El papa Francisco en una prisión mexicana: "El problema de la seguridad no se agota encarcelando"
Tras visitar un penal en Ciudad Juárez, el pontífice recordó a los reos que deben ayudar a cerrar el círculo de la violencia; por la noche celebró su última misa en México
CIUDAD JUÁREZ, México.- El papa Francisco afirmó esta tarde que la inseguridad no se resuelve encarcelando gente, al visitar una prisión en Ciudad Juárez, en México, que es considerada una de las más violentas del mundo.
"A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de rehabilitación", manifestó el pontífice en el Centro de Readaptación Social 3 de esta localidad fronteriza con Estados Unidos. "El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando", acotó a los reos y las autoridades del penal.
"Siembren semillas de esperanza y de resurrección. Hay mil maneras de hacer el bien que no se ven". Con estas palabras, Francisco inició su visita a una cárcel, considerada hasta hace cinco años la más peligrosa de México.
Apenas comenzó su recorrido inauguró la capilla Cristo Salvador y afirmó que "la fragilidad de Jesús nos salva, nos ayuda, nos hace andar adelante y nos abre la puerta de la esperanza". Y concluyó con una frase contundente para los prisioneros: "Ayuden a cerrar el círculo de la violencia".
Cálida recibida
Una multitud de fieles agitando pañuelos blancos dieron más temprano la bienvenida al papa Francisco en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, última parada del pontífice en este viaje a México donde ha recorrido el país de frontera a frontera.
El avión de Aeroméxico, bautizado como "Misionero de paz", aterrizó en el Aeropuerto Internacional Abraham González de Ciudad Juárez a las 9.57 hora local (13.57 hora argentina) y unos quince más tarde el pontífice descendió por la escaleras del avión, elevando el júbilo del más de millar de personas congregadas en el aeropuerto.
También por un coro de monaguillos de Chihuahua, que entonaron el "Cielito lindo", el "Himno a la alegría" y otras canciones típicas incluso antes de que el papa tocara tierra, prueba de la emoción que despertó entre los feligreses congregados el arribo del sumo pontífice.
Junto a la escalerilla, el papa fue recibido por autoridades locales y eclesiásticas, entre ellas el gobernador del estado, César Duarte; el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, y el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
En la alfombra roja dispuesta en la pista de aterrizaje, un grupo de niños le regaló una misiva y un ramo de flores, y el pontífice los saludó, les dio la bendición y los abrazó.
Agenda
Por la tarde, el Papa tendrá un encuentro con el mundo del trabajo en el Colegio de Bachilleres y a las 20 hora de Argentina, Francisco ofició una misa en la feria de la ciudad, ubicada frente al Río Bravo que separa a México y Estados Unidos.
Allí se espera que el papa oficie una misa y hable a los pies de una cruz y acompañado de unos viejos zapatos y sandalias que simbolizan el drama de la emigración. A esta misa han sido invitados emigrantes, padres de hijos desaparecidos, víctimas de la violencia y grupos vulnerables de Estados Unidos.
Ciudad Juárez fue por años la ciudad más violenta de México y ha luchado en años recientes por dejar atrás una historia de sangre y muerte para recuperar su estatus de localidad fronteriza y pujante.
También es uno de los destinos más deseados por miles de emigrantes en su ruta hacia Estados Unidos, junto con Tijuana al oeste y Matamoros y Nuevo Laredo al este.
Agencias AFP, AP y EFE
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