El papa Francisco inicia su pontificado
En la ceremonia de asunción, Bergoglio llamó a defender a "los más débiles"; "El odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida", dijo ante jefes de Estado de todo el mundo; seguí en vivo la cobertura por Twitter

Tras una larga y expectante vigilia que se llevó a cabo toda la noche tanto en Roma como en Buenos Aires y el resto del mundo, el Papa Francisco encabezó hoy la ceremonia de asunción como el sumo pontífice número 266 de la Iglesia Católica.
En la misa de inicio de su pontificado, Francisco besó el Evangelio y bendijo a la multitud que asistió a la Plaza San Pedro. En el comienzo de su homilía, en italiano, recordó la "feliz coincidencia" con la fiesta de San José, que se celebra hoy.
Ante jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, el Papa pidió a los responsables políticos y sociales que sean custodios de la creación y guardianes del medio ambiente. "Quienes tienes roles de responsabilidad en el ámbito económico, político o social y a todos los hombres de buena voluntad que sean custodios de la creación, del diseño de Dios inscripto en la naturaleza, del otro y del ambiente", señaló.
Además, el ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, marcó la línea que tendrá su pontificado. Dijo que el poder del papa es el servicio a los otros, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado".
El sumo pontífice, que volvió a pedir a los fieles que recen por él, afirmó que "el odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida". "No debemos tener miedo de la bondad, ni siquiera de la ternura", remarcó.
En el inicio de su homilía, Francisco recordó a su predecesor, el renunciante Joseph Ratzinger. "Estamos cerca de él en la plegaria, llena de afecto y de reconocimiento", indicó Jorge Bergoglio, sobre el papa emérito.
Saludo a las delegaciones
Una vez finalizada la misa, el Papa volvió a la basílica para quitarse sus ornamentos. Ahora Francisco recibe a las 132 delegaciones extranjeras, entre las que destacan 31 jefes de Estado, con una nutrida representación latinoamericana.
La primera en saludar al nuevo papa fue Cristina Kirchner, quien se mostró emocionada ante el sumo pontífice. La siguieron las autoridades de Italia: el presidente, Giorgio Napolitano, y el primer ministro, Mario Monti, el mandatario de Chile, Sebastián Piñera, y de Ecuador, Rafael Correa.
Otros jefes de estado que se acercaron a saludar a Francisco fueron Dilma Rousseff, de Brasil, Angela Merkel, de Alemania, y Mariano Rajoy, de España, entre otros.
La ceremonia
A las 4:45 (hora argentina), el papamóvil, un jeep blanco descubierto, dejó la Casa de Santa Marta con Francisco a bordo, y lo llevó, como estaba previsto, a recorrer la plaza de San Pedro y encontrarse con sus fieles, antes de asumir el papado.
Como se esperaba, miles de fieles celebraron su paso a bordo del jeep blanco que utilizó por última vez Benedicto XVI en su audiencia de despedida, el 27 de febrero pasado.
Con una sonrisa dibujada en el rostro, el Papa recorrió la Plaza San Pedro y saludó a los miles de fieles que llegaron a la Santa Sede para presenciar su asunción como máxima autoridad de la Iglesia Católica.
En medio del recorrido, Bergoglio decidió una vez más romper con el protocolo. Ante la atónita mirada de los guardias de seguridad, Francisco se bajó del jeep blanco en el que se trasladaba para bendecir a un joven discapacitado que aguardaba detrás de las vallas.
Luego el Papa se dirigió a la sacristía de la Basílica, donde se realizaron una serie de rituales de investidura del poder papal. Bergoglio veneró la tumba del apóstol Pedro, debajo del altar mayor, acompañado por los patriarcas de las iglesias orientales católicas. Las trompetas anunciaron " Tu es Petrus " ("Tú eres Pedro").
De nuevo en la Plaza San Pedro, comenzó la misa de asunción del sumo pontífice. El Papa recibió el palio del cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, el mismo que pronunció, el miércoles pasado, el anuncio de " habemus papam ". El cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, le entregó el anillo del Pescador.

La misa se realiza en latín; el Evangelio, cantado, en griego, pero la homilía del papa argentino fue en italiano. Según informó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, alrededor de 200 mil personas asisten a la ceremonia en el Vaticano.
En la plaza San Pedro se encuentran delegaciones de la Argentina, de Italia, así como seis monarcas, tres príncipes herederos, 34 jefes de Estado y 13 jefes de gobierno, entre otros líderes. Además, participan obispos, arzobispos, cardenales, 1200 sacerdotes y seminaristas, y una marea de fieles.
En la primera fila, está la presidenta Cristina Kirchner, con un vestido negro, acompañada por el diputado nacional del Frente para la Victoria, Julián Domínguez, y el canciller Héctor Timerman. Atrás se ubica el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. También están presentes algunos representantes de la oposición como el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y el senador nacional por la UCR Ricardo Gil Lavedra.
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