Estados Unidos y ver a Francisco. Soñaban con verlo pasar por las calles o saludarlo detrás de una valla. Sin embargo, una inesperada llamada telefónica superó todas sus expectativas: fueron convocados para tener una reunión privada con el Papa. "Fue emocionante estar ahí conversando con él. Un regalo de la vida", contaron a LA NACION.
Ayer, los Walker planeaban ver al Papa por la tarde, durante la misa de clausura del Encuentro Mundial de Familias. Uno de los hijos de la familia le había arrojado una carta por detrás de las vallas del Independence Wall, aunque sin éxito. Lo que no se imaginaban era que después de recorrer 13 países en una combi de los años 80 llamada "Francisca" serían convocados por el Papa.
"A las 6 de la mañana recibimos una llamada en la que nos dijeron que el Papa quería conocernos, que fuéramos inmediatamente al Seminario San Carlos Borromeo. Nos dijeron que iba a ser breve, en un rato que tenía entre el encuentro con los obispos y la visita a la prisión. No podíamos creerlo, todos corríamos para todos lados en un completo caos", relató a LA NACION Noël Zemborain, la madre de la familia, de 39 años.
"Lo primero que nos dijo cuando nos vio fue: «¿Ustedes son la familia que viajó de Buenos Aires?, están locos», y se reía. «Sí -le decimos-, también tenemos una cuota de sana inconsciencia como vos»", contó la mujer de San Isidro.
La familia describió el encuentro como una charla de amigos: "Estábamos todos muy relajados; él hacía chistes, nos abrazaba, fue todo muy distendido y familiar. Dijo que conocía nuestra historia, que nos venía siguiendo y que le causaba gracia el nombre de nuestra combi, Francisca", detalló. Sus hijos Carmín (3), Mía (5), Dimas (8) y Cala (12) "no se le desprendían". Le llevaron rosarios para que los bendijera y le dejaron unas cartas que le habían escrito.
Como ya es costumbre en el Papa, le pidió a la familia que rezara por él. "Lo necesito, esto es muy difícil, desde este lugar se puede hacer mucho bien y mucho mal, recen por mí", contaron que les dijo el Papa.
Zemborain y su marido, Alfredo Walker, usaron su página de Facebook "América en Familia" para contar lo vivido y fueron felicitados por cientos de personas que siguen cada uno de sus pasos por los distintos países.
"En italiano le dijo a alguno de la comitiva: «Esto es muy importante, ¡una familia joven que tiene el coraje de salir en una combi y vivir la vida con júbilo!» Nos agradeció por haber ido, y nosotros le dijimos que había muchas familias que lo querían. Por último, le dijimos: «Gracias por inspirarnos a salir y hacer un poco de lío»."
Sobre el inolvidable encuentro, la familia aseguró: "Fue emocionante. Una alegría enorme estar ahí conversando con él. Un regalo de la vida", contaron a LA NACION.