El Papa llamó a las Iglesias de América Latina a no minimizar el “peligro actual” de los abusos
En un mensaje a un Congreso sobre Prevención que se lleva a cabo en Asunción, pidió implementar procedimientos claros para la protección de personas vulnerables, como había ordenado en 2019
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ROMA.- Consciente de que en diversas diócesis latinoamericanas aún no han puesto en marcha estructuras para recibir denuncias de abusos –pese a que había ordenado esto a mediados de 2019-, el papa Francisco advirtió hoy de su mal manejo y que “cualquiera que disminuya el impacto de esta historia o minimice el peligro actual deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a aquellos a quienes dicen servir”.
En un mensaje que envió con motivo del Congreso latinoamericano sobre la prevención del abuso “Atender, informar y comunicar: claves por un gestión eficaz en los casos de abuso sexual”, que se inauguró hoy en Asunción y durará hasta el jueves, si bien reconoció los pasos adelante dados por la Iglesia católica en la lucha contra los abusos sexuales de menores por parte del clero, un escándalo que manchó como nunca la credibilidad de la Iglesia, el Papa dijo que hay que hacer más.
“El trabajo de establecer procedimientos claros para la protección de las personas vulnerables en la Iglesia debe convertirse en una prioridad en cada iglesia local”, dijo Francisco, que anunció que le pidió a la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores (PCPM) que supervise la la aplicación adecuada del documento “Vos estis Lux Mundi”, “para que las personas víctimas de abusos tengan vías claras y accesibles para buscar justicia”, otorgándole una tarea bien precisa.
El Papa promulgó a mediados de 2019 “Vos estis Lux Mundi” (Vosotros sois la luz del mundo), un conjunto de normas para ponerle fin a la cultura del silencio y el encubrimiento que reinó durante décadas en la Iglesia católica. Este “motu proprio” también dispuso que todas las diócesis del mundo elaboraran en un año un sistema fácilmente accesible al público para recibir informes de abusos, acosos o sospechas de los mismos. Algo que, en muchas diócesis latinoamericanas, no se ha hecho, en algunos casos, por falta de recursos, como subrayó el Papa en su mensaje.
“Aquellas partes de la Iglesia donde los esfuerzos para promover medidas de prevención adecuadas aún se encuentran en las primeras etapas debido a la falta de recursos necesitan una atención especial. ¡No se debe permitir que las crueles desigualdades que afectan a nuestras sociedades afecten a nuestra Iglesia”, dijo
Tras recordar la reunión cumbre de hace cuatro años en el Vaticano en la que se discutió el “mal manejo” del escándalo de abusos por parte de la jerarquía eclesiástica, el Papa admitió que “el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas”. “Cualquiera que disminuya el impacto de esta historia o minimice el peligro actual, deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a aquellos a quienes dicen servir”, siguió. “El abuso sexual por parte de cualquier persona en la Iglesia, siempre que haya ocurrido, es un peligro claro y presente para el bienestar del pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todos”, advirtió.
“Sí, los líderes de la Iglesia han hecho mucho para enfrentar este mal y evitar que se repita”, reconoció asimismo, al subrayar luego que la realización misma del congreso en curso era una expresión más del deseo de cambio en la Iglesia. Y alentó a que se hagan más eventos de este tipo. “¡Adelante! Pero debemos ser más capaces de ver los resultados de que los menores estén más seguros en nuestra Iglesia”, agregó, al anunciar, por otro lado, que le pidió a la PCPM que supervise y verifique la idoneidad de las políticas y prácticas sólidas en toda la Iglesia y que compile un informe que señale dónde aún se necesitan mejoras, dándole, así, otro nuevo encargo. Su presidente, el cardenal estadounidense Saen O’Malley, arzobispo de Boston, es uno de los asistentes al Congreso de Asunción, junto al padre jesuita Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana, mientras que el arzobispo maltés Charles Scicluna, otro peso pesado en la lucha contra la pedofilia en el clero, participa vía zoom. Se trata del segundo Congreso de este tipo, el primero se hizo en México a fines de 2019.
En su intervención, O’Malley, que hizo un repaso de lo hecho por la Iglesia en las últimas décadas de “conversión” para enfrentar el flagelo de los abusos, dijo que “sin duda, en la época de Francisco la visibilidad del problema ha sido mayor que nunca y la Iglesia comienza a alcanzar un punto de sensibilización suficiente como para actuar decididamente contra este delito”. Destacó que “el Papa ha demostrado su voluntad de luchar contra esta lepra, abriendo procesos más humanos, justos y luchando contra todo tipo de estructuras, incluido el encubrimiento, que hacen inalcanzable la justicia para las víctimas”. “Asimismo -agregó-, Francisco es consciente de que aún hay mucho por hacer, pero está dispuesto a poner los recursos necesarios para enfrentar este crimen”.
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