Bloomberg: la Argentina, de los peores en el ranking de países para pasar la pandemia
La veloz expansión del coronavirus por todo el mundo ha derrumbado algunas ideas preconcebidas sobre qué países eran los más capacitados para enfrentar una crisis sanitaria de esta magnitud. Economías avanzadas como Estados Unidos y Gran Bretaña, clasificadas según varias medidas anteriores a 2020 como las más preparadas para una pandemia, se han visto repetidamente abrumadas por las infecciones. Mientras tanto, otros países, incluso naciones en desarrollo, han desafiado las expectativas, llegando a eliminar el patógeno dentro de sus fronteras en algunos casos.
Frente a este escenario, Bloomberg analizó una serie de datos para determinar los mejores lugares para estar en la era del coronavirus: ¿dónde se ha manejado el virus de manera más efectiva con la menor cantidad de interrupciones para los negocios y la sociedad?
El Ranking de Resiliencia de Covid-19 puntúa economías con un PBI superior a 200.000 millones de dólares según 10 métricas clave: desde el crecimiento en los casos del virus hasta la tasa de mortalidad general, las capacidades de prueba y los acuerdos de suministro de vacunas que los lugares han forjado. También se tienen en cuenta la capacidad del sistema local de atención de la salud, el impacto de las restricciones relacionadas con el virus, como los bloqueos económicos, y la libertad de circulación de los ciudadanos.
El resultado es una tabla que muestra cómo se está desarrollando la pandemia en estos 53 el 23 de noviembre de 2020. El ranking cambiará a medida que los países cambien sus estrategias, el clima cambie y la carrera se intensifique por una vacuna viable. Sin embargo, es probable que la brecha que se ha abierto entre las economías de arriba y las de abajo perdure, con consecuencias potencialmente duraderas en el mundo post-Covid.
El podio del mejor desempeño
Nueva Zelanda encabeza el ranking gracias a una acción rápida y decisiva. Desde temprano, el gobierno de la primera ministra Jacinda Ardern dijo que apuntaría a la "eliminación" del virus, invirtiendo recursos en pruebas, rastreo de contactos, el cierre de fronteras y una estrategia de cuarentena centralizada para acabar con la transmisión local. Habiéndolo logrado en gran medida, los neozelandeses viven básicamente en un mundo sin Covid-19. Nueva Zelanda también está bien posicionada para una vacuna con dos acuerdos de suministro, incluidos uno con Pfizer y otro con BioNTech.
En segundo lugar está Japón, que trazó un camino diferente. Carece de medios legales para hacer cumplir un bloqueo, pero otras fortalezas surgieron rápidamente. Debido a los brotes de tuberculosis en el pasado, el país ha mantenido un sistema de salud pública dotado de rastreadores de contactos que se reasignaron rápidamente a la lucha contra la Covid-19. Los altos niveles de acatamiento y el uso de mascarilla también fueron esenciales en el control de la pandemia. La capacidad de Japón para evitar muertes a pesar de tener la población más vieja del mundo lo impulsó más alto, al igual que su previsión al cerrar cuatro acuerdos de vacunas.
El éxito de Taiwán, que ocupa el tercer lugar, es aún más notable si se consideran sus vínculos con China continental, donde apareció el virus por primera vez en diciembre pasado. La isla fue pionera en un enfoque centrado en la tecnología: con aplicaciones móviles que detallan dónde comprar máscaras o enumeran lugares que fueron visitados por personas infectadas.
Muchos en el top 10 (Nueva Zelanda, Japón, Taiwán, Corea del Sur, Finlandia, Noruega, Australia, China, Dinamarca Vietnam) fueron pioneros y modelaron lo que han surgido como las estrategias más efectivas para luchar contra la Covid-19. El control fronterizo, las cuarentenas cortas, el rastreo de contactos y las campañas de testeo masivo han sido un elementos claves.
Confianza y un sistema de Salud sólido
El desempeño pobre de algunas de las democracias más prominentes del mundo, incluidas Estados Unidos, Gran Bretaña y la India, en contraste con el éxito de países como China y Vietnam, ha planteado dudas sobre si las sociedades democráticas están hechas para enfrentar pandemias.
Sin embargo, el ranking de Bloomberg cuenta una historia diferente: ocho de los 10 países que mejor manejaron la pandemia son democracias. El éxito en contener los brotes con la menor interrupción posible parece depender menos de poder ordenar a las personas que se sometan, sino de que los gobiernos generen un alto grado de confianza y cumplimiento social. Cuando los ciudadanos tienen fe en las autoridades y en su guía, es posible que los cierres prolongados no sean necesarios en absoluto, como lo demuestran Japón, Corea del Sur y, hasta cierto punto, Suecia.
La inversión en infraestructura de salud pública también es importante. Los sistemas de rastreo de contactos, la pruebas efectivas y la educación en salud mostraron ser medidas eficaces para controlar los brotes.
Casos atípicos y sorpresas
El Ranking Covid de Resiliencia de Bloomberg expone algunas verdades incómodas para las naciones que alguna vez fueron consideradas las más avanzadas del mundo. A partir del 23 de noviembre, los principales países europeos como Gran Bretaña y Francia se encuentran en la mitad inferior de la lista.
Es que la conectividad ha surgido como una maldición en la era Covid, con las ciudades más cosmopolitas, como París y Londres, convirtiéndose en epicentros de infecciones. Por el contrario, países en desarrollo como Pakistán y Bangladesh se han beneficiado de su relativa lejanía. Sus poblaciones también son mucho más jóvenes en promedio, lo que ha ayudado a mantener bajas sus tasas generales de mortalidad.
Europa occidental se encuentra ahora en medio de una segunda ola feroz que ha obligado a los gobiernos a imponer nuevos bloqueos. La contención lograda en la primavera se deshizo al aliviar las restricciones, lo que permitió que los veraneantes volvieran a sembrar el virus. Bélgica tiene la peor tasa de mortalidad general de las 53 economías después de que el virus arrasó los hogares de ancianos.
La Argentina, anteúltima en el ranking
Las economías avanzadas, como Estados Unidos y Alemania, rápidamente destinaron miles de millones de dólares para mejorar su capacidad de testeo, para investigar posibles tratamientos y para mejorar la capacidad del sistema de Salud.
Estas ventajas no existen en América Latina, la región más devastada por la pandemia, donde todos los países se posicionan de mitad de tabla para abajo. La Argentina y México ocupan el anteúltimo y último lugar de la lista, respectivamente. En el caso de México, la última tasa de positividad disponible es del 62%, lo que sugiere que el virus está muy extendido en el territorio.
América Latina es una de las regiones más urbanizadas del mundo y gran parte de la población vive en condiciones de hacinamiento donde el distanciamiento social es difícil. La alta proporción de personas que dependen del trabajo informal y los salarios diarios significa que pocos están dispuestos a quedarse en casa.
"Las grandes disparidades entre la atención de salud pública y privada han afectado a la región, al igual que otras formas de desigualdad, incluida la educación", dijo a Bloomberg Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del centro de estudios Wilson de Washington D.C.
La mayoría de los países de América Latina no podrán volver a los niveles de crecimiento prepandémicos hasta 2023 y el ingreso per cápita no se recuperará hasta 2025, más tarde que en cualquier otro lugar, dijo el Fondo Monetario Internacional.
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