El partido prorruso en Georgia se adjudica la victoria entre denuncias de fraude y llaman a protestas

PARÍS.– La situación es extremadamente tensa en Georgia, república exsoviética del Cáucaso donde Sueño Georgiano, el partido del oligarca prorruso Bidzina Ivanishvili, afirma haber ganado las elecciones legislativas de ayer. La oposición denunció fraudes y llamó a manifestarse para defender su proyecto de adherir algún día a la Unión Europea (UE).

El gubernamental Sueño Georgiano no esperó los resultados de los comicios para celebrar la victoria delante de su flamante cuartel general. Una “victoria” confirmada pocas horas después por la Comisión Electoral Central (CEC), pero inmediatamente refutada por la oposición proeuropea, que denunció “una elección robada”.

Hoy por la mañana, el escrutinio casi definitivo dio 54,08% de votos a Sueño Georgiano. Un resultado que contradice los sondeos de boca de urna efectuados durante toda la jornada electoral. Según dos institutos, Edison y HarrisX, citados por la cadena de televisión de oposición Formula, el partido gubernamental prorruso llegó en segundo lugar detrás de la oposición proeuropea, mientras que múltiples incidentes fueron señalados en numerosas oficinas de votación.

“Como lo muestran los resultados publicados por la CEC, el Sueño Georgiano se aseguró una sólida mayoría” en el nuevo Parlamento, se felicitó el secretario ejecutivo del partido, Mamuka Mdinaradze. En el poder desde hace 12 años, la formación, fundada por el oligarca prorruso Bidzina Ivanichvili, es acusada de haber lanzado al país a un espiral autoritario, alejándolo de la UE.

Durante la campaña, ese millonario que hizo su fortuna en Rusia montó una escenificación presentando a su partido como la formación que pretendía mantener a Georgia alejada de una nueva guerra con Moscú, a la cual un oscuro partido mundial trataría de arrastrar al país con la ayuda de la oposición, para abrir un segundo frente contra el Kremlin. Un relato que hace pensar seriamente en los argumentos inventados una y otra vez por el Kremlin para justificar sus acciones.

Por eso no es sorprendente que una de los primeros en felicitar a Sueño Georgiano fue la directora de la cadena rusa de televisión RT, Margarita Simonian. Viktor Orban, primer ministro húngaro y amigo de Vladimir Putin, también envió sus felicitaciones, sin esperar los resultados oficiales.

Por su parte, la presidenta georgiana, Salome Zourabichvili, ferviente partidaria de un acercamiento con la UE, denunció anoche la “falsificación total” de estas legislativas y llamó a manifestar a partir de mañana.

Los mismos argumentos son mantenidos por la coalición de oposición.

“No vamos a reconocer estos resultados”, anunció Tina Bokuchava, presidenta del partido de oposición Movimiento Nacional Unido.

“Lucharemos como nunca antes para reconquistar el futuro europeo de nuestro país”, dijo. Según sus palabras, la CEC de Georgia ejecutó “una sucia orden” del partido de gobierno, anunciando unos resultados “que muestran que el oligarca Ivanishvili ha robado el futuro europeo del pueblo”.

Natia Mezvrishvili, vicepresidente del opositor Por Georgia, denunció la compra de votos y una falsificación de las boletas en favor de Sueño Georgiano.

“Los resultados no reflejan la voluntad popular”, dijo por su parte Ana Dolizde, dirigente de otra coalición opositora, Georgia Fuerte.

La legitimidad de los comicios fue también puesta en tela de juicio por Transparencia Internacional Georgia: “Después de haber analizado el ambiente preelectoral y las estratagemas de engaño utilizadas el día de la votación, así como el impacto sin precedentes sobre la voluntad de los electores y los hechos de violencia ocurridos, pensamos que los resultados preliminares publicados por la CEC no reflejan la voluntad de los ciudadanos georgianos”, afirmó la organización.

Según testimonios, la más grave de esas irregularidades se produjo en el distrito de Marneuli, donde un observador filmó como otro –acreditado por el partido de gobierno– introdujo cantidad de boletas en la urna. Otros denuncian actos de intimidación de militantes de Sueño Georgiano que, en ciertas zonas rurales, fueron sorprendidos tratando de pagar a los electores por sus votos o simplemente intimidándolos.

Si bien el cada vez más autoritario partido de gobierno reivindica una mayoría parlamentaria, tal vez no le alcance para poner fuera de la ley a ciertas formaciones de la oposición, como lo anunciaron sus dirigentes. Pero podrá amordazar las aspiraciones populares de incorporarse a la UE. Unas aspiraciones cada vez más sólidas, a pesar de que el actual poder privilegie a Rusia en detrimento de Occidente. Por ejemplo, Sueño Georgiano nunca criticó a Moscú por haber atacado a Ucrania.

Como sucedió durante la primavera boreal pasada, la Plaza de la Libertad de Tbilisi podría ser a partir de esta semana teatro de nuevas y masivas movilizaciones. En aquel momento, miles de personas salieron a las calles para protestar contra el proyecto de ley sobre “los agentes del extranjero” de Sueño Georgiano, calcado del modelo ruso. Pero las protestas fueron violentamente reprimidas y la ley adoptada, a pesar del veto presidencial.

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