El Papa llegó a Villavicencio para una histórica reunión entre víctimas de las FARC y ex guerrilleros

VILLAVICENCIO.- En lo que se considera el momento fuerte de su visita a Colombia, el Papa llegó hoy a Villavicencio, capital del Meta. Aquí reunirá a víctimas y victimarios -ex guerrilleros- en una gran oración por la paz, esta tarde, y beatificará en una misa a dos sacerdotes asesinados durante las décadas de conflicto con los rebeldes, declarados "mártires", víctimas del odio a la fe católica.

Es la primera vez que un papa visita Villavicencio, ciudad por muchos años marcada por el conflicto y la violencia, rodeada por territorios controlados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC ).

Francisco llegó a Villavicencio, el pulmón de Colombia, después de un vuelo de Avianca de apenas 40 minutos desde Bogotá, que queda 94 kilómetros al norte. Pasó así de los 2600 metros de altura de la capital colombiana y una temperatura fría, a 400 metros de altura y una temperatura tropical, calurosa y húmeda, con llovizna.

Por su ubicación geográfica, Villavicencio es considerada la puerta hacia el territorio nacional, una zona en la que confluyen campesinos, minorías étnicas, lo urbano y lo rural, además de una incalculable riqueza natural. Por eso el tema de esta segunda jornada del Papa en Colombia es “reconciliémonos en Dios, con los colombianos y la naturaleza”.

Francisco, que desató una verdadera “papamanía” en su paso por Bogotá, también en Villavicencio hizo estallar una fiesta. No bien se abrió la ventanilla del Airbus A320 de Avianca que lo trajo hasta aquí, junto a 73 periodistas que lo acompañan, entre ellos, LA NACION, un centenar de personas lo recibió con cantos y danzas folclóricas, el aquí famoso "joropo", bajo una tenue lluvia. El Papa, huésped ilustre, recibió las llaves e la ciudad de manos de su alcalde, Wilmar Barbosa Rozo.

En un viaje en el cual el objetivo de Francisco es animar a seguir adelante con un proceso de paz con las FARC -firmado el año pasado pero rechazado por muchos porque consideran que es demasiado generoso con los ex guerrilleros-, el encuentro de oración de esta tarde estará presidido por uno de los símbolos más conmovedores del conflicto que duró 53 años.

Se trata de una imagen de Jesucristo mutilada, que fue rescatada de una iglesia en la localidad occidental de Bojayá, en el departamento del Chocó, luego de un ataque de las FARC con mortero en 2012. Entonces, unas 300 personas se refugiaban en el templo durante la balacera, en un enfrentamiento a tres bandas entre los rebeldes, milicias de derecha y el ejército. Al menos 79 personas fallecieron y un centenar más resultaron heridas. Se trata de una masacre que conmovió a los colombianos y por eso esperan ansiosamente que el Papa le rinda homenaje al tan simbólico Cristo mutilado.

Antes de regresar a Bogotá a las 18.45 locales (20.45 en la Argentina), la agenda prevé que el Papa visite el Parque de los Fundadores, para orar en silencio ante la Cruz de la Reconciliación Nacional. En este monumento, también de gran simbolismo, están escritos los nombres de las víctimas de la violencia, calculadas en más de 200.000. Luego, plantará allí un árbol, símbolo de paz.

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