El paradero de la familia Al-Assad, todo un misterio
La esposa del presidente estaría en Moscú, junto con sus hijos
DUBAI.- Cuando el domingo pasado los combates alcanzaron Damasco, algunos sirios se preguntaban en Twitter si Asma, la esposa del presidente, no oía los disparos. El palacio donde vive la familia Al-Assad se encuentra sobre una colina al noroeste de la capital, no demasiado lejos de algunos de los barrios donde hubo explosiones y enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del régimen.
Tras el atentado que mató anteayer a varios de los más cercanos colaboradores de su marido, los rumores la sitúan nada menos que en Moscú con sus tres hijos.
No es un debate frívolo. La muy humana decisión de poner a salvo a la familia suele ser el primer signo de que se da por perdida la batalla. De confirmarse que Bashar al-Assad puso a los suyos a buen recaudo, en Rusia o en cualquier otro país, los opositores podrían empezar la cuenta regresiva.
"Es ciencia ficción. Imposible de comprobar", asegura un periodista sirio crítico del régimen. En todo caso, sería más verosímil que la familia del mandatario, como las del resto de los dirigentes, simplemente se haya trasladado a su feudo, en la región costera entre el Líbano y Turquía, como hacen en verano.
Esas montañas sobre el Mediterráneo son la tierra ancestral de los alauitas, una comunidad que sigue una rama esotérica del islam chiita y que representa el 12% de la población en un país cuyas tres cuartas partes son sunnitas (los fundamentalistas sunnitas los consideran herejes).
Históricamente aislados y oprimidos por los señores feudales de las regiones de Homs y Hama, resultaron beneficiados por el golpe de Estado de Hafez al-Assad en 1970. Aunque nacionalista laico, el padre del actual presidente recurrió a sus correligionarios para los puestos clave en el ejército y los servicios secretos que constituyen la columna vertebral del régimen.
Allí, repartidos entre Latakia y Tartus, tienen sus casas familiares y de verano los principales prebostes del país, un pequeño círculo de leales que anteayer perdió a varios destacados miembros. Pero, sobre todo, ejercen como señores feudales Mundher y Zawwaz al-Assad, los primos del presidente.
Otro clan poderoso
También allí tiene sus raíces otra familia clave, los Makhluf. Ese clan no sólo se emparentó con los Al-Assad a través de Anisa, la esposa de Hafez y madre de Bashar, sino que respaldó a Hafez cuando su hermano Rifaat cuestionó su autoridad a mediados de los años ochenta.
"No nos iremos, no vamos a abandonar el barco e irnos por ahí. Nos quedaremos y lucharemos hasta el final", aseguró, el año pasado, uno de los primos maternos del presidente, Rami Makhluf, en una entrevista con The New York Times. Rami es uno de los hombres más ricos del país, y su hermano Hafez es el jefe de las fuerzas en Damasco. "En el caso poco probable de un colapso del régimen sirio, los alauitas podrían sentirse tentados a plegarse militarmente a las provincias costeras de Latakia y Tartus, sin ceder la administración de sus zonas a la autoridad de Damasco", escribió al principio de la revuelta Talal el-Attrache, autor de Cuando Siria se despierte .
Ahora hay rumores de que el régimen está trasladando allí su armamento estratégico. Como el paradero de Asma y sus hijos, resulta imposible de confirmar.
© El Pais, SL