El recuerdo de aquellos "mártires de Chicago"
Su reclamo dio pie al 1° de Mayo
Famosa por sus vientos, la ciudad de Chicago fue agitada por uno de particular intensidad el 1° de Mayo de 1866. Una semana antes, un joven anarquista llamado Albert Spies se atrevió a desafiar el poderío económico que controlaba la industria estadounidense con una apuesta fuerte: en un congreso obrero reunido en Baltimore llamó a una huelga general de trabajadores en reclamo de una jornada laboral de 8 horas de duración, en lugar de las 14 o 16 que eran comunes entonces.
La propuesta de Spies -cuyo antecedente era similar exigencia planteada en 1864 por la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT)- sumó la adhesión de 350.000 trabajadores de todo el país. Sólo en Chicago se lanzaron a las calles casi 80.000 empleados del comercio, junto a albañiles, carniceros, zapateros y tipógrafos.
El sector patronal resolvió de inmediato la respuesta corporativa. Su influencia en sectores oficiales no logró sólo que se declarase ilegal la medida, para concretar despidos masivos, sino también que simultáneamente se reprimiera de la forma más enérgica a los huelguistas, como para desalentar otras intentonas.
El violento accionar policial se extendió a Filadelfia, Louisville, San Luis, Baltimore y Milwaukee, ciudad ésta en la que se produjeron las primeras víctimas, al caer seis obreros muertos a balazos.
En Chicago, bajo la presión de los manifestantes, el 4 de mayo el alcalde Carter Harrison autorizó que se concentraran en la plaza Haymarket. Sus dos manzanas de extensión fueron insuficientes para la multitud. Desde un palco improvisado con un vagón de ferrocarril, Spies instó a que nadie se reintegrase a sus labores hasta conseguir la revindicación perseguida. Cerca, sobre la calle Desplaines, se apostó una fuerza policial de casi 200 hombres. De pronto cayó entre ellos una bomba, que mató a un uniformado.
La respuesta fue inmediata. Los policías gatillaron sus fusiles, matando a seis trabajadores.
Muerte en la horca
El caso dio lugar a una investigación y, luego, a la intervención de la Corte Suprema, que el 6 de octubre de ese año condenó a morir en la horca, "por haber instigado el asesinato de un servidor público", a Spies y a media docena de sus compañeros de barricada. Un año después se cumplió la ejecución de quienes tiempo después serían llamados "los mártires de Chicago".
El congreso de 1889 de la AIT, en París, declaró al 1° de mayo como el Día Internacional del Trabajo. Celebrado en prácticamente todo el mundo, una excepción es Estados Unidos (es el primer lunes de septiembre), escenario de aquellos episodios ocurridos un día como el de ayer, hace 135 años.
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