El pacto de Pedro Sánchez con los catalanes que elevó la tensión en una España dividida
El presidente socialista selló un polémico acuerdo con el partido de Carles Puigdemont para conseguir los votos para un nuevo mandato
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BARCELONA.- Un centenar de días después de las elecciones, que han incluido unas maratónicas y complejas negociaciones con los independentistas catalanes, Pedro Sánchez ya puede respirar aliviado: volverá a ser investido presidente del gobierno. Una semana después de haber sellado su acuerdo con Esquerra Republicana, en la madrugada del jueves el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) hizo lo propio con el hueso más duro de roer, Junts per Cataluña, el partido del irredento expresidente Carles Puigdemont. El pacto ha enardecido a la derecha, con protestas diarias en las calles, lo que augura una legislatura convulsa y un clima de tensión que este jueves se vio aún más alterado por el ataque al expresidente del Partido Popular de Cataluña y cofundador de Vox Alejo Vidal-Quadras, cuya motivación todavía no fue establecida.
La piedra angular del compromiso entre el PSOE y los independentistas catalanes, avalado y facilitado por la izquierda de Sumar, es una ley de amnistía para las más de mil personas procesadas en los tribunales por actos relacionados con el fracasado proceso de independencia de la pasada década, que culminó en un referéndum de autodeterminación en 2017. Además, el pacto con Esquerra Republicana incluye la condonación de una parte de la deuda de Generalitat con el Estado, y el traspaso de la competencia de los trenes regionales. El acuerdo con Junts creará una mesa de diálogo para resolver el conflicto político entre Cataluña y España que incluirá un “verificador internacional”.
El anuncio oficial lo ha hecho en una rueda de prensa desde Bruselas Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y el negociador designado por Sánchez, actualmente presidente en funciones. Cerdán ha precisado que es un “acuerdo de legislatura, no de investidura”, por lo que dará estabilidad a un nuevo gobierno de coalición entre PSOE y Sumar. “Es hora de conceder a la sociedad catalana y al resto de España un nuevo horizonte”, proclamó el dirigente, quien admitió que el “conflicto de fondo continúa sin resolverse”, pero que la intención del gobierno es abrir una “etapa histórica” en busca de una solución negociada.
Tensión
Durante los últimos días, cuando el pacto ya parecía inminente, la derecha política y mediática ha lanzado una intensa campaña de protesta que ha incluido concentraciones diarias delante de la sede central del PSOE en Madrid, que en algunas ocasiones han desembocado en disturbios con la policía. El conservador Partido Popular (PP) ha convocado a movilizaciones en todas las capitales de provincia españolas contra una amnistía que considera contraria a la Constitución.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, calificó al acuerdo entre los socialistas y los independentistas como “vergonzoso y humillante”, pues responde solo a la voluntad de Pedro Sánchez de permanecer en la Moncloa a cualquier precio. Más dura todavía ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que tras condenar los actos de violencia frente a las sedes socialistas, denunció al pacto como un peligro para la democracia. “Nos están colando una dictadura por la puerta de atrás”, proclamó.
Nos han colado una dictadura por la puerta de atrás. pic.twitter.com/MIOOOdRd8Q
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) November 9, 2023
En un acto que podría disparar aún más la tensión política, un exdirigente del PP catalán, Alejo Vidal-Quadras, fue tiroteado por la mañana en el centro de Madrid y su estado es grave. Vidal-Quadras, de 78 años, ya no estaba en la primera fila política, y últimamente se había vinculado a grupos de ultraderecha. La policía investiga si la motivación del ataque podría ser política.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo ha acusado a Sánchez de haber cedido al “chantaje” de los partidos independentistas para mantenerse en el poder. “La democracia española está volviendo a sufrir un ataque sin precedentes”, ha espetado Feijóo. Más dura todavía ha sido la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que tras condenar los actos de violencia frente a las sedes socialistas ha denunciado que “nos están colando una dictadura por la puerta de atrás”. Por su parte, el líder de VOX, Santiago Abascal, ha llamado a “la resistencia civil” ante lo que ha tildado de “acuerdo golpista”.
Sin embargo, el principal obstáculo del pacto será legal más que político. De momento, todavía no se ha hecho público el redactado de la ley de amnistía, que se presentará en las Cortes el próximo lunes. No obstante, el sector conservador de la judicatura convocó una reunión extraordinaria del Consejo General del Poder Judicial, cuyo mandato lleva más de cinco años caducado, para expresar su desacuerdo con la medida al entender que invalida su rol de jueces.
La aplicación de la ley puede representar un auténtico campo minado para la relación entre el gobierno y los partidos independentistas. En principio, corresponderá a cada tribunal que haya procesado a políticos o activistas catalanes valorar si se debe aplicar a estos la anulación de sus causas. En caso de tener dudas sobre la constitucionalidad de la norma, deberán remitirla al Tribunal Constitucional, el único órgano capaz de declararla inconstitucional e invalidarla. Actualmente, a diferencia del CGPJ, el Constitucional cuenta con una ajustada mayoría progresista.
En los últimos años, se ha agudizado la politización de la justicia en España. Por esta razón, ha suscitado suspicacias que justo esta semana un juez de la Audiencia Nacional haya imputado a Carles Puigdemont por cargos de “terrorismo”. Habida cuenta de que esta acusación podrían quedar excluida de la amnistía, en algunos círculos se ha interpretado como un intento de boicotear el pacto entre el PSOE y Junts. El juez Manuel García-Castellón atribuye al movimiento independentista la muerte de un ciudadano francés enfermo del corazón que padeció un infarto en las inmediaciones de una protesta.
Aunque ya nadie duda de que Sánchez será investido, todavía le falta sellar un acuerdo con una formación para superar los 176 votos que otorgan la mayoría absoluta: el Partido Nacionalista Vasco (PNV). No obstante, el PNV, con una larga tradición como partido bisagra tanto con el PP como el PSOE, ya ha anunciado su intención de investir a Sánchez y el compromiso parece muy cercano.
Puesto que hoy es feriado en Madrid, se espera que mañana la presidenta del Congreso de los Diputados, la socialista Francina Armengol, fijará la fecha del pleno de investidura. Según fuentes bien informadas, lo más probable es que sea a mitad de la próxima semana. El plazo para la investidura termina el 27 de noviembre, y en caso de que ningún candidato obtuviera la mayoría, se convocarían elecciones automáticamente.
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