El papa Francisco se despide de Lisboa en una misa con 1,5 millones de peregrinos: “Sean surfistas del amor”
En el cierre de la Jornada Mundial de la Juventud expresó su sueño de lograr la paz en el mundo y anunció que Seúl acogerá el próximo encuentro global de jóvenes católicos en 2027
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LISBOA.- Frente a una marea de 1,5 millones de peregrinos, el papa Francisco presidió la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, donde pidió a las nuevas generaciones que no tengan miedo e hizo un llamado por la paz.
Aclamado por una multitud que le cantaba “Esta es la juventud del papa”, el pontífice argentino, de 86 años, se dio un último baño de masas antes de cerrar esta edición de la mayor reunión internacional de católicos. “A ustedes jóvenes que quieren cambiar el mundo (...) y que quieren luchar por la justicia y la paz (...), no tengan miedo”, lanzó Francisco en español, durante una ceremonia en la que también se acordó de las zonas en conflicto.
“Siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto. Amigos, permitan que también yo, ya viejo, comparta con ustedes un sueño que llevo en el corazón, el sueño de la paz”, agregó. Tanto en la vigilia de ayer como en la eucaristía de hoy, en este vasto recinto instalado junto al Tajo se congregaron 1,5 millones de personas, según informó el Vaticano.
Además, el papa invitó a los voluntarios de la JMJ a ser “surfistas del amor” y a seguir desafiando “grandes olas” como la que afrontaron en este evento global. “En estos días también ustedes han afrontado una verdadera ola, no de agua, sino de jóvenes, jóvenes como ustedes, que han inundado esta ciudad, pero con la ayuda de Dios, con mucha generosidad y apoyándose mutuamente, ustedes han desafiado la gran ola. Fíjense que son valientes”, enfatizó, haciendo una metáfora con las olas de hasta 30 metros de altura que los surfistas cogen en la localidad portuguesa de Nazaré. Así, los animó a seguir manteniéndose “en las olas del amor, en las olas de la caridad”.
“Sean surfistas del amor, es una tarea que les encomiendo en este momento. Que el servicio que han hecho a esta Jornada Mundial de la Juventud sea la primera de muchas olas de bien”, subrayó.
Los jóvenes se despertaron al ritmo de la música que pinchaba un cura-DJ portugués desde el gigante escenario que recordaba al de un macrofestival, mientras amanecía un día en el que las temperaturas llegaron a rozar los 40 grados. “Estas jornadas son una forma muy linda de sentirse empoderado por toda la comunidad”, indicó Maricruz Linares, una diseñadora digital de 25 años llegada desde Costa Rica. “Es impresionante encontrar a tanta gente que piensa como uno”, agregó.
Al “lejano oriente”
Después de un extenso recorrido en el “papamóvil”, Francisco presidió la misa desde el colosal altar que dominaba este recinto a las puertas de Lisboa repleto hoy de fieles agitando sus banderas, además de 10.000 sacerdotes, 700 obispos y 30 cardenales.
“Es extraordinario poder estar aquí para ver a nuestro papa Francisco, que consigue unir a personas de todo el mundo”, celebró Pimentel Gomes, un cura brasileño de 52 años.