El papa Francisco reveló que padece una “inflamación de los pulmones”: no pudo asomarse a la ventana
El Sumo Pontífice se mostró con rostro cansado, tosió algunas veces y apareció con dificultades en la respiración; pese a ello, confirmó su viaje a Dubai para la COP28 del fin de semana próximo
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ROMA.- El papa Francisco, que ayer suspendió todas sus actividades por “un leve estado gripal”, reveló este domingo que padece una “inflamación de los pulmones” al reaparecer en público para la tradicional oración del Angelus, que no recitó como siempre desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico, sino, para no exponerse al frío, desde la capilla de su residencia de Santa Marta, en directa televisiva y por streaming.
“Hoy no puedo asomarme porque tengo este problema de una inflamación en los pulmones”, se limitó a decir al principio el Papa, que explicó que iba a leer en su lugar la catequesis que precede la oración mariana monseñor Paolo Braida, que suele escribir estos texto y que apareció a su lado.
El Papa, que cumplirá en pocas semanas 87 años, ayer se sometió una TAC -tomografía computada- en el hospital Gemelli que, según informó el Vaticano, excluyó una pulmonía ya que dio un “resultado negativo”. En su aparición, el Papa se mostró con rostro cansado pero atento, tosió algunas veces y apareció con algunas dificultades en la respiración. Además, no ocultó, cuando levantó los brazos para la señal de la cruz y la bendición, que en su mano derecha tenía puesta, debajo de una curita, una cánula intravenosa.
Una fuente médica consultada por LA NACION dijo que “probablemente el Pontífice tiene una bronquitis severa, que está tratando con antibióticos” y que posiblemente ese cateter que mostró en su mano derecha sirve para que el equipo médico que lo asiste pueda monitorearlo, a través de los análisis de sangre correspondientes.
El Papa, que se mostró muy atento, no sólo habló al principio de su aparición, cuando anunció que no iba a leer los textos correspondientes, sino también al final. “A todos les deseo buen domingo y, por favor, no se olviden de rezar por mí”, deseó, pronunciando su clásica despedida dominical y mientras miles de fieles seguían esta extraña aparición desde las pantallas gigantes de la Plaza de San Pedro.
Pese a su estado de salud, el papa Francisco -que a fin de marzo de este año estuvo diez días internado en el hospital Gemelli por una pulmonía grave-, confirmó que viajará este viernes a Dubai, Emiratos Árabes Unidos, para disertar ante la COP28, la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático, un tema que puso al centro de su pontificado.
“Además que por la guerra, nuestro mundo está amenazado por otro gran peligro, el climático, que pone en riesgo la vida sobre la Tierra, especialmente para las futuras generaciones. Y esto es contrario al proyecto de Dios, que ha creado todo para la vida. Por eso, el próximo fin de semana viajaré a los Emiratos Árabes Unidos para intervenir el sábado en la COP28 de Dubai”, dijo monseñor Braida, leyendo el texto posterior a la oración mariana. “Agradezco a todos aquellos que acompañarán este viaje con la oración y con el compromiso de cuidar la casa común”, agregó.
Justamente en vista de este viaje relámpago a Dubai que quiere hacer -se trata de un vuelo de más de 6 horas de ida, el viernes y seis de vuelta, el domingo- evidentemente los médicos del Papa le están dando una terapia como para recuperarse lo antes posible y le recomendaron resguardarse, no esforzarse, quedarse en casa y que no leyera el Ángelus. En los últimos días la temperatura bajó abruptamente en Italia debido a una ola polar. Habrá que ver si los médicos le permiten viajr a Dubai.
Por lo pronto una fuente de su entorno aseguró a La Nación que, más allá de la inflamación pulmonar, “que no es pulmonía”, según destacó, el Papa por la tarde del domingo se encontraba mucho mejor que a la misma hora del día anterior y de buen humor. Mañana lunes su agenda oficial prevé que reciba en audiencia al presidente de Paraguay, Santiago Peña Palacios.
La salud del exarzobispo de Buenos Aires este año causó bastantes sobresaltos. El Papa se vio obligado a internarse repentinamente en el hospital Gemelli por una pulmonía grave el 29 de marzo y, una segunda vez, el 7 de junio, pero entonces para una segunda operación programada de colon (después de otra que tuvo por divertículos en julio de 2021), en la que le colocaron una red protésica y le limpiaron las adherencias.
El papa Francisco, que desde mayo de 2022 también utiliza silla de ruedas por una dolencia en la rodilla derecha, en 2019 fue operado en Roma de cataratas, una intervención breve y de rutina que se conoció mucho más tarde.
En 1957, a los 21 años, siendo seminarista, por una pulmonía grave tuvo que someterse a una intervención quirúrgica muy importante en la que se le extirpó el lóbulo superior del pulmón derecho en el Hospital Sirio Libanés. Como le contó al periodista Nelson Castro para su libro, “La salud de los papas”, en sus tiempos de provincial de los jesuitas también tuvo una operación de vesícula; y en 2004, ya siendo arzobispo de Buenos Aires, tuvo un preinfarto cuando fue a la Villa 21 a inaugurar unas olimpíadas, algo que lo obligó a quedarse internado unos días en el Sanatorio San Camilo.
Durante la pandemia por coronavirus y debido a las restricciones, el Papa ya se había visto obligado a recitar el Ángelus “enjaulado” –como él mismo definió- en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, por streaming, como debió hacer este domingo, aunque esta vez por un problema de salud.
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