El presidente quiere un juez "terriblemente evangélico" en la Corte
Bolsonaro dijo que hará la designación cuando se abran las vacantes
RÍO DE JANEIRO.- En una muestra más de su compromiso con el electorado evangélico, que ayudó a llevarlo a la presidencia, desde donde impulsó una agenda de valores conservadora, Jair Bolsonaro afirmó ayer que pretende designar a un juez "terriblemente evangélico" en la Corte Suprema cuando se abran las vacantes esperadas para los próximos años.
"El Estado es laico, pero nosotros somos cristianos. O, para plagiar a mi querida Damares [Alves, ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos], somos terriblemente cristianos. Y ese espíritu debe estar presente en todos los poderes. Por eso, mi compromiso: podré elegir dos jueces del Supremo Tribunal Federal [STF], y uno de ellos será terriblemente evangélico", señaló Bolsonaro en un acto de la poderosa bancada evangélica en la Cámara de Diputados para conmemorar los 42 años de la Iglesia Universal del Reino de Dios.
Aunque Bolsonaro es originalmente católico, en 2016 fue bautizado en el río Jordán, en Israel, por el pastor evangélico Everaldo Dias Ferreira, presidente del Partido Social Cristiano (PSC), fuerza a la que pertenecía el actual jefe de Estado hasta que el año pasado se mudó al Partido Social Liberal (PSL), con el que ganó las elecciones. Asimismo, la primera dama, Michelle Bolsonaro, es una ferviente evangélica y acostumbra ir acompañada por su esposo a los servicios religiosos en su iglesia neopentecostal. El mes pasado, Bolsonaro fue el primer presidente brasileño en participar de la Marcha por Jesús, que todos los años reúne a multitudes en San Pablo.
Al menos dos vacantes en el STF quedarían libres durante el mandato de Bolsonaro, ya que en 2020 debería jubilarse obligatoriamente Celso de Mello y, al año siguiente, Marco Aurelio Mello. El mes pasado, cuando el STF falló a favor de la criminalización de la homofobia y la equiparó al racismo, Bolsonaro apuntó que en la Corte debería haber algún miembro evangélico "para lograr un equilibrio". Entonces, Aurelio Mello lo cuestionó: "No sabemos si alguien profesa el Evangelio. Tenemos católicos y dos judíos [Luiz Fux y Luis Roberto Barroso], pero lo importante es tener jueces que defiendan el orden jurídico y la Constitución. El Estado es laico y la Corte es el Estado".