El partido de Mandela pierde su bastión: Johannesburgo
El CNA cedió por primera vez la alcaldía del corazón económico del país
JOHANNESBURGO.- Suenan las alarmas en el Congreso Nacional Africano (CNA), el histórico partido de Nelson Mandela, que después de 22 años de cómodas victorias a todo nivel perdió por primera vez la alcaldía de Johannesburgo, el corazón económico de Sudáfrica, en el mayor cimbronazo político sufrido por el movimiento que lideró la lucha contra el régimen racista del apartheid.
Los resultados de las elecciones del 3 de agosto pasado, que representaron una fuerte derrota en cadena para el CNA en casi todas las grandes ciudades del país, abrieron negociaciones en Johannesburgo entre los dos principales partidos de la oposición, que consagraron anteanoche como alcalde a Herman Mashaba, el candidato de la Alianza Democrática (AD).
Con esta victoria, la AD, con una base de votantes blancos, pero en crecimiento también entre la clase media negra de las ciudades, se consolidó como una amenaza de riesgo de cara a las presidenciales de 2019 para el CNA, la agrupación que conduce Sudáfrica desde las primeras elecciones libres, en 1994.
El CNA, lejos de sus días de gloria, tiene como estandarte al controvertido presidente Jacob Zuma, cuestionado por una errática gestión económica y envuelto en casos de corrupción.
Al frente de la AD a nivel nacional está desde 2015 Mmusi Maimane, un dirigente negro que preside un partido blanco y que se anima a desafiar al establishment del CNA.
"A partir de esta noche, la corrupción es declarada enemigo público número uno en esta ciudad", clamó el flamante alcalde Mashaba ante sus seguidores. "El dinero público se malgastó durante los últimos cinco o diez años. Vamos a hacer buen uso de ese dinero para brindarle los servicios básicos a nuestro pueblo", agregó Mashaba. Así buscó resumir los reclamos que los sudafricanos hicieron en todas las ciudades al CNA: menos corrupción, más eficiencia y más servicios.
Si bien el partido de Zuma volvió a obtener más votos que cualquier otra agrupación rival a nivel nacional (54%), el partido que parecía imbatible perdió varias ciudades y bajó por primera vez la marca psicológica del 60%, una vara muy alta en la que se mantenía, en parte, por la lealtad incondicional de sus votantes a la formación que terminó con la segregación racial.
La oposición pasó a controlar cuatro importantes municipios: la capital Pretoria, Port Elizabeth, Ciudad del Cabo y Johannesburgo, todos bajo el mando de la AD, de orientación liberal. De las seis principales ciudades sudafricanas, el CNA sólo alcanzó mayoría absoluta en Durban, el bastión de Zuma.
Pero también se hizo fuerte la izquierda de Luchadores por la Libertad Económica (LLE). Y fue un acuerdo con ellos el que le dio la alcaldía de Johannesburgo a la AD, que no tenía mayoría propia.
Mashaba, un empresario de productos para el pelo, llegó a la alcaldía a pesar del veto inicial de LLE, que desconfiaba de sus convicciones a favor del libre mercado. Pero la prioridad de la izquierda era sacar del poder de Johannesburgo al CNA, que controlaba no sólo el gobierno nacional, sino casi todo el poder municipal.
Los concejales y seguidores de los dos partidos opositores celebraron el cambio en la alcaldía con cantos y bailes, como es habitual en los eventos políticos sudafricanos.
Agencias DPA y EFE
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